Rediseñamos el packaging de la tarjeta Bnext
A la hora de replantearnos el packaging que acompaña a la tarjeta Bnext a casa de nuestros clientes, decidimos obviar la meta -diseñar un nuevo packaging- y centrarnos en el camino, tratando de crear una experiencia que haga de la activación de la tarjeta una consecuencia natural (y deseada) del proceso.
No buscábamos crear un packaging, sino una experiencia.
El anterior packaging fue elaborado en una fase distinta del proyecto, y a pesar de que ha alojado miles de tarjetas Bnext, consideramos que tenía bastantes puntos de mejora.
Tras analizar las necesidades de nuestros usuarios en la fase de activación y definir lo que queríamos transmitir con esta nueva iteración, decidimos apostar por un packaging:
- Que fuese sencillo, sin mucho texto
- Económico, robusto y de calidad
- Único (un diseño 100% hecho por y para Bnext)
- Que tuviera un guiño al packaging anterior
- Que facilitase el montaje de la tarjeta
Y todo siempre con el objetivo de crear una experiencia.
Sencillo, sin mucho texto
Nuestro anterior packaging tenía demasiado texto. Los diversos tests de usabilidad que llevamos a cabo con clientes que abrían el packaging sin información previa nos hicieron llegar a la conclusión de que el usuario no requiere de tanta cantidad de información. Ya ha ingresado 25€ para que se le envíe la tarjeta (tras una previa investigación de qué le ofrece la tarjeta Bnext) y lo que quiere es activarla cuanto antes.
El objetivo quedaba claro, tanto para el propio usuario como para nosotros: activar su tarjeta Bnext. El packaging, por tanto, debía guiar al usuario hacia su objetivo de manera sencilla y natural.
El objetivo quedaba claro: activar la tarjeta. El packaging debía guiar al usuario hacia él de manera sencilla y natural
Por esa razón, lo primero que ve el usuario al abrir el packaging es la tarjeta rosa -un color imponente- y un mensaje corto: “Desliza, es tu nueva tarjeta”. La extracción es natural e incluye las instrucciones básicas resumidas en tres puntos para poder empezar a usarla de forma inmediata:
Todo ello con el logotipo, web y redes sociales de Bnext para darle branding al packaging.
Económico, robusto y de calidad
En Bnext no medimos cada euro; medimos cada céntimo. Si trabajas en una startup, seguramente te suene. Por eso, desde el comienzo del proyecto fuimos conscientes de que el coste era un factor muy importante.
Para ello, se tenía que poder construir con una sola lámina de papel, impreso con la menor cantidad de tintas posibles y sin absolutamente ningún tipo de manipulado manual. Obstáculo que superamos con la ayuda de Josep Amat de Vanguard Gràfic que fue todo un reto para el y su equipo.
Tras analizar distintas opciones, acabamos apostando por un papel de gran gramaje. Esto permite que no se doble ni se rompa con facilidad, lo que aporta robustez y calidad.
Único (un diseño 100% hecho por y para Bnext)
Desde el comienzo tuvimos claro que no íbamos a ir por la vía fácil. No queríamos un packaging patentado y menos aún apostar por uno que ya usara la competencia. Queríamos un packaging Bnext, que fuese diseñado por y para Bnext.
Tomamos la decisión de colaborar con Fer, un diseñador de Barcelona, para que nos ayudara con este proyecto. Esto permitía al departamento de diseño de Bnext enfocarse en el producto y realizar el nuevo packaging en tiempo record.
Que tuviera un guiño al packaging anterior
A pesar de querer evolucionar constantemente, en Bnext no queremos olvidar de donde venimos. Y de la misma forma, tampoco queríamos olvidarnos del anterior packaging en esta nueva iteración.
Había que mirar hacia el futuro, pero sin olvidar de donde venimos
La antigua versión fue diseñada por Mika de Akimad y Jacobo, nuestro Head of Business Intelligence. Entre sus peculiaridades, además de estar fabricada con cartón 100% reciclable, estaba que la tarjeta se elevaba de forma prácticamente mágica al abrir el cartón. Esta sorpresa gustó mucho a nuestros primeros usuarios. Podéis ver aquí el vídeo de presentación.
Por ello, decidimos mantener el efecto de “aparición mágica” de la tarjeta cuando el usuario abre el packaging. Un guiño que nos lleva al futuro sin olvidar el pasado.
Que facilite el montaje de la tarjeta
Una importante pega del packaging anterior era el montaje de la tarjeta. Era realmente costoso y encarecía el coste del envío, ya que nuestros proveedores de transporte tenían que invertir mucho tiempo en montar cada tarjeta.
Esta vez, nos aseguramos de que esto no volviese a pasar cerrando el packaging con un adhesivo ya incorporado tras retirar una fina lámina de papel.
Lo más importante: crear una experiencia
De nada sirven los elementos anteriores si no son parte de una experiencia que permite al usuario entender y sobretodo disfrutar el proceso. Por eso hemos cuidado cada detalle de esta nueva versión de packaging, tratando de simplificar los mensajes e incluso guardar alguna sorpresa.
De nada sirve todo lo demás si el usuario no entiende y disfruta el proceso
Ente esos detalles está por ejemplo la cremallera que permite acceder a la tarjeta, y que aparte de permitir una apertura muy sencilla y agradable deja un corte limpio.
Hasta aquí puedo leer. Si te ha gustado, déjanos tus claps y comparte con tus amigos. Y si aún no tienes tu tarjeta Bnext, no dudes en visitar nuestra web para enterarte de cómo conseguirla. Gracias por leer!
