¿Ganesh Vinayak Ghote? Y quién es ese, te preguntarás tal vez…

Ricardo Bosque
Breves apuntes literarios
2 min readOct 31, 2017

De vez en cuando conviene echar la vista atrás y, en mi caso concreto, dirigir la mirada hacia el grupo de estantes en el que guardo las colecciones -casi todas incompletas- que he ido construyendo con los libros encontrados en rastros o mercadillos benéficos. Libros que suelen quedar relegados a un segundo o tercer plano por culpa de las novedades editoriales que cada mes, puntualmente, van llegando a casa.

Pero, repito, en ocasiones echo un ojo a esas estanterías y me encuentro con autores que llevaban ahí un montón de años y a los que nunca había leído. Ese el caso de Henry Reymond Fitzwalter Keating -el barbado caballero de la foto, nacido precisamente tal día como hoy en 1926-, de quien guardaba un par de novelas editadas por Península en los 80 y en las que nunca había reparado: El inspector Ghote sigue los dictados del corazón y Un cadáver en el billar.

¿Y quién es Ghote, habrá quien se pregunte? Pues Ganesh Vinayak Ghote es un tipo resignado a su condición de funcionario público en una sociedad en la que, además del sometimiento habitual a la jerarquía dentro de un gremio determinado, se asume igualmente la sumisión, rayana en el servilismo, ante cualquiera que ocupe un puesto más elevado dentro de la sociedad.

Pero, a pesar de todos esos condicionantes, Ghote se las ingenia para -dentro de un orden- hacer de su capa un sayo y resolver los casos saltándose los conductos reglamentarios si es menester. Y, de paso, aprovecha para mostrarnos los contrastes evidentes dentro de una sociedad organizada en castas, con las residencias de lujo con teléfono blanco en cada estancia a pocas manzanas de las calles más pestilentes que uno pueda imaginar, en las que las gentes conviven con perros abandonados o las características vacas sagradas. O, como sucede en la segunda de las novelas editadas en España -Un cadáver en el billar- rendir un homenaje -¿o se trata de una crítica con sentido del humor, sin acritud, como decía áquel?- a los clásicos del género detectivesco representados por los Doyle, Christie, Sayers, Innes, Wodehouse…

Un personaje y dos novelas bien interesantes que invito a los lectores de este blog a que busquen por las estanterías de su propia casa, no vayan a estar por ahí perdidas a la espera de que unos ojos ávidos de lectura un tanto victoriana les den una oportunidad.

En Twitter, @ricardo_bosque

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Ricardo Bosque
Breves apuntes literarios

He escrito menos novelas de las que he leído. Dirijo la revista digital Calibre .38.