Qué tipo de profesional eres

¿Un crack o un fraude?…

{chechusalas}
Brand Diván
4 min readJun 7, 2015

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Quieres ganar más dinero, que te propongan para ese puesto en el extranjero, que todos aplaudan y reconozcan que la idea fue tuya… Quieres todo eso, y sabes que te lo mereces, pero hay una mala noticia: todos los que están a tu alrededor quieren lo mismo.

Cuando llevas un tiempo en un trabajo empiezas a sentir necesidad de reconocimiento. Eso es normal y fundamental, pero “el tiempo” o “la suerte” no son los factores que van a hacer que eso pase.

Existen dos factores mucho más potentes para conseguir lo que te mereces y que además, dependen solo de ti: SOLUCIONAR PROBLEMAS Y TENER ENCANTO.

Si eres capaz de posicionarte bien en estos 2 terrenos, se te abrirán todas las puertas… y en menos tiempo del que esperas.

SOLUCIONAR PROBLEMAS

Mi padre siempre me dijo “- Yo busco gente que me solucione problemas, no que me los cree”.

Esa frase resume perfectamente lo que buscan todas las empresas: gente que resuelva problemas. Pueden ser problemas de negocio, problemas de organización, de gestión o de equipo: si no molestas a tu jefe con problemas y le regalas constantemente soluciones, te aseguro que él mismo se encargará de que estés bien contento.

¿Cómo son los solucionadores de problemas? Para saber si eres un solucionador de problemas, tendrías que ser capaz de responder positivamente a casi todas estas características:

- Controlas en tu área de especialidad: eres un experto de lo tuyo, tienes criterio y sabes de lo que hablas. Aportas soluciones creativas, viables y con potencial.

- Eres fiable y comprometido: Se puede contar contigo y no fallas. Eres capaz de gestionar proyectos y personas a tu estilo, y cuando te haces cargo de algo le haces seguimiento hasta el final y no aparecen “sorpresitas”.

- Encajas en el equipo: Tu presencia y tu personalidad encajan con el equipo. Tu trabajo fluye con el de los demás, y vuestras características se complementan y hace que todo avance. Si has hecho “check” en los 3 puntos, eres un solucionador de problemas, si has fallado en más de uno… ¡creas más problemas que soluciones!

TENER ENCANTO

En este contexto, el encanto lo definiríamos como la capacidad que tienes de que la gente hable de ti o quiera estar contigo. El encanto no tiene porque ser una característica positiva, sino algo atrayente que te identifica.

Tener una personalidad fuerte y conflictiva es tener encanto. Vestir con gusto y a la moda es tener encanto. Vestir sin gusto y sin moda, también puede ser encanto. Ser introvertido y misterioso es tener encanto. Ser sociable y medio loco es tener encanto.

El encanto es ese ingrediente que hace que la gente se interese por ti y tu trabajo. El encanto es lo genera expectativas en ti, lo que hace que te presten atención.

A partir de estos dos factores podríamos definir 4 perfiles de profesional. Estar dentro de uno de ellos no es algo estático, sino que dependerá de la empresa en la que estés, de tu motivación o de tu ciclo profesional. Lo importante aquí es ser honesto con uno mismo, y saber qué puntos tienes que mejorar para lograr abrirte camino.

SOLUCIONAS PROBLEMAS Y TIENES ENCANTO: ERES UN CRACK!

Estás donde tienes que estar y como tienes que estar. Haces bien tu trabajo y llamas la atención de la gente. Eres un activo muy valioso para la empresa, eres productivo y a la vez le das imagen. Estás en posición de negociar un aumento de sueldo o que te muevan al despacho que te mereces. Si tu empresa no puede, seguro que habrá otra que esté dispuesta a hacerlo.

SOLUCIONAS PROBLEMAS PERO NO TIENES ENCANTO: ERES INVISIBLE

Eres valioso para tu empresa, pero tu empresa no lo sabe. De alguna manera tienes que “venderte”. ¿Qué te hace único? ¿Qué quieres que diga la gente cuando está hablando de ti en la cafetería?: es un cabrón, es superinteresante, es inteligentísimo. Tienes que POSICIONARTE en algún sitio. Si quieres pasar desapercibido y que nadie hable de ti en la cafetería… está bien, pero luego no pretendas que hablen de ti cuando haya que pensar en un aumento.

NO SOLUCIONAS PROBLEMAS PERO TIENES ENCANTO: ERES UN FRAUDE

Eres un vende humo. No pasa nada, es legítimo, y a lo mejor puedes contruir una carrera en torno a ello, pero va a ser “frágil”. Lo malo es que vas a depender siempre de gente que “valore” tus encantos, y vas a tener que tener flema para aguantar ataques y criticas justificadas sobre la debilidad de tu trabajo. Si te da igual, y te sientes cómodo, ¡¡adelante!!.

NO SOLUCIONAS PROBLEMAS NI TIENES ENCANTO: ERES TÓXICO

Sal de ahí lo antes posible. Le estás haciendo daño a la empresa y a ti mismo. Seguro que existen un montón de lugares donde sentirte motivado y completo. Nunca pares de buscar, si no, se te va a hacer la vida muuuuy larga.

Las ilustraciones de este artículo han sido realizadas por Alex Berkowitz,Edward Boatman y Nathan Driskell

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{chechusalas}
Brand Diván

Brand strategist, Creative innovator, Part-time human being