La no-guía Anti-pedagógica del work from home.

Facu Gandini
braintly
Published in
9 min readApr 3, 2020
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En Braintly estamos acostumbrados a trabajar remoto. Casi la mitad de nuestra semana estamos trabajando desde casa. Y así vamos varios años. Personalmente me gusta seguir empresas como @doist y @basecamp en cómo trabajan su approach al “remote first”. Si bien no es lo mismo que el WFH (Work from home), ya que en esta segunda opción tenemos otra locación (léase, una oficina), tienen muchos puntos en común.

En efecto, con todos estos menesteres generados por nuestro enemigo invisible (suena marcha militar épica de fondo), muchos van a aprender a los golpes de qué se trata trabajar desde casa. Estuve investigando y encontré mucha información, consejos y demás menesteres, pero a veces las guías son para quienes trabajan remoto (y tal vez hace año no pisan una oficina) ó para aquellos que ven el trabajo remoto como un desafío, una expresión de deseo ó una dificultad. Esta vez es diferente.

El trabajo remoto no está bien y no está mal. No es mejor ni peor que ir a la oficina, si no que es simplemente diferente. Tiene sus pros y sus contras, así que no todo lo que brilla es oro.

Anduve leyendo por ahí sobre la depresión, la ansiedad, los ataques de pánico, la pandemia…. Wo wo wo wo. Frename un segundito. Estamos en cuarentena. Y no, por la cuarentena no te vas a deprimir, no vas a tener ataques de ansiedad ni te vas a morir ni estamos en un Apocalipsis zombie.

Si te sentís solo y triste, está bien. A todos nos pasa. Es normal, mi querid@ lect@r. Si realmente sentís que la vida no tiene sentido y te cuestionás todo lo que estás haciendo producto de estar en casa y tener tiempo para pensar, también es normal. Eso pasa cuando uno está solo y tiene tiempo para estar solo con sus pensamientos. Ahora, si lo único que te invade es el pesimismo y realmente estás pensando en decisiones más drásticas, entonces sí tenés un problema y deberías buscar ayudar. Y no, no fue por la cuarentena que estés invadido por esos pensamientos. Probablemente venga de antes y no te diste cuenta ó no te quisiste dar cuenta.

¿Estás debutando en esto de trabajar desde casa?. Leí por ahí rutinas de “cambiate, ponete horarios, hacé de cuenta que estás yendo al trabajo, encontrá tu lugar para trabajar cómodo” y vi “influencers” en instagram que entrenan, meditan, corren en la casa, cocinan, son esbeltos y son felices en cuarentena. Bullshit.
No va a ser fácil, pero si no querés entrenar, no querés cocinar y querés estar en pijama todo el día tirado trabajando desde la cama, hacelo!. Disfrutalo y fíjate si te sirve: Más aún si sos productivo en tu trabajo usando pantuflas. No hay una receta, hacé lo que te salga.
¿Lo bueno?: Te vas a ahorrar el viaje a la oficina, el estrés de la calle y vas a poder concentrarte más. ¿Lo malo?. El aislamiento y el poco límite entre el trabajo y la vida misma.

Hace unos días tuve una call con un cliente importante (una de las automotrices más importantes) y todos esperábamos cierta formalidad: Nada más alejado de la realidad. El cliente estaba con su hijo en andas, escuchando “Hakuna-matata” y las criaturas gritando por toda la casa. Y eso está bien!. Somos humanos, tenemos hijos y eso nos hace más cercanos. ¿Y saben qué?, la call se vuelve más empática y humana.
¿Tenés hijos?. No los amordaces cuando tenés una call. Déjalos que participen, presentalos al resto del equipo, incluso a tus clientes. Créeme que ayuda. También sabemos que en algún momento los vas querer revolear por el balcón. Y eso nos pasa a todos. No sos mal padre por perder la paciencia. Pero por favor, no los revolees.

¿Es recomendable tener tu espacio y tiempo para trabajar?. Sin dudas que sí, sobre todo si tu trabajo es 100% remoto, pero si estás en casa por fuerza mayor, hacé lo que te salga y no te sientas culpable por los errores que cometas. Todos estamos improvisando y aprendiendo.

Dicho esto, y habiendo presentado la situación, el trabajo remoto durante esta cuarentena no va a ser una guerra contra el aburrimiento ó el encierro únicamente, pero acá les dejo un par de tips sin pedagogía para que no sea tan abrumador comunicarse con tu equipo de trabajo:

El trabajo es algo que hacemos, no un lugar al que vamos.

