Creando una comunidad solar en la Comuna 13 de Medellín

Juan Manuel España
Blog EnergEIA
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10 min readJun 1, 2021

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Escrito por Laura Márquez, Juan Manuel España y Santiago Ortega; fotografía: Manuela Patiño. Universidad EIA — Medellín.

El mundo se encuentra en constante cambio. La preocupación por el calentamiento global ha sembrado la necesidad de prácticas amigables con el ambiente en todos los aspectos de la vida humana. El mercado de la energía no es la excepción a estas necesidades.

Llegar a un mercado con amplia oferta de fuentes de energía limpia y renovables es una de las aspiraciones principales en el sector energético en los últimos años, beneficiar con esta energía todos los grupos y clases sociales es un objetivo aún mayor. Los mercados de energía han cambiado tanto que el consumidor final, hoy en día, tiene la posibilidad de ser productor; equipos tecnológicos permiten que una persona genere energía en el techo de su casa; consumir energía no es el único papel que puede tener hoy en día el ciudadano común; han surgido nuevos tipos de usuarios de energía más allá del que obtiene el servicio, ahora se tiene el conocimiento, se participa e incluso se negocia.

En los últimos años, numerosos proyectos han labrado el camino para adoptar los cambios que llevan a cumplir los objetivos mencionados, lograr una oferta de energía limpia y lograrla para toda la población. ¿Qué estamos haciendo en la ciudad de Medellín? ¿Cómo se podría llevar esto a cada comuna, barrio y comunidad? Hablemos de esto.

Crear una comunidad solar consiste en unir un grupo de personas, vecinos, o miembros de un equipo para compartir un proyecto de energía solar, obteniendo diversos beneficios tales como excedentes económicos, ser parte de la producción de energía limpia, entre otros.

El proyecto de energía solar comunitaria nace como parte del programa Transforming Systems through Partnership (TSP) de la Real Academia de Ingeniería del Reino Unido, es liderado por el grupo de investigación EnergEIA, de la Universidad EIA, y se desarrolla en conjunto con la University College London (UCL), Empresas Públicas de Medellín (EPM), ERCO Energía y NEU Energy, en alianza con el Partido de las Doñas de la Comuna 13 y Agroarte.

Entre noviembre y diciembre del 2020, se realizaron los talleres de cocreación, herramientas empleadas para la generación de ideas de una forma colaborativa. Estos talleres se desarrollaron como primeros pasos para la creación de la comunidad solar, ubicada en la comuna 13 de Medellín.

Llegamos a esta comunidad por medio de doña Sandra, beneficiaria del proyecto Intercambio de energía solar entre pares, primer piloto que se desarrolló como parte de la Iniciativa Energía Transactiva en Colombia.

Doña Sandra hace parte de “El Partido de las Doñas” y Agroarte, un grupo social, unido por la necesidad de superar problemáticas sociales como la desaparición forzada, homicidio, violencia doméstica y otros tipos de violencia. Este grupo, buscar construir historia y sanar a través del arte, el fomento de la cultura y las prácticas manuales, fomentando la creación de redes y apoyo entre los habitantes barriales.

A los talleres asistieron entre 10 y 20 personas, integrantes del partido de las doñas. y se realizaron cada 8 y 15 días en la casa de doña Margarita, una participante del proyecto, que nos recibió en 2 ocasiones y, posteriormente, en el parque biblioteca de San Javier, donde finalizamos los talleres y la primera fase para la construcción de esta comunidad solar.

Desde el primer día resonaban las expectativas, la disposición, pero, sobre todo, la curiosidad. Estas mujeres y hombres de los hogares de la comuna 13, algunos con sus hijos, llegaron a cada reunión dispuestos a aprender y despejar sus dudas sobre cómo podrían acceder a la energía solar y a través de esta, mejorar sus vidas.

Taller 1 — Descubrimiento

El primer taller fue realizado el 25 de noviembre del 2020. La agenda se centró en la presentación del proyecto, conocer a los futuros integrantes de la comunidad solar, exponer las expectativas y dar los primeros pasos hacia el entendimiento conjunto.

Llegamos entonces a contarles esta historia, de cómo un equipo de investigadores, con ayuda de grandes organizaciones, llegan a sus puertas con el objetivo de entender sus necesidades respecto al servicio de energía, buscar la colaboración, aprender juntos y llevar la energía solar a esta comunidad.

Adicionalmente, nos encontramos con el reto de acrecentar ese sentido de comunidad, que ya estaba de alguna forma en sus mentes, a través de un objetivo común. Posteriormente, se presentaron los miembros de la comunidad mientras que expresaban sus dudas y expectativas de cara a esta nueva experiencia. “¿Ayudará esto a la economía de mi hogar?”, “¿podré usar todos mis electrodomésticos?”, “no tengo techo, ¿puedo hacer parte de este proyecto?”, estas fueron algunas de las inquietudes mencionadas, entre otras, que apuntaban a elementos como su calidad de vida y situación económica.

