Dime lo que filmas y te diré quien eres
¿De qué se tratan las nuevas películas chilenas? ¿Qué interesa a los nuevos realizadores de cine en chile? Los periodistas se las ingenian para cada cinco años hablar del ‘nuevo cine chileno’ y, a veces, le aciertan: hay temáticas nuevas, miradas diferentes. Sin embargo mi pregunta va más allá: no quiero pensar en los que ya llevan carrete en el cuerpo, o los que ya van en su segunda película. Hablo de los nuevos, los que no terminan aún su carrera de Cine o Comunicación audiovisual en cualquier universidad. Los que ocupan pase escolar para subir a la micro y que en menos de diez años más estarán en una pantalla (grande, chica, la que sea).
Hasta hace poco estuve Produciendo el primer festival de cine online de Chile (y al parecer, de Latinoámerica), llamado UDLAFestoc. Con el fin de mostrar los trabajos que los jóvenes realizadores hacen en sus respectivas escuelas de cine y audiovisual. Nuestro slogan: saca tu corto del clóset. Sí, apelamos a eso, a atreverse, a jugársela por sacar los cortometrajes más allá de la nota de un ramo para darles el sentido que siempre deben tener: ser vistas.
Más allá del festival, que da para otro post o quizás para varios, lo que me interesa aquí es lo que vi, lo que no vi y lo que me generaron los cortometrajes de UDLAFestoc. ¿De qué se trata el cine de las nuevas generaciones? Acotando mejor la pregunta, ¿qué quita el sueño a los estudiantes de cine?
Si la crítica común (y a estas alturas algo añeja) que reciben los cineastas chilenos es su preocupación por temáticas políticas y la explotación del sexo, llama la atención encontrarse con cortometrajes que hablan de absolutamente todo lo contrario. Aquí abunda la sangre, la violencia, los personajes enajenados de su vida, de la sociedad (no tanto a nivel económico como psicológico).
La violencia desde una cierta distancia, tratada a través de personajes infantiles. Poco estilizada, poco glamorosa, acaso infantilizada pero no por eso menos pura y dura. La reflexión común sería pensar en influencias del cine violento, pero la poca estilización, la pobreza visual con que se trata dan cuenta de algo más sincero, más de adentro. Más personal. Por otro lado, abunda la enajenación social y la tristeza. Personajes solitarios, perdidos.
¿Una etapa personal llevada al cine o simplemente falta de madurez-vivencias-mundo por parte de los jóvenes realizadores?
Eso está por verse.