Por qué juego en mi 3DS y leo en el Kindle y no desde mi iPhone.
Con los teléfonos actuales es difícil imaginar que Sony vaya a sacar una nueva consola portátil o que Nintendo vaya a remontar sus ventas con 3DS. Aunque el negocio de los videojuegos y el de las consolas compiten por la atención y el tiempo dedicado a estas de la gente, realmente esto no tiene por qué ser así.
Los smartphones no sirven para jugar. Sirven para introducirte al mundo de los videojuegos.
Los modelos de gama alta de teléfonos son más potentes que la consola de Nintendo, e incluso podrían crear escenarios y experiencias de conexión mucho más interesantes que las portátiles, pero el problema de estos como un dispositivo inútil de gaming no reside en la potencia o posibilidades, sino en la cantidad de distracciones que estos dispositivos tienen. Uno no puede sumergirse en el mundo de The Legend of Zelda y que las notificaciones de Twitter salten a la pantalla, o estar en medio de una batalla en Killzone Mercenaries y aparezca una notificación de que tu última foto en Instagram tiene nuevos likes.
Hay juegos como Xenoblade Chronicles que son imposibles de jugar en un móvil. Hay juegos que requieren de tiempo, dedicación y concentración para entender la historia. Al igual que no leería un libro en mi iPhone 6 Plus, no jugaría a un juego en el móvil.
Para leer empleo un Kindle Paperwhite que no le tengo enganchado a Internet. Es posiblemente de los pocos dispositivos que únicamente tienen un objetivo: leer. Y la 3DS tiene otro muy claro: jugar.
El smartphone hace tiempo que dejó de servir para llamar, y en su lugar ha pasado a ser algo tan ambiguo como comunicarse o, incluso, “estar conectado”. Estar conectado a un mundo de notificaciones, tareas, contactos y redes sociales que asaltan la brillante pantalla en una nueva forma de distracción.
Durante un tiempo intenté leer en el iPad desde la aplicación Books. De hecho, conseguí leerme un par de libros. Es un muy buen sistema de lectura que te permite consultar cosas acerca del texto desde el propio dispositivo, ahondar más en las cosas y para ello puedes acceder a Wikipedia. Espera, ¡eso es Internet! Efectivamente, es Internet y eso es un foco de distracciones. En mi caso sucede que leo una frase y hay algo que no entiendo o un nombre de una persona de la cual me apetece saber más, y busco en Internet. Después al cabo de un rato me doy cuenta de que me he alejado del objetivo que era leer el libro. Y estoy haciendo otro que es informarme, o ahondar en la lectura, pero que me distrae de la meta final.
Lo mismo sucede con un videojuego. Cuando juego desde la 3DS y no tengo conexión a Internet, mi concentración está completamente focalizada en el juego, en los acontecimientos, y en el momento presente. Cuando no sé como continuar o el malo malísimo me lo está haciendo pasar mal uso una cosa que a veces se me olvido que está ahí: uso el cerebro para pensar en cómo salir de esa situación airoso. Si tuviera Internet cerca miraría en YouTube cómo se lo ha pasado otra persona y yo simplemente me limitaría a seguir esos pasos. Como una guía.
Por este motivo me encanta mi consola portátil, por que sirve para un único propósito: jugar.
Los smartphones son a mi parecer el dispositivo más disruptor de los últimos años, y en gran medida debo mi trabajo de cada día a estos, pero, como toda herramienta debe hacerse un uso adecuado de ella y saber para qué sirve. El problema o beneficio del smartphone es que sirve para infinidad de cosas. Pero, ¿qué sucede cuándo únicamente queremos hacer solo una cosa?