Los errores necesarios

Por Gemma Cuervas

“Triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae”. Con esta declaración de principios se despedía, a sus 85 años, el expresidente de Uruguay, José Mújica, de la vida política. Sus palabras inundaron las redes sociales en cuestión de minutos.

En una sociedad tan centrada en el éxito cuesta a menudo entender que fallar es parte necesaria. Tendemos a ver los errores como demérito, como tropiezo que únicamente da idea de mediocridad por no conseguir alcanzar los objetivos. Y así es difícil levantarnos y volver a empezar. Y peor aún, el miedo al fracaso puede hacer que ni siquiera lo intentemos y que nos quedemos en nuestras zonas de confort dónde sabemos que el margen de error es el mínimo. ¿Pero entonces cómo crear, cómo emprender, cómo innovar?

Porque depende de cómo se enfoca el fracaso puede ser la piedra más grande de nuestro camino. Como José Mújica, son muchos los personajes célebres y emprendedores de éxito que avalan los errores como parte de su triunfo. Henry Ford decía que “el fracaso es la oportunidad para volver a intentarlo más inteligentemente”. “He fallado más de 9.000 tiros en mi carrera. He perdido más de 300 partidos. En 26 ocasiones me confiaron el tiro ganador y fallé. He fallado una y otra y otra vez en mi vida, y por eso he tenido éxito”, aseguraba Michael Jordan.

La prueba error, el intentarlo una y mil veces muestra en realidad la capacidad de esfuerzo y la disposición para adaptarse y reinvertarse. Jean Paul Marat decía que “no existe el fracaso, salvo cuando dejamos de esforzarnos”. He leído que, en Estados Unidos, hay quien incluye en su currículum las veces que intentó alcanzar un determinado objetivo, las veces que fracasó antes de conseguirlo como aval de tenacidad y decisión.

Solo sin miedo al fracaso y con la capacidad de levantarse tras la caída, la creatividad fluye libre.