[Reseña] Cornelius — Ethereal Essence

Comentando el reciente disco donde Keigo Oyamada ha recopilado varios proyectos musicales relacionados con la imagen.

Iván Campos
BeatnikMag
2 min readSep 16, 2024

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Después de un año desde su último disco, Keigo Oyamada vuelve con una especie de recopilación de canciones que se han utilizado para proyectos de terceros y que tienen como nexo en común elementos sonoros relacionados con la música ambiental. Tenemos por ejemplo una nueva versión ligeramente modificada de Sauna Sukisugi, tema que se utilizó para el dorama Sado; Sketch for Spring era uno de los temas de Music for Parco (2020), disco ambiental del artista para las tiendas de dicho nombre o Forbbiden Apple, pieza que se utilizó para promocionar las capacidades sonoras de un producto de Sony.

También nos encontramos con cortes más enfocados a otro tipo de eventos. Por ejemplo esta Koko, un tema muy Cornelius donde se utiliza a voz del poeta Shuntaro Tanikawa a modo de desencadenante musical, produciendo sonidos a cada sílaba que pronuncia y que originalmente formaba parte de una exposición de dicho artista. O el bello y evocador Heaven is Waiting, que sirvió para acompañar una pieza de un programa educativo de la NHK. Por otra parte, Mind Matrix se proyectó como un corto en una muestra tecnológica de Hannover que estaba a cargo de Koichiro Tsujikawa y que contó con el famoso Mirai Moriyama.

Aparte de canciones que salieron de manera limitada, como Windmills of My Mind, donde el theremín toma el protagonismo, también hay algunas aportaciones del artista a terceros. Por ejemplo en la versión CD del disco está incluida la versión de Cornelius de Kokuhaku, aquel temazo de Asa-Chang y Junray que formaba parte de Mahou (2016). Y ese cierre llamado Thatness and Thereness, resulta ser un cover de la que era una de las canciones más interesantes de la primera etapa de Ryuichi Sakamoto y que se incluyó en un disco de versiones poco antes de fallecer este que ya comentamos por aquí en su día.

Así que toda esta reunión de piezas relacionadas principalmente con el arte al final hace que a la postre sea un disco que curiosamente resulta ser el más experimental del artista desde hace lustros, quizá lo que esperaba mucha gente al escuchar obras más tradicionales de Cornelius, como Dream in Dream (2023) o Mellow Waves (2017). Muy etéreo y extrañamente bello, también gracias a temas como Step Into Exovera (este corte con arpas y voces de “ardilla” me ha recordado muchísimo a Sketch Show) o ese Melting Moment que tanto me ha hecho rememorar a Point (2001) y que ayudan a que este disco cumpla con esa clara idea de querer transportarnos a lugares imaginarios de una manera que solo este artista puede hacerlo, añadiendo además nuevas ideas por el camino. Top.

Reseña publicada originalmente en City Game Pop

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Iván Campos
BeatnikMag

Graduado en comunicación y apasionado de la prensa escrita desde que tengo uso de razón. Escribo sobre videojuegos y cultura pop japonesa en Canino y AKB.