Las mujeres son las usuarias más poderosas

HÁPTICA
BITÁCORA NARANJA
Published in
9 min readSep 29, 2022

Entrevista a Cari Guittard

Cari Guittard es experta en diplomacia corporativa, liderazgo en inteligencia de género, profesora en Hult International Business School y asociada Senior del grupo de inteligencia de género. En su visita a Colombia, sostuvimos una conversación sobre los servicios con visión de género y la inteligencia de género. Hablamos sobre qué son los servicios con visión de género, por qué es importante este tema y cómo las organizaciones pueden trabajarlo. Todo, como preludio de la charla virtual y gratuita, Servicios con visión de género, que Angélica Flechas dictó el martes 4 de octubre, del 2022, y que ustedes pueden encontrar al final de este artículo.

Háptica: ¿Cuándo hablamos de inteligencia de género de qué estamos hablando?

Cari Guittard: La inteligencia de género trata, realmente, sobre tener un entendimiento profundo y una apreciación sobre qué es lo que cada ser humano encuentra fundamental para sí mismo. También trata sobre entender que todos vemos el género de una manera distinta y dentro de eso hay distintas fortalezas y tendencias que todos presentamos y que podemos ignorar a la hora de relacionarnos con otras personas, especialmente en el trabajo o cuando estamos diseñando productos o servicios. Es algo que es fundamental. Sin embargo, todo el tiempo lo ignoramos o simplemente no ponemos la atención que merece. Como profesora de inteligencia de género en un ambiente multicultural, en Hult, tengo más de cien nacionalidades en el salón, y tener la posibilidad de entablar conversaciones cándidas y desarrollar un entendimiento sobre la inteligencia de género es el primer paso y es una progresión para ser más inteligentes en cómo nos relacionamos en el día a día y también en las comunidades.

H: ¿Cuándo y por qué te interesaste en la inteligencia de género?

C. G: Pasó completamente por accidente, como casi siempre sucede con estas cosas. Yo amo a los hombres. He tenido excelentes jefes hombres, he trabajado en ambientes dominados por hombres y en industrias totalmente masculinas. Empecé mi carrera en la industria de la seguridad cibernética, trabajando principalmente en el medio oriente y el sudeste asiático. Y lo que les digo, siempre he tenido excelentes experiencias con los hombres y no era una persona que estuviera estudiando el feminismo o que estuviera especialmente enfocada en temas de género. Un día el decano de Hult Business School, me dijo: ‘Cari, queremos que desarrolles un curso sobre liderazgo de mujeres y género’ y yo le pregunté por qué y él me respondió: ‘Bueno, pues tú eres una mujer’ y yo le dije, ‘Okay, feliz de hacer eso, pero tengo dos condiciones uno:

‘Los hombres tienen también que estar en el salón’.

Hay que tener en cuenta que esto fue hace diez años, hoy en día le diría que hombres y todos los géneros alrededor de lo que esto significa, porque de verdad creo que existe un espectro de género, y así es que toca tomar la conversación, pero en ese entonces todo era tan nuevo que dije eso.

Dos: debemos enfocar la conversación en cómo esto nos afecta en el día a día, cómo mostramos esto de una manera práctica y cuáles son las herramientas que podemos usar para ser cada vez mejores. De otra forma, es una completa pérdida de tiempo porque hay demasiadas emociones y la gente tiende a sentirse agredida y eso no es lo que quiero.

Tuvimos el primer curso completo en Dubái y fue increíble porque tuvimos 80 mujeres y cinco hombres, cuatro eran de Egipto y otro de Arabia Saudita, y estuvieron muy silenciosos, pero al final participaron y estaban tan comprometidos con el tema y pensativos que fue increíble. La última vez que lo hicimos fue en medio de la pandemia y fue un curso que tuvo más hombres que mujeres y eso fue un hito porque nos dimos cuenta de que los hombres de verdad estaban comprometidos con el tema y también porque empezó a haber un número importante de distintos géneros dentro de los salones. Todo esto elevó la conversación aún más.

