Lo que he aprendido al trabajar con mamás

Ana Victoria García
Bitácora Emprendedora

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Por Ana Victoria García

En el equipo de Victoria147 somos en su mayoría mujeres y es inevitable pensar ¿qué pasará cuando lleguen los hijos? o ¿cómo nos organizaremos para seguir funcionando?

No soy mamá aún, pero tengo un interés genuino por entender ¿qué necesitan las mujeres que se convierten en madres y quieren seguir trabajando? ¿cómo puedo generar un ambiente más humano y más empático en mi empresa, sin que esto provoque que bajemos nuestro desempeño?

La realidad es que las estadísticas no mienten, en posiciones gerenciales y directivas, según el periódico El País, el 58% de las mujeres renuncian a su trabajo cuando se convierten en mamás.

No podemos perder el talento que tenemos en nuestras compañías. Se necesitan más alternativas para las profesionistas que quieren disfrutar su maternidad, y es por eso que, durante los últimos tres años, he dedicado especial atención a observar, preguntar y hacer pruebas dentro de Victoria147 para entender cómo cambiar la forma de pensar respecto a este tema. He contratado a mamás con hijos de todas las edades y a mujeres embarazadas; también he rebotado experiencias con emprendedoras de mi red que están en la misma situación y he encontrado cosas interesantes que te pueden servir a ti mamá que quieres ser parte de una empresa, y a ti emprendedora que tienes mamás en tu equipo

1. Tenemos que llegar a un acuerdo justo

Como emprendedora debes fomentar esquemas de trabajo flexibles que permitan que fluya la relación mamá-jefa. Primero entiende ¿qué es lo que necesita la nueva mamá para cumplir con su trabajo? No todas necesitan lo mismo, es importante escucharlas y adaptar las prestaciones y políticas que ofrece tu empresa para armar un plan que funcione para ambas partes. Una vez que le presentes tu oferta laboral (sin que pongas a tu empresa, ni a sus resultados en riesgo), aterriza por escrito lo que tú y la compañía necesitan en cuestión de resultados, horas de trabajo, dinámica de comunicación, presencia en la oficina, horarios. Mientras más específicos y claros sean los compromisos, habrá menos mal entendidos.

Ambas partes deben sentir que ganan en esta situación, si la balanza se inclina más de un lado y hay inconformidad, la relación se dañará en algún momento ¡Evítalo!

2. No todo es para siempre

Como emprendedoras, nos puede dar miedo prometer algo que dure para siempre y que no necesariamente nos funcione. Ofrecer flexibilidad, home office y otras facilidades, a veces puede generarnos incertidumbre. Te recomiendo que hagas planes con fechas de caducidad ¿o sea? que los esquemas de prestaciones especiales por maternidad duren cierto periodo y así puedas evaluarlos, modificarlos o ajustarlos en caso de ser necesario. Eventualmente, después de un periodo de flexibilidad, podrás volver al esquema de tiempo completo presencial.

3. Debemos cumplir o compensar

Lo que he experimentado siendo jefa de mamás es que siempre surgen imprevistos. Los hijos se enferman, la escuela cancela las clases, hay festivales, y muchas situaciones fuera del control de la mamá. Lo entiendo. Pero no puedes asumir que, por ser mamá, puedes excusarte detrás de estos imprevistos, sin ofrecer alternativas. Mi consejo para ti es siempre proponer una solución, compensar, hacerle ver a tu jefe que te importa tu trabajo y sobre todo que eres responsable ante cualquier situación. Y ojo, cuida el no poner demasiadas excusas alrededor de tus hijos, pues eso podría crear un círculo tóxico que lastime la relación laboral y haga ver tu trabajo poco profesional. Recuerda que todos tenemos problemas e imprevistos en nuestra vida personal y no por eso los llevamos a la chamba.

Es importante que ambas partes cumplan los acuerdos a los que llegaron. Así sean los horarios, las prestaciones o el cumplimiento de objetivos por parte del área. La claridad y responsabilidad son indispensables cuando se ofrecen esquemas flexibles y a distancia.

