Responsabilidad Social en tiempos de emergencia
El domingo 03 de junio, Guatemala amaneció en medio de una tragedia. El Volcán de Fuego había hecho erupción, enviando nubes de ceniza caliente mezclada con agua y escombros, que bloquearon las carreteras y dejaron varias viviendas en llamas. Según los expertos la explosión fue la más violenta en 40 los últimos años.
Este inquieto Volcán está situado al centro-sur del país, entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, siendo uno de los más grandes e impresionantes de Centroamérica.
Sus erupciones son violentas, y se reporta activo desde tiempos de la Conquista, según lo hace constar el conquistador Pedro de Alvarado en sus escritos de 1524.
En tan solo dos semanas, este evento ha dejado ya más de un centenar de muertos y la cifra de damnificados llega a 1,7 millones de personas, según lo comunicaron diversos agentes de la prensa internacional, como el diario La Nación en Costa Rica.
“Nos está costando mucho identificar a los fallecidos porque la mayoría perdió sus facciones o las huellas digitales. Vamos tener que recurrir a otros métodos antropológicos y si es posible tomar muestras de ADN para identificarlos”, explicó el Director del Instituto Nacional de Ciencia Fornece a la Associated Press.
Los fenómenos naturales de este tipo son muy frecuentes en una zona tan volcánica como el Istmo Centroamericano, lo cual no hace más fácil su aceptación y manejo, pues estos siempre vienen acompañados de pérdida de vidas y tragedias personales de amplia magnitud. Pero el aspecto positivo de este tipo de eventos, es que sin duda sensibilizan a la comunidad internacional y despiertan sentimientos de solidaridad en naciones amigas.
Así lo comenta el Diario El País, de Colombia:
“Todos los países miembro de la Organización de Estados Americanos OEA, han ofrecido su cooperación a Guatemala, cada uno de acuerdo con sus capacidades”.
La Agencia Guatemalteca de Noticias AGN también informó que representantes del Banco Mundial, la Unión Europea y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, convocaron a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), la Coordinadora para la Reducción de Desastres (CONRED) y los alcaldes de las comunidades afectadas, para establecer la creación de un ‘Clúster de Recuperación’, una metodología probada en otras partes del mundo, que se utiliza para recuperar zonas de desastre.
¿Cómo debería operar, el ejercicio de la responsabilidad de las personas y las empresas, en estos casos?
Muchos ciudadanos corporativos así como individuos de una sociedad afectada por tragedias como la que vive hoy Guatemala, también quisieran y debieran vincularse activamente a los esfuerzos de apoyo que despliegan los gobiernos y organismos internacionales. Sin embargo, no siempre cuentan con mecanismos para facilitar ese apoyo.
Es entonces cuando toma sentido la plataforma Yo me uno, creada por BAC Credomatic para facilitar y movilizar precisamente este deseo.
Yo me uno facilita la colaboración de personas y empresas que se sientan identificadas con una causa en particular, convirtiéndose en intermediario para movilizar donaciones en efectivo o en especie, que individuos y empresas desean entregar a una causa en particular.
En el caso de la emergencia del Volcán de Fuego, BAC Credomatic Guatemala activó la plataforma, que en tan solo una semana, había recaudado de ciudadanos y organizaciones, más de $70.000 dólares, motivados además por una contraparte que ofrece nuestra empresa de duplicar dólar a dólar lo que se recaude, hasta un total de un millón de quetzales.
La creatividad de las empresas, cuando se pone al servicio de la sociedad, es sin duda una excelente forma de potenciar los impactos positivos de las entidades comerciales, convirtiéndolos en oportunidades de crecimiento y desarrollo para la sociedad en su conjunto.
