Huertas y arroces

Carlos Jiménez
blogcorriente
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3 min readApr 1, 2019
La entrada a Ca’ Pepico, con la pequeña terraza al sol

“Oye, ¿Y donde podemos comer una buena paella?”

Llevo 8 años viviendo en Valencia. Solo me he comido dos paellas en ese tiempo y hasta hace escasamente dos días, no podía recomendar o hablar de ningún sitio con seguridad.

Las paellas son algo personal, en cada casa hacen la mejor de cada familia y es algo difícil de explicar a alguien de fuera como un plato puede acaparar horas de discusión un lunes a la hora de comer, cuando los tupper llenos de arroz, pollo, gambas, caracoles y alcachofas copan las mesas de todas las oficinas de la capital del turia.

Las paellas buenas fuera de casa escasean, y allá donde antes acudías con recomendaciones de amigos y familiares hoy son trampas para turistas que han oído hablar de ese plato de arroz del que usted me habla sin más información al respecto. Es el fast food valenciano y yo no conocía ninguna otra opción, hasta que el pasado fin de semana y tras esquivar kilómetros de huerta valenciana llegamos a Ca’ Pepico.

Situado en mitad de l’horta nord de Valencia, en Roca, al lado mismo de la parada de Roca Cuper encontramos uno de los secretos a voces mejor guardados por los valencianos, una casa que cuida una estética y gastronomía cercana y valenciana con un trato impecable que convierten el comer en placer a un precio sin excesos.

Seguramente, el mejor arroz al senyoret que haya probado hasta la fecha.

Un arroz al senyoret por menos de 20 euros por persona que eché de menos nada más dejar el establecimiento. Un arroz bueno, muy bueno, gambas deliciosas, calamar tierno y todo decorado con alcachofas de temporada que daban un tono grisáceo al arroz, prueba de que es un arroz hecho en casa, al momento, con tranquilidad y buen hacer. Y se nota.

El camino hasta ahí había sido igual de impecable. Quizá nos pasamos con los entrantes, como en una comida familiar, quisimos comer con ganas y ojos antes que con estómago y pedimos, muchos pero volvería a hacerlo.

Sencillez y calidad, acierto seguro.

Tomate con ventresca de atún. Pulpo a la gallega. Croquetas de bacalao. Sepionets en su tinta.

El tomate era de huerta, el pulpo se deshacía en mi boca, las croquetas sabrosas y sin gluten (puntazo) y los sepionets tiernos y con una salsa para mojar con tres barras de pan más.

A continuación, el arroz al senyoret que inspiró a Spielberg. Un alarde de calidad que me dejó sin palabras literalmente y que aupó la comida de banquete a festín.

No pudimos con el postre (de verdad, nos pasamos con los entrantes) y terminamos la comilona llamando a un taxi.

Mientras esperábamos fuera, hice una lista mental de todo aquel que quería traer a Ca Pepico y, enseñarles, donde pueden comerse una buena paella.

El vino no faltó, rueda blanco, 15€, correcto, aromático afrutado y nada empalagoso. Refrescante, no recuerdo la bodega ni la marca, una lástima. Tienen cerveza Turia de tirador y una amplia carta de vinos.

La cuenta, éramos 5, en total poco menos de 32 euros por persona.

Difícil acceso, fuimos en taxi desde Ruzafa, 18€, el taxista se perdió y tuvimos que dar varias vueltas, él cercanías C6 te deja en Roca Cuper que está al lado pero los fines de semana hay pocos viajes. Hay bastante aparcamiento.

Tienen carta con alégrenos y es gluten free casi toda, incluidas las croquetas de bacalao. Los postres pintaban brutales pero ya no pudimos con más. También tienen una pequeña terraza.

Al final salimos por 32€ por persona: 4 entrantes, paella de arroz al senyoret, botella de vino, dos botellas de agua. Recomendable 100%.

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