2018: La caida de un gigante con pies de barro.

Cryptobeliever
Blockchain y cryptomonedas para todos
4 min readDec 15, 2018

Todos (o casi todos) los inversores en criptomonedas que conozco tienen cierta veteranía. La tienen bien porque tienen un perfil más o menos profesional de inversor, o porque en este mercado bajista han tenido tiempo de sobra para aprender a no cometer el mismo error que cometieron a principios de año.

Recordemos diciembre de 2017, en concreto las redes sociales. Todo era exuberancia grosera, lambos, moon, obscenidad en forma de yates, viajes de alto standing. El dinero se multiplicaba por cien en menos de un mes, y no son pocos los que vieron su pequeña inversión convertirse en menos de un trimestre en una fortuna.

Ahora echemos un vistazo al perfil predominante de pequeño inversor: Gente muy joven, con poca o nula experiencia empresarial,gestión de patrimonio y provenientes en un gran porcentaje del mundo de las apuestas. Y vive dios que apostaron, y ganaron. Hasta enero de este año.

Este crecimiento disparatado llamó la atención sobre un mercado minúsculo pero con unas cifras de vértigo. Los grandes inversores pusieron la lupa sobre BTC y el resto de criptomonedas. Y empezaron a aparecer opciones ligeramente parecidas a los productos y servicios que hay en el “mundo” real: Futuros, Bitmex, etc.

Bitmex ofrecía a los amantes del riesgo un amplio abanico de posibilidades en forma de Leverage: el sueño de todo jugador, convertirse en un “Trader” experto y seguir amasando fortuna como cualquier lobo de Wall Street.

Paralelo a esto, mientras los pequeños y medianos inversores bajaron la guardia con el análisis de riesgo y entraron cegados por la codicia a la espera de idénticos resultados que sus predecesores de 2017, todos los equipos que lanzaron su propia criptomoneda recibieron tal cantidad de capital que se vieron literalmente bañados en oro. El acceso sin control, de manos inexpertas, y con nulas garantías de retorno al inversor debido a la inexistente legislación, hizo que muchas de estos equipos se comportaran de una forma absolutamente irresponsable.

Estos equipos, formados por gente muy joven, con sueños y ambiciones alimentadas a golpe de Bitcoin y Ethereum, desdeñaron los más básicos procedimientos empresariales para garantizar la viabilidad del proyecto. Y allá que fueron y dilapidaron de manera grosera el maná llovido del cielo, en forma de viajes, yates, deportivos, jets privados y fiestas que harían temblar hasta al mismísimo Jordan Belfort.

En algunos casos, y haciendo un supuesto alarde de conciencia y madurez, invirtieron en gran medida en otros valores análogos la fortuna recaudada o parte de ella a la espera de los resultados de sus predecesores, con tasas de retorno de 3 cifras.

El drama estaba servido.

El dinero inteligente no estaba dispuesto a pagar los desorbitados precios de enero. La tecnología que abre las puertas hacia una nueva era era el objetivo de instituciones publicas y privadas, que se pusieron manos a la obra para poder adquirirla a un precio mucho mas razonable.

A lo largo de todo este año hemos podido ver cómo el precio de nuestros Wallets ha disminuido drasticamente. Los inversores noveles (la inmensa mayoría) no fueron capaces de asumir perdidas del 10/20% y siguieron Holdeando a la espera de una pronta recuperación. Y los equipos que habían invertido y holdeado otras monedas distintas de la suya, hicieron lo propio. Todo fruto de la falta de madurez y expericncia necesaria para maniobrar en un mercado bajista alimentado por profesionales.

Y esta situación nos lleva en un suerte de Vía Crucis al día de hoy. Podemos observar la escabechina de liquidaciones de este año en Bitmex de aquellos Traders noveles que jugaban a amasar fortuna imitando a los autenticos profesionales. Los holders de BTC y alts, soportando perdidas del orden del 90%, confiando en una pronta recuperación.

Pero sobre todo, echemos un vistazo a la hecatombe subyacente en esta escabechina. Qué fue de los equipos que dilapidaron su dinero o lo invirtieron en otras monedas?

Puedo ponerme en el pellejo del CEO de cualquiera de ellos. Pensando como salir de la situación, como explicar esto, como justificar la quiebra técnica cuando el proyecto es brillante.

El gigante con los pies de barro ha caído. Bastaba con haber mirado a los expertos del mundo “real”. Bastaba con un poco de humildad y asumir que somos pececillos en un estanque de tiburones. Que necesitamos ayuda, contables, consejeros, directores de desarrollo empresarial, expertos de marketing, expertos en relaciones institucionales. Pero no, en aquel momento nada de eso pareció ser necesario. Y ahora es tarde para recuperar el 90% que han dilapidado o perdido invirtiendo en otros valores.

Podemos leer a día de hoy como los CEO anuncian públicamente que van a invertir lo poco que queda en operaciones intradía (RollerCoasters que terminarán fundiendo hasta el último satoshi),o avisando de que les quedan fondos para tan solo seis meses (cuando hace meses pagaban millones de dólares a futbolistas de renombre y otros famosos para anunciar su proyecto). El colofón tragicómico a este disparate empresarial.

Esta crisis ha traído mucho sufrimiento al mundo crypto. Pero era necesario. Los equipos que sobrevivan a este duro invierno saldrán curtidos, y el tiempo decantará a aquellos que jugaron a ser empresarios de éxito y no se molestaron en entender lo que es un flujo de caja.

Respecto a los grandes inversores y la sinergia actual de precios a la baja, estoy absolutamente convencido de que es una situación bien estudiada y temporal. Y que los pequeños inversores que aun siguen aquí y holdean las monedas adecuadas ganarán dos cosas importantes en el medio plazo: una autentica fortuna, y la experiencia suficiente como para enfrentar otras situaciones similares de mercado.

En todo caso, mucha suerte a todos y ánimo.

Omar el Azayza, CEO de Blackcat Blockchain Investments.

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