De forma personal, debo decir, yo no entendía bien esto hasta que quedé embarazada. Cuando estuve embarazada de mi hija, recuerdo que tenía como seis meses, iba camino a Dubái en el avión, y me dijeron de forma repetitiva por parte de las azafatas y del piloto: ‘Yo no creo que deberías estar volando’ y fue la primera vez que caí en la cuenta de qué tan diferente el mundo me veía y también cómo cuántos procesos y espacios físicos dentro de las muchas compañías en las que trabajaba estaban diseñados para hombres. Una vez estaba en una reunión con un vicepresidente de una multinacional en Nueva York, y como una mujer embarazada uno necesita ir al baño de forma constante y pregunté dónde estaba el baño de mujeres, y todos eran hombres en la reunión y no tenían la menor idea y resultó que estaba tres pisos abajo. Esas son cosas pequeñas que llevan a las grandes. Y ahí pensé, tenemos que mirar más de cerca este tema y entender cómo institucionalizamos estos sesgos y luego desde una perspectiva de negocio. Ahora que tengo hijos que tienen cinco años y ocho, veo y reconozco en sus generaciones, ellos ven el género de una forma totalmente distinta, mi generación la ve distinto a la de mis papás y así; entonces, tenemos que ser curiosos al respecto.

H: ¿Es la inteligencia de género un tema solo de hombres y mujeres?

C.G: ¡No! Este es un tema que yo, personalmente, veo como un espectro de género y no veo el género desde lo binario, hombre-mujer, y esto fue una revelación para mí porque yo no fui criada así, yo fui criada en Texas, mi padre es militar, lo que significa costumbres bastante conservadoras sobre qué es el género y qué se espera de ser un niño o una niña. Extrañamente, yo fui la primera hija de mis padres y mi padre siempre estaba motivándome a hacer lo que quisiera, él era un piloto de guerra, entonces era como: ‘Si quieres ser un piloto de guerra, hazlo’. Como ven, tuve unos padres que nos apoyaban en lo que quisiéramos ser, pero el género nunca se discutió, simplemente se asumía: esto es lo que eres. Tengo dos hermanos que se identifican como LGTBTIQ y ellos no nos contaron su decisión de género sino hasta que tuvieron 20 años o más y como hermana me rompió el corazón porque compartieron con nosotros que ambos tuvieron experiencias muy difíciles y contemplaron el suicidio. Como hermana, en una familia tan unida, yo no podía imaginarme por qué ellos implemente no podían contarnos, si somos tan cercanos, y ellos me respondieron que simplemente no sentían que era algo que sería aceptado. Y pues claro, en nuestra comunidad, que de por sí no es conocida por ser muy abierta, eso abrió mis ojos y luego a medida de que mi vida siguió, viajé y conocí otras culturas, tema que me apasiona mucho, y también la inteligencia de género a través de las distintas culturas me apasiona, porque al trabajar en escuelas de negocios y negocios internacionales, siento mucha pasión y curiosidad por otras culturas, y si uno mira las culturas no existe tal cosa como una sola cultura colombiana, o estadounidense, hay muchas variaciones. Así he venido a entender el género y así es como la generación centennial y la generación alfa, las generaciones detrás de nosotros, y hasta los millennials entienden este tema, aunque es interesante ver que los millennials al ser entrevistados sobre este tema, cuando están solteros y saliendo en citas son muy abiertos a todo esto, pero cuando se acercan a una vida familiar, casarse, considerar tener hijos, sus perspectivas se tornan mucho más conservadoras sobre las reglas de género y las normas cuando está atado a ser padres. Lo fascinante de esto es que la generación centennial y la generación alfa, los más jóvenes, mis hijos, los que nacieron después del año 2010, ellos no piensan así de ninguna manera, ellos lo piensan totalmente como un espectro de género y eso es un cambio bastante grande. Entonces, toca entender que a pesar de que uno pueda verlo como un espectro, las perspectivas frente a este tema varían de generación en generación y eso tiene una tensión. Nuestras perspectivas también cambian a medida que vamos envejeciendo y a la final esto es un tema político para muchas personas. Yo solo creo que lo correcto es reconocer a las personas como son y apreciarlos por quienes son y deberían sentirse libres de expresarse como quieran expresarlo. Esa es mi percepción, pero también creo que, simplemente, esto es un negocio inteligente, entender a las personas como ellos quieren. Todo el mundo habla de cómo creamos ambientes inclusivos, bueno, pues esto es eso, si la gente siente que no puede venir al trabajo y hablar y compartir sus experiencias y poner sobre la mesa todo lo que son, se van a apagar y no van a estar comprometidos y eso es algo que puede estar faltando en la innovación de tu empresa y del crecimiento.