El que te diga que hace calls desde las 10hs hasta las 18hs, está haciendo todo mal. En estos días vamos a tener que aprender a escribir y escribir bien.

Uno de los grandes desafíos que tenemos es elegir qué canal usar para comunicarnos. Y vamos a dedicarle una sección a nuestro tan amado chat.

Los chats de grupo son la forma perfecta de estresar a todo un equipo. Es como estar en una reunión de todo el día y sin agenda.

¿Usas slack?. Estás metido en varios canales y te encontraste con docenas y docenas de notificaciones. Relax, todos hemos estado ahí.
Este tipo de chats lo único que hacen es distraerte y generarte más estrés ya que uno siente la necesidad de contestar todo lo que tiene enfrente por FOMO (del inglés fear of missing out — El miedo a perderse algo — ) y así en un abrir y un cerrar de ojos se te hicieron las 4pm y no avanzaste nada. Y eso que estuviste sentado en la computadora desde las 9 ó 10 de la mañana.
Contestar un chat y “ayudar” libera en el cerebro la misma sustancia química que se libera cuando consumimos azúcar: Dopamina. Divino, ¿no?.

El chat no es un monstruo malvado que nos consume la vida. De hecho, el chat tiene cosas buenas, tales como:

  • Si necesitas feedback rápido ó un insight para compartir algo brevemente, no hay mejor herramienta que el chat.
  • Alertas: Sirve para alertar a tu equipo si estás ante una emergencia. Evitemos el “podríamos estar ante…” Porque eso genera falsas alarmas, ergo, un constante desgaste en la credibilidad de la alarma.
  • Divertirse: Quién no pasa memes ó imágenes de gatitos por el canal “General” de slack?.
  • Pertenecer: Esto sí es importante, y genera sentido de pertenencia en un grupo de personas. Tan sencillo como decir “buen día” ó “salgo a comer”; sentir que le hablamos a alguien y que el otro conteste “buen día”.

Pero….El chat tiene su parte negativa y trataré de parafrasear resumidamente lo que el team de Basecamp opina sobre el mismo (y con el cual yo adhiero):

  1. Fatiga: Estar leyendo chats y scrollear para arriba para saber qué se dijo genera un cansancio y estrés sin sentido.
  2. ASAP: no no no, ASAP es veneno. Eso genera nada más que ansiedad.
  3. Te pasas un rato leyendo un chat, no tenés tiempo para contestar, y cuando te sentás a hacerlo, el chat ya avanzó. Imposible seguir así, mucho menos participar productivamente.
  4. La gente escribe sin pensar y le manda “enter” a todo lo que piensa. No!, primero piense, después mándele enter.
  5. Se suelen definir cosas en el chat que luego quedan en el olvido ó recibimos comentarios como “tal como acordamos por slack”… y te querés morir, por que no tenés ni idea qué se definió ni cómo.
  6. Interrumpe y mucho: Molestan las notificaciones y la incertidumbre de estar perdiéndose algo importante. No uses el chat para cosas importantes. Esto genera también que pierdas el hilo de tu actual trabajo y de tus responsabilidades. Como si tuvieras un ojo en el chat y el otro en tu laburo. Tardamos hasta 23 minutos en volver a concentrarnos en la tarea que estábamos haciendo. Imaginate si el chat te distraería 5 ó 6 veces por día. ¿Ves?. Ahí te das cuenta por qué vamos a la oficina 9 horas y no 4 ó 5.
  7. Genera conversaciones dentro de conversaciones: Tal vez vienen charlando de algo de manera prolija y derecha, hasta que otro usuario ingresa un problema ó un tema colateral al problema principal. Y ahí se desmadra todo. Muchos dirán “bueno, usá los threads”; sí, pero si somos amigos del enter para ganar en la carrera del chat y opinar cuanto antes, créeme que usar el thread no es la solución.
  8. Conversaciones de 5 ó 10 personas son interminables. Dicho y hecho. Todos van a opinar sin pensar. Y el pobre infeliz que piensa, queda atrás en la charla.
  9. Sobre-comunicar: Está bien saludar al inicio del día, al irse a almorzar ó bien para decir cosas importantes, pero no hace falta molestar (sí, molestar) cada 10 minutos con algún comentario sin importancia. No moleste señor@. O al revés, por ahí tenés un jefe que cada 30 minutos te pregunta ó menciona algo sin sentido para saber si estás ahí. En ese caso, estimado lector, su jefe es un estúpido.
  10. Las notificaciones: Si tenés 1 mail ó 2 sin leer, vas a ver el numerito al lado de la app/ícono, pero en el chat vas a tener más de 40, 50 ó 100. Eso no genera otra cosa más que ansiedad por el simple hecho de “correr de atrás” el chat y la información.
  11. Y si tenés el chat abierto, el famoso “puntito verde” denota que estás “disponible” para “ser consultado” (molestado). Amig@, no moleste, estamos trabajando!.

