“toma una cámara, graba algo y muéstraselo a alguien”

Bernardo Palau C
Cinestilo (archivos de un blog)
2 min readAug 2, 2012

Palabras de Godard:

“El consejo que le daría hoy a cualquiera que quiera ser director de cine es bastante sencillo: haz una película. En los sesentas no era tan fácil porque no había siquiera Súper 8. Si querías filmar algo tenías que arrendar una cámara de cine de 16mm y probablemente sería silenciosa. Pero hoy, nada es más fácil que comprar o pedir prestada una pequeña cámara de video. Tienes imagen, tienes sonido y puedes mostrar lo que hiciste en cualquier televisor.

Así que cuando un aspirante a director viene a pedirme consejos mi respuesta siempre es la misma: ‘toma una cámara, graba algo y muéstraselo a alguien. Al que sea. Puede ser un amigo, tu vecino, o el almacenero de la esquina, no importa. Muéstrale a tu audiencia qué grabaste y ve su reacción. Si lo encuentran interesante, entonces graba algo más. Por ejemplo, haz una película sobre un día típico de tu vida. Pero encuentra una forma interesante de contarlo. Si la descripción de tu día es ‘me levanto, afeito, tomó café, hice una llamada…’ y en pantalla vemos lo mismo, pronto te darás cuenta que no tiene nada de interesante. Luego tienes que pensar qué más hay en tu día, de qué manera puedes mostrarlo para hacerlo interesante. Prueba eso. Quizás no funcione y tengas que pensarlo de otro modo. Y quizás eventualmente te darás cuenta que no quieres hacer películas sobre un día típico en tu vida. Entonces haz una película de otra cosa. Pero pregúntate -siempre pregúntate- el por qué. Si quieres hacer una película de tu novia, hazlo. Pero hazlo completo: anda a museos y ve como los grandes maestros han pintado a la mujer que aman. Luego haz una película sobre tu novia. Todo esto puedes hacerlo en video. ¿Cámaras Panavision, luces y dollies? Habrá mucho tiempo para preocuparse por eso después.”

Extraído de Moviemaker’s Master Class por Laurent Tirard, Faber and Faber Ed.

Nota del Bloguero: agarra tu cámara, la de tu teléfono incluso, agarra tu teclado (el que ocupas para chatear) y escribe. No a un amigo, sino a todos tus amigos. A través de un cuento o una película, o lo que sea. Lo importante es hacer y fallar. Sí, fallar también.

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