La informática en el Siglo XV

Intentaré razonar que la sociedad trata hoy la informática tal como en el siglo XV trataba la lectura y escritura; que necesitamos alfabetizarnos en tecnología digital para no quedar fuera de la economía, la ciencia y la cultura. Lo hago porque nuestro futuro económico, científico y cultural está en peligro por dos motivos: los tecnoanalfabetos y la falta de informáticos. Son dos riesgos que están relacionados entre sí.

Benjamí Villoslada
Bitassa a Lloure
Published in
6 min readMay 21, 2017

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El siglo XV fue de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Las ciudades crecieron y empezamos a comerciar con tierras lejanas. Los barcos fueron mayores y los proyectos también. Aparecieron los bancos, que daban crédito para expediciones imposibles. Todo ello se aceleró porque el conocimiento circulaba con más facilidad gracias a un invento que no era exactamente informática, pero casi.

La imprenta

En 1450 Gutenberg presentó los tipos móviles para la imprenta. Fue el invento más relevante del siglo XV. Tendrían que pasar 500 años hasta el siguiente descubrimiento más importante para la humanidad: el bit.

Informática ‘es la contracción de las palabras ‘información’ y ‘automática’. La imprenta era ‘la informática’ del siglo XV porque revolucionó la automatización de la transmisión del conocimiento. Las bibliotecas pusieron orden a la gran cantidad de información y en facilitaron el acceso a toda la población. Los libros eran los dispositivos de almacenamiento de datos y las bibliotecas los datacenter.

La informática de 1450 necesitaba gente que supiera leer y escribir, pero desgraciadamente la mayoría de la población era analfabeta. El ‘desgraciadamente’ lo decimos hoy; la verdad es que no sé si en el siglo XV había mucha gente orgullosa de su analfabetismo. Hoy sí; a menudo demasiada gente parece satisfecha — porque no lo oculta — de su tecnoanalfabetismo.

Font: World Economic Forum

¿En el siglo XV había quien decía que la lectura es cosa de escritores? 2017 hay directivos que aseguran que la digitalización de su negocio es cosa de informáticos. El resultado es que cerró la mitad de las empresas que en el 2000 estaban en la Fortune 500. El año 1450, ¿Había gente que creía que la escritura sólo un instrumento? En el siglo XXI los líderes de Kodak creyeron que la cámara digital era sólo un instrumento. Quebraron.

«La digitalización es cosa de informáticos»

Es una idea muy extendida. Condena al fracaso cualquier proyecto que incluya nada digital — hoy los es casi todo. Agota la energía de quienes participan.

  1. Siglo XV: «Quiero descubrir nuevos continentes y quién sabe cómo conseguirlo es usted porque es escribano y puede leer. ¡No me pida cómo lo tenemos que hacer porque soy analfabeto! »
  2. Siglo XXI: «Quiero una tienda tipo Amazon y quién sabe cómo hacerla es usted porque es informático. ¡No me pida cómo la tenemos que hacer porque la tecnología no es lo mío! »

Para entender que 1 es un absurdo, ha sido necesario que casi todo el mundo aprenda a leer y escribir.

Para expresar que 2 es un absurdo, el año 2017 todavía hay que dar demasiadas explicaciones. Las daré una vez más, pero hablando de lectura y no de informática.

El señor feudal — del siglo XV — convocaba al escribano para desarrollar sus proyectos. Parecía claro: todo el conocimiento de la humanidad estaba escrito y él podía leer. El lunes el escribano debía ser experto en cultivos de cereales; el martes ingeniero en maquinaria para segar cereales; el miércoles constructor de vehículos de transporte terrestre de cereales; el jueves astillero para la construcción de barcos para exportar cereales; el viernes contable para gestionar las facturas, cobros y créditos; el sábado arquitecto en construcción de catedrales para pedir a Dios buenas cosechas de cereales; el sábado experto en eventos para organizar ferias sobre cereales.

El domingo el escribano podía descansar.

(No me extraña que los escritores de la Edad Media acabaran cerrados a conventos, así no les fastidiaba nadie que no supiera leer, que era todo el mundo 😉)

No sé si en el siglo XV había la percepción de que la lectura daba superpoderes sobre todo el conocimiento humano simplemente porque estaba escrito, pero sí sé que en el siglo XXI existe la percepción de que saber software da superpoderes porque la informática puede gestionar todo nuestro conocimiento.

