Sharetivismo:
remedio o enfermedad…
Cualquiera que esté mínimamente en redes sociales habrá visto o compartido en los últimos días el video de I am Ukranian o algunos de los infinitos de videos sobre la dramática situación que se está viviendo en Venezuela.
Ambos tienen algo en común: su llamada a la acción es “comparte este video”.
El sharetivismo o clicktivismo es el activismo social o político cuya acción y compromiso consiste en compartir información a través de las redes sociales. El primer ejemplo de alcance mundial podría considerarse Kony 2012. Este formato de participación suele tener una serie de factores en común:
- Suele surgir en momentos de crisis/urgencia: el sharetivismo suele activarse en momentos de emergencia, cuando una situación se agrava u ocurre un desastre que impacta a un grupo humano o social concreto.
- Se desarrolla en redes sociales: el sharetivismo es activismo digital, que utiliza las redes sociales como canal de expansión (reforzado frecuentemente por medios de comunicación que se suelen hacer eco de este tipo de metanoticias)
- El material compartido tiene un fuerte componente audiovisual: está empezando a surgir una estética y un storytelling común a estos contenidos. Suelen estar acompañados de música épica que mezcla testimonios de personas reales con imágenes de violencia o desesperación, acompañados por subtítulos que llaman a a acción.
- TODOS piden el “comparte” como único compromiso: “comparte para que se sepa la verdad” “ayudanos compartiendo”.
Es indiscutible que este tipo de contenidos y conductas empiezan a tomar forma y estilo. Pero el tema se pone más complejo a la hora de analizar si el sharetivismo es positivo o negativo.
A favor:
- Internet y la democratización de las tecnologías nos permite obtener fuentes de información civiles y teóricamente independientes.
- Permite la acción “a distancia” y participar en espíritu en causas que geográficamente están muy alejadas de ti.
- Este tipo de contenido crea corrientes de Opinión Pública que pueden definir determinados acontecimientos o mover las balanzas en algunas situaciones.
En contra:
- El activismo social adopta los mismos mecanismos que cuando estás comprando una aplicación en app store, y la solidaridad se convierte en algo que “consumimos” como un contenido más en la parrilla social de Facebook o Twitter.
- Se crean movimientos sociales de sillón, que canalizan la frustración pero que tienen una desconexión con el mundo físico y por tanto, con sus resultados reales.
- Estos formatos no permiten profundidad de análisis y muchas veces ganan por goleada materiales bien producidos o sensacionalistas, frente a piezas mucho más densas.
Como veis este es un tema con muchas aristas, sobretodo porque suele producirse en eventos donde hay dos bandos enfrentados y donde se juega mucho con la información y desinformación.
Y vosotros qué opinión tenéis al respecto… sharetivismo ¿remedio o enfermedad?