Cómo lidiar con la pérdida
El Director General de Salud Pública advirtió que esta semana será el “momento más difícil en la vida de muchos estadounidenses”. Con cerca de 10.000 muertes reportadas por COVID-19 en los Estados Unidos hasta el momento, sabemos que veremos muchos más casos, y muchas más muertes en los próximos días. Como país estamos sufriendo una terrible pérdida a gran escala. Estamos de duelo por la pérdida de nuestros seres queridos, y tememos por la salud y la seguridad de muchos otros.
También estamos experimentando distintos tipos de pérdida en nuestras vidas. Grandes eventos que marcan nuestras vidas, como bodas y funerales se han cancelado o aplazado. Hemos perdido trabajos. Hemos perdido celebraciones de nuestros logros como bailes de graduación, fiestas de cumpleaños y, pronto, ceremonias de graduación. No hemos celebrado importantes tradiciones familiares como Pascua o Semana Santa. Nos estamos perdiendo viajes de campamento, viajes para ir a ver los tulipanes, viajes de vacaciones. Estamos perdiendo dinero. Hemos cancelado planes. Hemos entrenado durante meses para eventos atléticos que se han cancelado. Hemos esperado con ansias conciertos que no se realizarán. Extrañamos ver a nuestros nietos y abuelos, amigos y familiares. Extrañamos el ritmo de nuestros días y semanas. Extrañamos ir a comer en restaurantes, ir al cine, ir a prácticas deportivas y campeonatos con los niños. Extrañamos nuestras gratificantes rutinas. Extrañamos esa taza favorita para el té o café que se nos quedó en el trabajo. Cualquiera de estas pérdidas sería decepcionante, pero las estamos sufriendo todas al mismo tiempo.
Algunas de estas pérdidas son temporales. Sin embargo, la sensación de pérdida que sentimos es muy real. Pero tenemos gran capacidad de recuperarnos, y saldremos sanos y fuertes de estos tiempos de aislamiento. Tal vez habremos aprendido a trabajar mejor desde casa. Tal vez habremos usado alguno de los equipos de ejercicios o pesas que teníamos guardados en el armario. Tal vez habremos salido a caminar más. Tal vez habremos tenido más comidas y reuniones en familia. Tal vez habremos enseñado a cocinar a los niños. Quizás habremos aprendido a usar la tecnología para volver a conectarnos con personas que viven lejos de nosotros, con las que hace tanto tiempo no conversábamos. Tal vez habremos descansado y despertado más tarde. Tal vez habremos participado más en el trabajo escolar de los niños y en apoyo a los maestros. Probablemente hemos saludado a nuestros vecinos con más entusiasmo.
Habremos tenido muchas pérdidas, pero esta época de aislamiento terminará porque todos unidos nos hemos mantenido separados. Recuerde que el distanciamiento físico no tiene que convertirse en distanciamiento emocional. Encuentre maneras de mantenerse conectado con quienes tiene en mente. Haga tiempo para enviar un mensaje de texto, llamar por teléfono o realizar videochat; enviar un correo electrónico, escribir cartas, conectarse en las redes sociales, llegar virtualmente mientras no se pueda visitar en persona. Nos necesitamos uno al otro ahora más que nunca.
Tengo problemas o conozco a alguien que tiene problemas
Si tiene problemas de ansiedad, depresión, uso de sustancias químicas, o si tiene problemas emocionales o de salud mental en este momento, sepa que es normal y que está bien pedir ayuda. Los Centros para el Control de Enfermedades tienen guías para lidiar con el estrés debido al brote de COVID-19.
Dicho esto, cuando se vuelve difícil enfrentar todo lo que estamos viviendo, no dude en explorar los servicios que tenemos disponibles para usted en el estado de Washington. El sitio web de coronavirus de nuestro estado tiene recursos para su salud mental y bienestar que abordan distintos temas como la crisis por adicción, la violencia doméstica, apoyo para el suicidio y la depresión, y mucho más.
Tenga compasión
Está sufriendo muchas pérdidas, grandes y pequeñas. Incluso aquellos de nosotros que somos lo suficientemente afortunados como para experimentar pérdidas temporales, igual podemos sentirnos enojados, abrumados y deprimidos. Podemos ver, en nosotros mismos o en otros, ciertas negociaciones inútiles, como por ejemplo: “Si llevo una mascarilla, ¿puedo ir a ver a mis nietos?” Y la triste respuesta es no. O tal vez veamos a personas que no se quedan en casa, negando el riesgo al que se exponen a sí mismas y a su comunidad. Esto es doloroso. Sea amable y gentil con usted mismo. Las otras personas en su vida y en su hogar también están afligidas. Sea amable y considerado con ellos.
Para más información:
- Departamento de Salud del estado de Washington
- Centros para el control y la prevención de enfermedades
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