En la segunda etapa del taller 1, se realizó un mapeo de conocimientos a través de una encuesta que se centraba en los conocimientos básicos en relación al proyecto, por parte de la comunidad. ¿Qué sabe de la energía solar? ¿Qué hace para ayudar al medio ambiente? ¿Qué es una comunidad solar?, fueron algunas de las preguntas centrales. Ante estas, los integrantes llamaron la atención sobre factores como el ahorro económico, la contribución de la energía solar al medio ambiente y la necesidad de conocer todo acerca de la energía solar. Respecto al significado y concepto de “comunidad solar”, lo perciben como una comunidad que desea ahorrar, hacer parte del cambio del mundo de la energía y con un sentimiento compartido de unidad.

Al final de este taller, pudimos entender el que las aspirantes a participar del proyecto contaban con conocimientos básicos tales como el aporte al medio ambiente, la necesidad de buenas condiciones climáticas para la energía solar y el ahorro necesario al interior de los hogares; debido a esto, identificamos los elementos a fortalecer de cara al inicio de proyecto; además, reafirmar el interés, la determinación y el compromiso de los invitados con la idea de una comunidad solar, sobre todo las inamovibles ganas de aprender y ser parte de una iniciativa que representa el avance y desarrollo de su comunidad.

Taller 2 — Definición

La agenda del segundo taller se centró en la explicación de cómo la energía solar puede cambiar a las comunidades y el aprendizaje de algunos elementos son fundamentales para entender la dinámica que se genera en una comunidad solar; esto se realizó en 2 etapas.

En primer lugar, se contaron varias historias sobre experiencias con energía en comunidades: un bombillo comunitario en la Comuna 13, una comunidad buscando hacer parte de la transición energética en Dinamarca, estudiantes luchando contra el calentamiento global en Estados Unidos, entre otros. Estas historias de contaron con el propósito de evidenciar cómo algunas comunidades incorporaron en sus vidas la energía solar, algunas por iniciativa, otras por necesidad, pero todas logrando un beneficio mutuo.

En la segunda etapa del taller, se realizó el juego “¿Watts the deal?”, estableciendo roles como el banco, los hogares y la entidad dueña de las redes de transmisión; también, bienes y servicios como el dinero y la energía. Cada hogar contaba con una producción de energía y consumo determinado, según el caso algunas veces se verían obligados a comprar energía de la red, gastando más dinero. Sin embargo, en el transcurso del juego los integrantes dieron paso a la posibilidad de venderse energía los unos a los otros, teniendo en mente el bienestar de los demás y el ahorro económico general, comprando y vendiendo su energía más barata.

Wattsthedeal, Dinámica desarrollada por investigadores del UCL Energy Institute; un juego de mesa para mostrar cómo se llevaría a cabo el intercambio de energía entre pares dentro de una comunidad como intervienen factores como la red y sus posibilidades como prosumidores.

Al final del taller 2 se avanzó en la comprensión de las dinámicas de consumo, el papel de la red, los costos y la producción alta o baja de energía según las condiciones climáticas.

Uno de los hallazgos más satisfactorios se dio cuando uno de los jugadores se quedó sin dinero ni energía, ante lo cual su comunidad actuó donando cada uno la misma porción de energía para el jugador. Esta alternativa demuestra el sentido de comunidad que caracteriza a este grupo de personas al cual llegamos.

Taller 3 — Desarrollo

La primera actividad fue dirigida por una representante de ERCO, líder de experiencias.

El taller 3 fue el más importante de esta primera etapa, en este se tenían 2 objetivos: explicar el funcionamiento de la energía solar a través del reconocimiento de los paneles, medidor, en general, elementos necesarios para instalar los sistemas fotovoltaicos en los hogares; también definir el diseño estructural y organización de la comunidad solar.

La primera actividad fue dirigida por una representante de ERCO, líder de experiencias.

En la segunda etapa del taller, se realizó una actividad con el objetivo de guiar la comunidad en la toma de decisiones sobre elementos que se debían determinar para dar marcha al piloto, para esto primero se debió explicar en qué consistían estos elementos y su importancia: ubicación de los sistemas solares, organización y sistema de gobernanza, comunicación y divulgación de la experiencia, reconocer las funciones de EPM en la comunidad solar, entre otros.