Podría poner muchos ejemplos prácticos pero no lo haré porque no quiero que nadie se sienta señalado. Sólo observa la cantidad de software insoportable que te ha tocado aguantar; posiblemente se ha hecho sin ninguna guía para la parte funcional; los expertos funcionales dijeron que la digitalización no era cosa suya. O porque habéis topado con técnicos inexpertos que sólo vieron informática — es la ley del martillo de oro.

Sigo la analogía entre informática y escritura: imaginemos que el informático es lingüista. Conoce el funcionamiento del lenguaje, pero de cereales no sabe nada. Si quieres que escriba sobre el tema necesitará un experto en botánica. No basta que le ayude; el botánico debe ser el centro del proyecto y el informático un mero intérprete.

La digitalización es cosa vuestra. Eso sí, necesitará la ayuda de un intérprete informático.

El error «la digitalización es cosa de informáticos» suele ir acompañado de un segundo error importante: menospreciar la importancia del estado digital de las cosas.

«La informática es sólo un instrumento»

Hay quien dice que los idiomas son sólo un instrumento para comunicarse. Lo suelen decir monolingües. Los que tenemos más de una lengua sabemos que no. No es fácil de expresar; tanto que a menudo los plurilingües callamos, para no ofender, cuando los monolingües sueltan su cantinela miope: «los idiomas sólo son un instrumento para comunicarse».

Los plurilingües sabemos que hay cosas que tienen expresiones únicas con sólo una lengua. La informática es una lengua más. No es fácil de explicar; tanto que a menudo los expertos en tecnología digital callan, para no ofender, cuando los analógicos sueltan su cantinela miope: «la informática es sólo un instrumento para trabajar».

La traducción de castellano a catalán incorpora novedades como las dobles negaciones o los pronombres débiles. En el fondo es poca cosa, porque la traducción de analógico a digital supone cambios en la esencia del pensamiento para expresar la cosa o el hecho. Por eso un líder en botánica expresada analógicamente difícilmente será líder en botánica expresada en digital; por eso Kodak no supo ver qué suponía la fotografía digital.

Hasta hace poco todo nuestro conocimiento podía estar en libros impresos con las técnicas derivadas del invento del Gutenberg. Era rígido, difícil de modificar y de transmitir en poco tiempo. Cuando alguien pensó que «la informática es sólo un instrumento», creó publicaciones digitales similares al texto impreso en una imprenta. Más adelante internet mejoró la distribución. Pudimos llegar al formato digital, más rápido pero tan rígido como el papel. Es la idea de que Kodak tenía de la fotografía digital. Se equivocaron mucho.

¿Hasta cuándo?

Ha sido necesario que vaya retirándose la generación de los líderes del papel para empezar a ver instrumentos digitales disruptivos. Las ventanas de los escritorios gráficos eran simulacros del papel; el ratón era un simulacro del lápiz. Los sensores, los vestibles, las redes neuronales artificiales y la realidad aumentada nos alejan del papel. Los impulsores no son informáticos, sino físicos, arquitectos, médicos y matemáticos que han aprendido a leer una nueva lengua, la digital.

No son informáticos los impulsores de los cambios que supondrá la cuarta revolución industrial. Es gente que nunca ha pensado que leer el mundo en digital es cosa de informáticos, como tampoco nunca pensaron que leerlo en verbal era cosa de escritores — en el siglo XV quizá sí. Ni de filólogos o lingüistas; afortunadamente leer es cosa de todo el mundo.

La informática no es un instrumento para hacer de forma más eficiente el mismo de siempre, sino una manera nueva de hacerlo todo.

No encuentro palabras para expresar la profundidad del cambio. No se puede comparar con el cerebro, aunque se aproxima; no se puede comparar con la idea de Dios, aunque puede parecer sobrenatural en algún momento. Quien comprenda la dimensión de todo ello no fracasará; talmente el siglo XX, cuando (a diferencia del siglo XV) había que saber leer y escribir para no quedar fuera de la economía, la ciencia y la cultura.

No fracasar

Me puse al teclado con la idea de que nuestro futuro económico, científico y cultural puede fracasar por dos motivos: los tecnoanalfabetos y la falta de informáticos. Sé que no es fácil de resolver hasta que no superemos las generaciones que aprendieron todo lo que saben leyendo papeles impresos. Para que sucediera hicieron falta un par (mallorquín) de cientos de años para que madurara el invento del Gutenberg. El bit todavía no tiene cien.

Va para largo.

En informática estamos en el siglo XV, que es cuando pasamos de la Edad Media (quise decir Papel) a la Edad Moderna (quise decir Digital).

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Benjamí Villoslada
Bitassa a Lloure

Bitologist: Everything that can be software will be software. Entrepreneur, Mentor and Speaker.