El problema del Chef
Me imagino que en muchas profesiones pasa lo mismo, pero tiendo a asociarlo a los chef y cocineros, probablemente porque uno vive en carne propia el proceso cuando cocina. Sin embargo es algo que se da en muchos procesos y también en el cine.
Es el ‘problema del chef’: trabajar horas y meses para algo que se exhibe o disfruta una fracción del tiempo que toma hacerlo. El chef pasa horas preparando todo, buscando ingredientes, pensando en formas de innovar, preparando todo para ‘sacar los platos’ lo más rápido posible cuando vienen los comensales (la famosa mise-en-place).
En ser comido y disfrutado, el plato puede demorar solo cinco minutos. Cinco ínfimos minutos. Como este caso hay muchos más: el actor que ve meses de ensayo condensados a veces, a menos de cuatro funciones, el escritor que ve su libro irse en una tarde de lectura, el cineasta que pasa años viendo como hacer su película para estar una semana en cartelera.
Algunos trabajos son de mucho esfuerzo para un momento muy breve. La pregunta es ¿donde goza uno, con el aplauso o con el proceso? Usted decide, claro, pero hay que tener presente: un mejor proceso requiere de paciencia y aunque sea un trabajo muy logrado no siempre tiene aplausos seguros. Por otro lado, en el momento preciso en que el aplauso pasa a gobernar, es difícil escapar de esa tiranía y el riesgo de crear algo nuevo aumenta.