Los pains que marcaron el inicio de Beta Lab

Heidi Uchiyama
Beta Insights
Published in
3 min readDec 1, 2019
Ilustración por Roberto Garcia

Beta comienza — como todo proyecto de Service Design — catalizado por una serie de dolores que experimenté como usuaria. Viví la experiencia desde distintos roles (Servidora público, Colaboradora en empresa privada y Consultora de UX y Service Design). Sufrí los pains — iteré varias veces — y ahora emprendí, invirtiendo en una solución real y escalable. Este es mi MVP.

Los Pains

Desconocimiento del tema en la industria

Las empresas que hoy ofrecen estudios de mercado tradicionales en nuestro país, no necesariamente entienden lo que implica hacer un proyecto de UX o Service Design. Como consecuencia de eso, el servicio que proveen no puede ir más allá del alquiler del espacio y el reclutamiento. En estos contextos se ofrece poca o nula asistencia metodológica durante el estudio. Y si se entregan reportes de hallazgos, estos raramente aportan al enfoque de uso real del producto o servicio.

Mal uso del tiempo de los diseñadores

El core business del diseñador bajo ninguna circunstancia se asemeja al de un asesor de contact center. Es por ello que el ratio de conversión cuando un diseñador es el que debe llamar a toda una base de datos para conseguir usuarios para probar su idea, es por lo general, bastante bajo. Sin mencionar que la experiencia termina siendo frustrante y agobiante para el diseñador y costosa para la empresa al no usar de manera eficiente el tiempo de este perfil.

Los testeos tipo guerrilla por otro lado (salir a la calle a buscar usuarios) — son buenos metodológicamente, pero solo para ciertas etapas del proyecto. Un usuario que va caminando por la calle puede llegar a probar el prototipo pero el tiempo que le puede dedicar al diseñador o consultor (dado el contexto) es bastante corto. Además acercarse al usuario requiere un tipo de habilidad distinta a la que normalmente le pedimos a un UXer o Service Designer. Es una habilidad que normalmente solemos encontrar en perfiles de venta. Ese acercamiento en frío al usuario final, tener que darle un contexto y convencerlo de probar el prototipo puede ser bastante intimidante para ambas partes.

Salas inadecuadas

La tan famosa y reconocida sala Gesell de doble espejo no es la más adecuada para realizar testeos de UX o Service Design. Hay varios problemas con su uso, entre ellos que cualquiera que haya visto una película de detectives sabe que alguien lo está observando al entrar a una críptica habitación en donde hay un gran y sospechoso espejo que ocupa una pared entera. Sin mencionar que la observación en una sala Gesell es bastante complicada puesto que realmente no se llega a ver lo que el usuario está haciendo en la pantalla de celular, por ejemplo.

Ambientes anticuados

El boom de los co-workings comenzó hace un par de años en nuestro país. Pero ¿cuándo llegaría el boom de los espacios adecuados para experimentar y equivocarse? Muchas empresas hablan sobre innovación y Design Thinking, pero al momento de tratar de entender a su usuario siguen utilizando métodos tradicionales de investigación en donde la experimentación ocurre en los mismos lugares en donde se realizan focus groups y encuestas masivas. Beta busca iniciar ese gran boom que en otros países ya despegó.

Falta de equipo y material

Es difícil saber qué tipo de material se necesitará para prototipar una idea que recién está naciendo. Por ello es importante tener un espacio que ofrece todo este material de antemano y así dejar que la imaginación vuele.

“Las ideas no deben verse restringidas por temas logísticos.”

Entonces, ¿qué es Beta Lab?

Es un espacio de prueba y error para equivocarse en barato antes del lanzamiento de un nuevo producto o servicio. Sirve para cualquier industria, cualquier usuario y cualquier contexto. Las empresas pueden olvidarse de las partes más dolorosas de hacer un proyecto de innovación como el reclutamiento, la falta de asesoría metodológica, la búsqueda incesante de espacios adecuados para experimentación, y la compra de material para construir un prototipo testeable. Beta se encarga de todo eso.

Bueno y… ¿cuánto costará?

Nuestros precios son 100% transparentes y están publicados en la web de Beta. Le cobramos lo mismo a una start-up y a una gran corporación.

La transparencia es uno de nuestros principales valores.

Para mayor información, escribirme a heidi@betalab.com.pe

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