¿Cúal es la conexión entre el lenguaje y la cognición?

Sonia Horgan
BroadcasterMedia
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3 min readNov 12, 2020

Cuando empecé a estudiar español me resultó muy difícil entender por qué los sustantivos tienen género y, es más, pensé ¿quién decide su género? Me hice un lío aún más grande cuando aprendí que los sustantivos que parecían femeninos eran, de hecho, masculinos. ¿Hay alguna regla a seguir para saber cual es su género? Me preguntaba: “perooo, un mapa acaba con una ‘a’, seguro que es una palabra femenina, entonces ¿por qué tiene un artículo masculino?” Aún no lo he superado completamente. Pero me acuerdo perfectamente del día que aprendí la razón por la cual eso no pasaba cuando hablaba inglés. La primera, claro, es porque uno no se plantea a menudo la gramática de su propio idioma, y la segunda, porque el inglés es una lengua de género neutral, pero al castellano y las lenguas románicas, se les asocia automaticamente un género.

Aparentemente, la forma en que los idiomas tratan el tema del género se puede dividir en tres clases: algunas lenguas, como el inglés, son idiomas de género neutral, otras, como el castellano, se clasifican gramaticalmente según el género. Y el tercer tipo de lenguaje, como el mandarín y el finés, no tiene género.

En caso de que estés tratando de averiguar a dónde voy con esto, no estoy apunto de escribir sobre el lenguaje inclusivo (aúnque crea que es un tema importante). Hace poco descubrí un estudio que habla sobre los efectos significativos que tiene el género gramatical de un idioma en la cognición.

Este análisis propone que el lenguaje que hablamos, incluyendo sus rasgos de género, moldea la forma en que pensamos y actuamos. Los mismos investigadores llevaron a cabo una investigación dónde crearon una lista de objetos de géneros opuestos en español y alemán, en cada idioma la mitad eran masculinos y la otra mitad femeninos. Pidieron a un grupo de hispanohablantes nativos y un grupo de alemanes nativos, todos ellos competentes en inglés, que generaran tres adjetivos para cada elemento de la lista en inglés. En general, el género del objeto influyó los juicos de los participantes.

La palabra “llave”, por ejemplo, es femenina en español y masculina en alemán. Los hispanohablantes en el estudio usaron palabras como golden (dorado), intricate (intricado), little (pequeño), lovely (encantador), y tiny (diminuto). Los hablantes de alemán, por otro lado, tendieron a describir las llaves como hard (dura), heavy (pesada), jagged (dentada), metal (metálica), y useful (útil).

La palabra “puente” es masculina en español y femenina en alemán. En efecto, los hispanohablantes decían que era big (grande), dangerous (peligroso), strong (fuerte), sturdy (robusto) y high (alto), mientras los germanoparlantes describían los puentes como beautiful (precioso), elegant (elegante), fragile (frágil), y pretty (bonito). Aunque el estudio se basa en el uso de adjetivos estereotipicamente femeninos y masculinos, muestra que el género gramatical influye en el pensamiento, incluso cuando se está hablando un idioma de género neutral, como es el inglés.

Me tomé la libertad de ver si este estudio era relevante en el equipo de Broadcaster, ya que pense que estos resultados parecían poco probables. Tras ver algunas de vuestras respuestas, me encantaría psicoanalizaros en algún momento, no obstante, la mayoría de las respuestas reforzaron las conclusiones del estudio.

Respuestas de Broadcaster

Al preguntar por los adjetivos relacionados con “una llave”, el 70% de las respuestas se referían a las mismas palabras del estudio (tiny, small, magical).

Del mismo modo, al preguntar por los adjetivos relacionados con “un puente”, el 80% de las respuestas se referían a las mismas palabras que el estudio (strong, big, robust).

El género de un sustantivo influye nuestra percepción, incluso cuando no somos conscientes de ello. Es obvio que pequeños rasgos del lenguaje, que pasan desapercibidos, influyen nuestros pensamientos.

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Sonia Horgan
BroadcasterMedia

Not as English as I seem, not as Spanish as you think.