Descubre como la lavanda puede transformar tu bienestar y relajación
Lavanda: Conoce sus poderes terapéuticos y aprende a crear tu propio aceite esencial en casa
La lavanda, con su aroma reconfortante y propiedades relajantes, es conocida por sus beneficios para el bienestar emocional y mental. Puedes combinarla con dispositivos electrónicos faciales, para conseguir una experiencia de cuidado personal que no sólo rejuvenece la piel, sino que también promueve la relajación y el equilibrio interior.
Descubre los poderes de la lavanda para el bienestar
La lavanda es una planta muy reconocida por su maravilloso aroma y su uso en aromaterapia. Es especialmente recomendada si lo que necesitamos es relajarnos y mejorar la calidad del sueño. Aplicar unas gotas en las sienes antes de dormir puede promover un sueño más profundo y reparador.
Pero eso no es todo, la lavanda tiene muchas otras propiedades que te enamoraran y van a convertirla en tu aliada. Dejame contarte con mayor detalle sus increíbles beneficios.
- Alivio del estrés y la ansiedad: Su aroma suave puede calmar los nervios y relajar tu mente luego de un día agitado.
- Reducción de los dolores de cabeza: Un suave masaje con aceite de lavanda en las sienes puede despedir esos molestos dolores de cabeza.
- Mejora el sueño y evita el insomnio: así como mencioné al principio, este es uno de mis beneficios favoritos, y por una buena razón. Unas gotas de aceite de lavanda en tu almohada o en las sienes pueden ayudarte a conciliar el sueño más rápidamente y a disfrutar de un descanso más profundo.
- Cuida y mejora tu piel: Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes son como un bálsamo para la piel irritada. Además, ¡adiós a las imperfecciones! La lavanda ayuda a reducirlas y deja tu piel con un aspecto saludable y radiante.
- Combatir la depresión: Gracias a las propiedades ansiolíticas y antidepresivas del aceite esencial de lavanda, puede ayudar en el tratamiento de la depresión.
Modo de uso del aceite esencial de lavanda
Aromaterapia: Si cuentas con un difusor de aromaterapia para perfumar y aromatizar el hogar, agrega unas gotas de aceite esencial de lavanda. Esto creará un ambiente tranquilo y propicio para la calma, promoviendo la relajación y reducir el estrés.
Masaje relajante: Puedes mezclar unas gotas de aceite de lavanda con tu crema corporal, con otro aceite vegetal (coco o almendras) o bien puedes usar una crema de lavanda. Masajea suavemente el cuerpo, esto aliviará la tensión muscular y va a promover una relajación profunda.
Baño relajante: Añade unas gotas de aceite de lavanda al agua tibia de tu bañera y sumérgete en un baño relajante. Disfruta de los beneficios terapéuticos del aceite esencial mientras te relajas y desconectas del estrés diario.
Compresa caliente: Mezcla unas gotas de Aceite de lavanda con agua caliente y sumerge una toalla o paño en la solución. Exprime el exceso de líquido y coloca la compresa caliente en áreas de tensión o malestar. Permite que el calor y el aroma del aceite esencial te ayuden a relajar los músculos y aliviar las molestias.
Rutina de autocuidado nocturno: Antes de ir a dormir, aplica unas gotas de aceite de lavanda en la palma de tus manos. Frota las manos juntas para activar el aroma e inhala profundamente. Esto te ayudará a calmar la mente, prepararte para el descanso y promover un sueño reparador.
Como preparar el aceite de lavanda en casa
Ingredientes:
- Un puñado de flores secas de lavanda,
- 1 taza de aceite, puede ser aceite de almendras, aceite de jojoba o aceite de oliva.
Modo de preparación:
1. Colocar las flores de lavanda en un frasco de vidrio que tenga tapa y esté limpio y seco.
2. Calienta ligeramente el aceite en una cacerola a fuego lento, lo suficiente para que esté tibio pero no lo hiervas.
3. Vierte el aceite tibio sobre las flores de lavanda en el frasco, asegurándote de cubrirlas completamente.
4. Tapa el frasco herméticamente y agítalo suavemente para mezclar las flores con el aceite.
5. Coloca el frasco en un lugar soleado y cálido durante al menos dos semanas. Agita el frasco suavemente cada día para ayudar a liberar los aceites esenciales de las flores.
6. Después de dos semanas, cuela el aceite a través de un colador o un paño limpio para separar las flores.
7. Transfiere el aceite colado a un frasco limpio y oscuro para almacenarlo. Guarda el aceite de lavanda en un lugar fresco y oscuro para prolongar su vida útil.