4. Orden y estructura, la regla de oro

Al asumir una responsabilidad tan grande como ser mamá, se multiplican los pendientes, las actividades, los compromisos…y es muy común que al ajustarte a esta nueva situación olvides cosas, te sientas abrumada con tareas nuevas y tengas menos tiempo. Organizarte será indispensable. Llevar tu agenda con diligencia y organizar tus horarios, será indispensable para entregar tus proyectos en las fechas en las que te comprometiste. Mientras más estructura logres generar, más rápidamente te ajustarás a tu nueva fase y sobre todo, no dejarás de cumplir con tus responsabilidades laborales.

5. Comunicación, comunicación y comunicación

En Victoria147, cuando las mamás terminan su periodo de maternity leave, damos algunos días de home office a la semana. En ese tiempo es indispensable que estés disponible y contestes ágilmente el celular y los correos; participar activamente en las tareas diarias (aunque sea a la distancia)será fundamental para generar esa confianza y cercanía con tu equipo de trabajo. Cuando hables con tu jefa o con tu equipo, opta por las videoconferencias en lugar de las llamadas, ya que generan una sensación de presencia y cercanía.

6. Red de apoyo

Seguramente necesitarás ayuda. Crea una red de apoyo. Ya sea tu mamá, suegra, hermana, nana, guardería, amigas y por supuesto: el papá de tu hijo (recuerda que él no te apoya a ti, si no que comparte la responsabilidad contigo). Identifica tus opciones, personas cercanas o estructuras que podrían sostenerte en situaciones imprevistas.

7. Todo parte de la actitud y las ganas de trabajar

Antes de volver a trabajar, convéncete de querer hacerlo. He visto que no es sencillo reincorporarse y adaptarse a una nueva dinámica con tantas responsabilidades alrededor de ti. Debes sentirte segura con la decisión, pues es un compromiso que demandará energía y tiempo. La actitud y las ganas de hacer las cosas serán la clave para que esto funcione. Si llegas con mala cara, quejándote de lo cansada que estás, si descargas tus temas personales en la oficina y expresas de manera indirecta que no estás contenta con volver al trabajo, crearás un círculo negativo a tu alrededor, que perjudicará tu ámbito laboral y cansará a tus compañeros y a tu jefe.

8. Tiempo de feedback

Ambas partes deben fijar un espacio para hablar de ¿cómo se sienten? ¿cómo van los objetivos del área? ¿si hay algo que no ha fluido cómo debería? El tener un espacio de retroalimentación es importante para hacer ajustes a tiempo y pulir la dinámica de trabajo.

9. ¿Y los papás apá?

Cada vez que se enferma uno de los hijos de las mamás de la oficina, la escuela les habla siempre a ellas para que se encarguen y resuelvan. Yo me pregunto ¿y los papás? ¿dónde está el compromiso equitativo ante esta nueva gran responsabilidad? Hay que incorporar a los papás a tomar la iniciativa de resolver, de hacerse cargo y de repartir los compromisos entre las mamás y ellos.

Tanto empresas como mamás deben dar el espacio de responsabilidad que requieren y pueden aportar los papás. Así que empresa: apoya a los nuevos papás a tomar la iniciativa, y fomenta políticas laborales que faciliten su paternidad, y mamás, no duden en incorporarlos a esta nueva dinámica.

10. Crea una filosofía de hermandad

Es importante que toda la empresa sepa tu responsabilidad con la maternidad y se alineen con ella. Todos son elementos clave y deben saber que su aportación es indispensable para que estos esquemas funcionen. Comunica tu filosofía y fomenta una cultura de hermandad en la que la mayoría se sienta cómoda y orgullosa de ser parte de una empresa humana y responsable con los papás y mamás.

Ojo: Idealmente lo que escribo sobre los esquemas de flexibilidad deberían ofrecerse a las mamás y papás de la misma manera para así acortar verdaderamente la brecha de equidad dentro del ámbito laboral. Pero en lo que avanzamos para allá, espero te sirvan estos consejos.

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Ana Victoria García
Bitácora Emprendedora

🙋🏼Fundadora de @Victoria147org ✍️ Autora del libro “Ellas” 🎤Conferencista ⚡️Curadora de curiosidades