H: ¿Qué oportunidades de inteligencia de género crees que tienen las organizaciones en estos días?

C.G: El lugar más descubierto y la oportunidad para la mayoría de las organizaciones son las mujeres. Si estamos mirando tendencias del futuro y, dependiendo de la industria en la que estés, podríamos estar hablándole a los centennials o millennials, pero en general, la demografía más poderosa desde el punto de vista del consumidor, son las mujeres y no creo que hayan sido propiamente entendidas o valoradas. Cuando miras nuestras diferentes preferencias, desde qué compramos, hasta por qué compramos, es extraordinario y tengo amigos que se especializan en entender esas diferencias entre el qué y el por qué. Por ejemplo, cuando piensas en la comunidad gamer, yo soy una gamer y me encanta trabajar con personas que son diseñadores y diseñadoras en la industria de los videojuegos y también soy una exhacker, entonces amo trabajar con ingenieros y tecnólogos, y la mayoría son hombres. La industria de los videojuegos sabe que tienen ese problema porque es un ambiente masculino y también saben que tienen un problema en que la mayoría de las comunidades de gamers son espacios de misoginia y toda clase de violencia y es un reto de cómo manejar eso. Y, a pesar de todo eso, una de las demografías que está creciendo más rápido dentro del mundo de los videojuegos, es las mujeres, especialmente entre los 18 y 45 años, pero si miras entre las edades de 30 y 45, pues tenemos más dinero para gastar y gastamos más dentro de los juegos. Entonces, como interactuamos con la plataforma ha hecho que las empresas de videojuegos digan: ‘Necesitamos poner más atención a esto’. Claro, nosotras gustamos de juegos muy distintos a lo que le gustan a un usuario masculino típico, o a alguien que se identifica como no binario. Lo que es interesante es que las comunidades gamers finalmente están prestándole atención, muchos porque han tenido momentos de crisis de comunicación, también porque han perdido a sus mejores desarrolladores, y las mujeres que han intentado entrar en estas empresas que son trabajadoras de altísimo nivel, no se quedan porque las culturas no han sido inclusivas o ni siquiera les ha permitido proyectarse dentro de la empresa. Las mujeres son muy poderosas como consumidoras y somos las que convencemos a las personas de nuestras familias y en las comunidades de adquirir esto o aquello, ya sea porque somos las que compramos las cosas o porque influenciamos. Eso, por ejemplo, se vio clarísimo en la pandemia. En mi familia yo hago la mayoría de las compras para la casa y es porque no compro pensando solo en mí, sino en todas las personas de mi núcleo familiar. Luego viene nuestra voz a voz que influencia de forma tremenda. Una vez uno entiende eso y vamos más al fondo de nuestras experiencias entendemos qué tan importante son esos puntos de contacto en los servicios para nosotras y cómo queremos que hagan combos en nuestras compras para que nos ahorren tiempo, ¡por favor, ahórrenos tiempo!

Muestren que nos entienden desde una perspectiva de cómo nos vemos y nos sentimos y desde la eficiencia y con eso seguro nos fidelizaremos con sus marcas para siempre. A todas las compañías les digo, ya no es una excusa decir: ‘Es que nunca se nos ocurrió’, ¿cómo nunca se les ocurrió que esa mujer que está en su restaurante seguramente fue la que eligió el lugar por toda la familia? Mujer, además, que de seguro nunca más volverá porque cuando intenta ir al baño, en su embarazo, le toca hacer lo imposible. Son esas cosas tan sutiles, que son insights poderosos, que es lo que ustedes, Háptica, hace tan bien, ustedes hacen una inmersión en el negocio, usan la empatía para entender y buscan las maneras de entender el mundo de formas distintas que le entregaran a las empresas una verdadera ventaja competitiva. Esto no es solo súper cool y relevante, sino que así es que usted blinda su negocio y si no lo están haciendo están dejando un enorme lugar a la deriva, que los competidores aprovecharán.

Conoce más sobre este tema en la charla dictada por Angélica Flechas: https://www.youtube.com/watch?v=mFzq_U8GEYI

--

--

HÁPTICA
BITÁCORA NARANJA

Primera consultora de diseño de servicios cien por ciento colombiana. Bienvenidos: estas son nuestras historias con tacto. www.haptica.co