Posterior al entendimiento de los conceptos, se dividió a los asistentes en 2 grupos para tomar sus ideas alrededor de estas decisiones y se realizó un proceso de socialización. Entre los elementos de la discusión resaltan los siguientes:

  • Ubicación de los paneles solares fue determinada por “lo que sea mejor para todos y genere más energía”, así la comunidad puso a disposición todas las viviendas.
  • Para la organización se definió un modelo democrático en el cual todos los integrantes de la comunidad tengan voz y voto.
  • Distribución de excedentes, en esta surgieron propuestas como elección de un tesorero y creación de un banco comunitario.
  • En cuanto a las comunicaciones se eligió dar un nombre a la comunidad para facilitar su reconocimiento como pioneros en energía solar y realizar actividades de difusión con este mismo objetivo.

Las propuestas de ambos equipos se integraron, construyendo una alternativa final para el diseño de la comunidad solar, que es la solución en la que se basa el piloto.

Finalmente, el taller 3 ayudó a poner en práctica los conceptos aprendidos en el taller anterior, usarlos en la toma de decisiones y guiar esta comunidad en su transición a comunidad solar.

En la socialización de ideas de cada equipo surgieron conceptos como la democracia en el modelo de gobernanza, tomar las decisiones de forma grupal; acerca de la posible integración de nuevos miembros resalta la importancia de que cada uno aporte a la comunidad solar desde sus posibilidades; respecto a la distribución de excedentes de la energía, se determina asignar un tesorero y crear un banco comunitario que ayuda a redistribuir estas ganancias, ya sea al interior del proyecto o a nuevas iniciativas que beneficien a la misma comunidad.

Conclusiones

El desarrollo del proyecto de energía solar comunitaria y para este, la realización de talleres de cocreación, deja grandes aprendizajes para los proyectos siguientes, especialmente en cuanto al relacionamiento con comunidades y la identificación de sus necesidades con el objetivo de alcanzar el éxito de manera conjunta.

  • Objetivos claros: establecer las metas de los proyectos y explicarlas de manera clara y concisa, es fundamental para que las comunidades conozcan hacia donde guía el camino y las actividades que se realizarán, estableciendo un fin común.
  • Comunicación constante: definir un canal de comunicación que mantenga a la comunidad activa, comprometida y con las actividades presentes, permitir el acceso y mostrar disponibilidad ante sus dudas, inquietudes y aportes, es necesaria para establecer confianza y desarrollar el proyecto.
  • Estructura comunitaria: la organización de las comunidades es un elemento que facilita el desarrollo de cualquier actividad, en estos casos, resulta exitoso contar con líderes y canales de comunicación establecidos previamente que facilitan la receptividad del proyecto.
  • Capacitación y formación constante: las comunidades tienen amplio interés en la capacitación que puedan ofrecer los proyectos, esto resulta fundamental para mantener el compromiso, involucramiento y participación elevada de las personas.
  • Importancia del territorio: La pandemia del covid-19 generó problemas logísticos debido a la necesidad de tener espacios que cumplieran con las medidas de bioseguridad. Si bien la idea principal era tener todos los talleres en el barrio, fue necesario buscar unos espacios un poco alejados del mismo para desarrollar algunos de los talleres. Esto evidenció una situación que no era visible para los investigadores en un principio: las Doñas eran enfáticas que era importante tener la mayoría de los talleres en el barrio, no necesariamente por comodidad o disminución de desplazamientos, sino porque como grupo comunitario su lugar de acción principal era su territorio. Realizar los talleres en el barrio hacía que el proyecto tuviera más impacto, validación y apropiación por parte de la comunidad a la que busca beneficiar.
  • Puentes entre los usuarios y las empresas de energía: Durante los talleres fue evidente la falta de contacto que tienen las empresas de energía con los usuarios finales. Esta desconexión puede generar potenciales conflictos que se crean por falta de claridad en la información que las empresas proveen a los usuarios, y por la prevención de los usuarios frente al accionar de las empresas. Tradicionalmente, el sector eléctrico no había buscado acercase mucho a los usuarios porque no tenía una necesidad latente de hacerlo, ya que se preocupaba por temas técnicos de mayor escala. Sin embargo, en los nuevos modelos de negocio de energía comunitaria los usuarios se convierten en agentes activos del sistema que interactúan permanentemente con la red. Por es,o una comunicación clara, precisa y oportuna, acompañada de una estrategia de formación energética para el público en general, es fundamental para que se cree confianza entre las partes y estos modelos funcionen.

Los talleres de cocreación ayudaron a generar un ambiente de confianza y construcción, en conjunto con la comunidad, se evidenció el interés aportar a una iniciativa que generaría beneficios para los hogares, la academia y el sector de energía. Facilitar que los avances tecnológicos, nuevos modelos de negocio y formas de mercado y prácticas sostenibles lleguen a los consumidores finales debería ser un objetivo central para la academia, sector privado e instituciones gubernamentales.

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Juan Manuel España
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Passionate about energy, technology and entrepreneurship. Entrepreneur based in Medellin. Founder of the Transactive Energy Colombia Initative. Founder at @Nubo