Cultura empresarial como activo económico de las empresas y vía para conectar con las personas

Miguel Sanz Rivas
Bisiesto Estudio
Published in
5 min readSep 21, 2020

En Bisiesto Estudio nos hemos dado cuenta de la importancia del servicio al cliente como diferenciador en el mercado.

Ofrecemos servicios que otros muchos ofrecen y el «cómo» se ha vuelto casi tan importante o más que el «qué».

Empezamos por buscar el equipo entre gente que estuviera hecha de buena pasta y al final nos hemos dado cuenta de que pocas cosas hay más rentables en una empresa de «manos» que cuidar al equipo y hacer crecer a sus integrantes.

Diferenciación en el mercado

Como emprendedor, a la hora de crear una empresa de servicios como lo es una agencia de marketing como Bisiesto y en un sector ampliamente competido, observaba la diferenciación como un elemento clave, al principio para sobrevivir y más adelante para alcanzar el éxito.

A través de la especialización podíamos encontrar una nueva vía de diferenciación en la que elegir enfocarnos a algún sector determinado o a servicios concretos. Esto es lo que hemos hecho enfocando el branding estratégico, la creación de contenido y la creación y optimización de productos digitales como la piedra angular de nuestro trabajo en la agencia.

Lo interesante es que casi sin darnos cuenta, pronto estaríamos alcanzando una nueva forma de diferenciación difícil de vender pero que todo el mundo compra:

un servicio excelente y una preocupación total por el bienestar del cliente.

¿Cómo lo hemos conseguido?

Actualmente la agencia tiene un recorrido poco menos a tres años y en este tiempo siempre hemos tenido en cuenta que lo primero son las personas.

Pero no de boquilla, en serio.

Pongo algunos ejemplos.

  • Desde el momento en el que se eligen los equipos de trabajo en la compañía en los que se tienen en cuenta las necesidades y gustos de cada persona para hacer su trabajo más fácil y llevadero.
  • La elección de las sillas, pensadas para cuidar la espalda y la salud de quienes luego estarán horas dedicando su esfuerzo para tu compañía.
  • Búsqueda de momentos comunes en equipo. Desde un desayuno semanal al paseo al mercadillo cercano para comprar fruta o simplemente tomar el aire.
  • Cuando alguien necesita tiempo o espacio, se le da. Pensemos en alguien con mascota a quien se le pone enferma o una persona que tiene que ayudar a un familiar con algún tema importante. ¿Miramos el convenio? No. Miramos a la persona y lo que necesita y se le brinda espacio. No como empresa, como equipo.
  • El día de tu cumpleaños es festivo para ti en Bisiesto (¡aunque eso no te exime de traer bollitos cuando vuelvas!)
  • Si hay un horario, la empresa se alinea para que se cumpla, (no como en muchas agencias que conozco, donde la gente vive quemada trabajando de sol a sol) y dejando márgenes para que se puedan adaptar los horarios a las vidas de las personas.

Son solo algunos ejemplos, pero os aseguro que nos hacen grandes y que, aunque a veces en el corto plazo cuesta mantenerlos, en el largo plazo son insuperables.

La cultura del bienestar y la empatía como virtud

Lo que hemos ido consiguiendo con esto, es que no haga falta explicar que el equipo y el compañerismo son importantes (aunque también lo hemos hecho), sino que se haya ido contagiando este sentimiento de unos a otros y ahora, aquella persona que entra en contacto con nosotros, simplemente lo «respira».

Es la definición más fuerte que puedo ofrecer del concepto de cultura de empresa, algo que se respira según cruzas el umbral de la puerta, algo de lo que estamos todos contaminados y no es posible deshacernos de este halo a «Equipo Bisiesto» del que me apasiona fardar.

Ahora ya no hace falta que le digas a alguien que cuide al cliente

Cuando cuidas y atiendes a cada persona con cariño, se mima a cada colaborador atendiendo sus fechas de pago de forma rigurosa como con cualquier trabajador (incluso aunque a veces un financiero me cortaría las manos), cuando tratas a cada freelance y proveedor como alguien más del equipo y cuando en el equipo hay armonía incluso cuando se discute sobre algo, porque detrás hay cariño y cultura; entonces no hace falta decirle a nadie que cuide al cliente.

Solo hace falta seguir siendo así: empáticos y rigurosos con el trabajo. El resto sale solo y de forma natural.

Retención de talento en puestos de alta demanda

En nuestro sector, como en muchos otros, no es nada sencillo retener el talento. Está lleno de gente maravillosa y con capacidades increíbles pero, curiosamente, luego uno se pone a buscar y no es tan fácil encontrar a la persona adecuada en el momento adecuado.

😅

Pues bien, esa cultura de empresa que contagia también de puertas para fuera nos ha regalado incluso algún proceso de selección en el que nos hemos sentido increíblemente reconfortados porque necesitábamos a una persona y podríamos hacer seleccionado unas seis sin miedo a equivocarnos.

El motivo: que la gente ya sabe que trabajar en Bisiesto no es solo enfocarse a proyectos digitales o de experiencia de usuario, branding, desarrollo… sabe que es hacerlo dentro de un equipo donde lo más importante será su vida.

Y eso se nota porque nos llega cada vez más gente afín y que ya nos conoce: la primera criba viene ya hecha. 😊

¿Cuánto cuesta esto? ¿Cómo cuantificamos el valor que tiene que los clientes más recomienden?

Conclusión: la cultura de empresa es la base de las relaciones y un activo económico difícil de reemplazar

Así que podemos decir, que empezamos cuidando a nuestra gente por convicción y que a día de hoy se ha convertido en un activo diferenciado, con capacidad para mejorar nuestra captación y retención de perfiles de alto valor y que además incide directamente en la forma que tenemos de prestar nuestro servicio a clientes que ven impactada su vida y su negocio en positivo y de forma directa por esa cultura.

Y ahora que venga alguien y me diga que la cultura «son los padres». Pues para nosotros es tan real, que nos está llevando al éxito. O eso espero!

Gracias equipo 💛

Si te interesa este tipo de temas, algún día contaremos cómo gestionamos el equipo, clientes y la situación tan difícil durante la pandemia.

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Miguel Sanz Rivas
Bisiesto Estudio

Soñar es gratis. Emprender cuesta un poco más. Aprender es un gusto. Comer, una pasión. :)