¿Son los ETFs la próxima gran burbuja por estallar?
El fuerte crecimiento de activos bajo gestión en ETFs, del que dimos cuenta en nuestra anterior entrada, lleva a que se hable de una supuesta burbuja de los ETFs o de la gestión pasiva. Gráficos como este parecen avalar estas afirmaciones:
Pero, como suele suceder, las cosas se ven muy diferentes con un poco de perspectiva, es decir, si comparamos el volumen de activos en ETFs con el del total del mercado. Aquí mostramos la comparación para el caso del mercado de Renta Variable estadounidense.
La burbuja que sí existe en los últimos años es la de usar el término “burbuja” para muchas más cosas de las que sería sensato. Esto quizás es otro ejemplo más de uno de los sesgos cognitivos que tenemos los seres humanos: el de atribuir más importancia a los fenómenos recientes y extrapolarlos hacia el futuro. Como hemos vivido importantes burbujas recientemente (puntocom, inmobiliaria, las más destacadas), asumimos que estamos rodeados de ellas.
También se habla de la proliferación de nuevos ETFs en el mercado. Pero, por un lado, que se creen muchos productos nuevos, no significa que atraigan la atención y el dinero de los inversores: el 90% de los ingresos por ETFs es generado por los que tienen más de 5 años; y el 1% de los ETFs atrae la mitad de los flujos. Como ocurre en otras industrias, el crecimiento atrae a nuevos competidores que buscan su pedazo de tarta. En este caso, lo van a tener difícil, dada la “guerra de precios” y la buena posición de los dos líderes indiscutibles del mercado: Vanguard y Blackrock.
Por otro lado, también estos datos de creación de nuevos ETFs deben analizarse en su contexto, comparando con productos sustitutivos. Y aquí, vemos cómo en lo que llevamos de 2017 en EEUU se han lanzado más fondos de inversión (la mayoría no indexados) que ETFs, atrayendo cuatro veces más de activos los primeros que los segundos.
Sí, los inversores están optando de forma creciente y acelerada en los últimos años por estrategias indexadas y ETFs. Pero ni controlan el mercado, ni son la única estrategia viva ni la gestión activa está muerta.