Bueno, todo lindo, pero ¿Qué podemos hacer para mejorar esto?.

Como primera medida, apagá ciertas notificaciones, coordinate agendas para trabajo “profundo” ó “deep work”: Agendate horas de la mañana ó la tarde para avisarle a tu equipo que no vas a estar disponible ya que tenés que cumplir con tus obligaciones por las cuales te pagan.

Usá otras herramientas online para comunicarte con el equipo: puede ser el mail, Jira, Asana, Trello, Basecamp, Notion, Monday, Twist. Hay un sinfín, pero no permitas que el chat (Slack ó WhatsApp) sea tu principal herramienta de trabajo.

El equipo de Doist tiene buenos consejos para expresarnos de manera productiva:

Escribir como hablás.

Ser profesional no implica ser formal. Escribir con cuidado, pero tampoco con palabras difíciles. Ya sabemos que sos inteligente, no te mueras por demostrar tu vocabulario cada vez que mandas un mail. Acordate que del otro lado hay humanos, no robots.
Usa palabras sencillas y casuales. Evita las palabras con humo “sinergía”, “Win-win”, “Valor agregado”, etc, etc.

Escribir concisamente.

¿Viste?. Como los cuentos: Cortos. “Introducción, nudo y desenlace”. Sacá las palabras innecesarias. Un ejercicio que leí por ahí de los amigos de Basecamp es sacar dos ó tres palabras al azar y luego fijarte si eran realmente necesarias ó no.

Evita los “yo creo que…” ó “en mi opinión…”: Eso genera dudas sobre tu capacidad de no sólo determinar problemas, si no que detona tu capacidad de potenciar soluciones.

Al grano.

Arrancá por los más importante y por la definición del asunto. No des vueltas al cuete dando introducciones innecesarias. Sí, es válido el contexto, pero no hace falta que cuentes la historia de la vida para ir a proponer una solución. Asumí que el otro que va a leer esto:

  1. Es un ser humano igual que vos (ergo, no aburras).
  2. Probablemente no tenga toda la info en la cabeza que vos sí tenés.

¿Tenés un problema?. Propone una ó varias soluciones. Si no sos proactivo, probablemente tu problema no se resuelva (a menos que sea algo muy transaccional).

Cuidemos al otro.

No es lo mismo si te contestan con un emoji que con un “Ok, buenísima idea, gracias. Lo tengo en cuenta”. Cuidá al otro, si es necesario feedback negativo, también, pero no sin antes agradecer por el tiempo ó el trabajo invertido del otro.

No es lo mismo contestar con un “Yo opino diferente...” ó “No coincido…” Que un “Gracias por el feedback, acá te paso mis ideas:…”

El TL;DR para los ansiosos:

  • No podés no comunicar.
  • Poco real time, mucha asincronía.
  • Dedicá tiempo a escribir y pensar lo que estás escribiendo.
  • Si escribís mal ó te comunicas mal, significa más trabajo para todos.
  • Los calendarios y las calls no tienen nada que ver con la comunicación.
  • No seas ansiso@: “ahora” no existe. No hace falta que escribas algo por cada pensamiento que tenés. Imagínate si todos harían eso con todos.
  • ASAP es veneno puro.
  • Vísteme despacio que estoy apurado. Cuanto más apures, el trabajo de calidad decrece.
  • 5 personas en una call de una hora, no es una hora de trabajo, son 5.
  • Las calls son el último recurso, no el primero.
  • No esperes que alguien te conteste inmediatamente, a menos que sea una emergencia. Generen con el equipo una forma de comunicar que algo es una emergencia.
  • Pregunta si todos entendieron tu punto. Dar lugar a la duda, así sea la más absurda.

El trabajo remoto es un gran desafío para empresas que no estaban acostumbradas a tal metodología, pero lamentablemente somos hijos del rigor y si algo nos enseña la historia, es que el progreso es resultado de las crisis y de los errores.

Esta guía para mi también fue un elemento de catársis, ya que veo mucho contenido online que quiere convencernos de cosas que en un corto plazo son difíciles de obtener.

Todo requiere iteración y experimentación. Nadie se vuelve experto de un día para el otro, pero tampoco un marinero se volvió experto con un mar en calma.

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