¿Porqué No?

La pregunta que siempre está presente en mi cabeza todo el tiempo, dejándome incontables noches en vela buscándole alguna respuesta sensata: ¿porqué no?

Para mí esta pregunta es como un bucle infinito que me regresa nuevamente al inicio de todo para terminar reformulando la misma pregunta una y otra vez — ¿porqué no?

Pensándolo bien, ¿qué situaciones nos hacen plantearnos esa pregunta, esas tres palabras? Se me ocurre que son aquellos momentos que no nos permiten hacer equis cosa, como salir de fiesta, pasear por la calle, ir al cine…

No importa lo que sea, pero cada vez que vas a tomar una decisión se presenta esta pregunta, y tiene su razón: es el miedo a hacer algo diferente y que esté mal y cause problemas. De tanto pensar llegué al punto en el que me harté y me dije «solo dale otro significado y ya chingaste».

¿Porqué no?

Lo hice, y ya no es una pregunta que me siga deteniendo, sino una respuesta que me me motive a hacer lo que muchos tacharían de raro, o sin sentido, o extravagante o atípico, algo como:

¿Porqué no hablarle a la persona que todos tachan de raro?
¿Porqué no salir y perderte un rato?
¿Porqué no cambiar todo y poner de cabeza tu mundo?
¿Porqué no ser como tú quieres ser?
¿Porqué no ser el que arregle a las personas?

A pesar de todo puedo decir sin retractarme que estoy muy feliz con mi vida, a donde vaya siempre cargo conmigo una sonrisa para todos los momentos, a fin de cuentas, siempre hay algo por qué estar feliz, incluso en los peores momentos, así conocí a mi mejor amigo, una increíble persona a quien pareciera que conozco de toda la vida a pesar de haberlo conocido hace poco. Así también conocí a grandiosas personas, y la posibilidad de conocerlas me sigue pareciendo imposible de creer.

Con la experiencia que tengo en mi corta vida — que es la suficiente — cargo conmigo a donde voy esa pregunta:

¿Porqué no ser feliz cuando ya tienes lo necesario?