Haanif Cheatham, una nota positiva para los Leones en la burbuja

Los NBA P.J. Tucker y Michael Beasley han influenciado su juego.

Emmanuel Marquez
BSNPrensa
4 min readDec 2, 2020

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José Rául Santana / BSN

RÍO GRANDE — Las cosas no le han salido como esperaban a los Leones de Ponce esta temporada. Tras llegar a las Serie Final en 2019, el equipo que dirige Wilhelmus Caanen en ocasiones parece remar con un sorbeto en las aguas de la burbuja. Ponce se encuentra a la cola de la tabla de posiciones con récord de 4–7 con solo un partido de serie regular por jugar. Pero no todo ha sido negativo.

La actuación del novato de 24 años Hanif Cheatham en lo que va de torneo, ha dejado un buen sabor de boca ante lo agridulce del momento. El zurdo, seleccionado por los Leones en la segunda ronda del Sorteo de Nuevo Ingreso en 2019, ha traído versatilidad a la posición de escolta con sus 10.8 puntos, 2.5 rebotes y 1.9 asistencias por juego en 23 minutos de oportunidad cada día.

Claro, que mucha de esa oportunidad se debió a la ausencia del titular Victor Liz, pero Cheatham la ha aprovechado.

En su primera experiencia profesional, Cheatham demuestra ser capaz de fabricar su propio tiro en la ofensiva casi siempre abusando de su velocidad para llegar cerca del aro. Tiene ese orgullo competitivo innato que no lo deja rendirse en defensa hasta ponerle pestillo al mejor jugador contrario y la actitud en cancha de alguien que odia regresar a casa con una derrota en el récord.

Por eso no sorprende cuando Cheatham explica quiénes son sus influencias en el baloncesto.

“Mi modelo a seguir es P.J. Tucker”, dijo el número 22 de los Leones. “Él es un tipo que no va a anotar 30 o 20 puntos en cada juego, pero su esfuerzo siempre se va a notar, sus destrezas de comunicación en defensa se van a ver. Él es un jugador al cual yo puedo aspirar a convertirme más adelante en mi carrera”.

Que Cheatham mencione como guía, a un jugador tan modesto como los es Tucker, de los Rockets de Houston en la NBA, es una gran señal sobre su mentalidad como jugador y persona. Aunque feroz en la cancha, Cheatham es un ser sensible. Ya lo demostró en 2017 cuando renunció a su sueño dentro de uno de los programas más notorios del baloncesto colegial, la Universidad de Marquette, para estar cerca de su mamá Ingrid, quien enfermó repentinamente ese año. Luego de Marquette, Cheatham se transfirió a Florida Gulf Coast y terminó su carrera universitaria en Nebraska en 2020.

Si tuviera que escribir un reporte de “scouting” sobre Cheatham diría que tiene una necesidad enorme de probarse y ganarse su lugar en la liga y por eso trabaja a altas revoluciones todo el tiempo. Su condición física es de primera. La velocidad y el brinco lo tiene también, aunque su arma letal es la tenacidad en ambos lados de la cancha.

Practicar junto al ex- NBA Michael Beasley seguramente ha sido la escuela perfecta para que Cheatham pueda pasar sin problemas los exámenes de fisicalidad que presenta el BSN. Y ese es, casi siempre, el mayor “shock” que reciben los jugadores de primer año al llegar a la liga.

“Así es que se juega de donde yo vengo y así es que me gusta jugar”, confesó Cheatham, natural de Fort Lauderdale, Florida. “Tienes que ser inteligente, pero [tener] esa fisicalidad, decirle cosas al otro equipo y viceversa, es el baloncesto del cual yo vengo”.

El dirigente de los Leones, Wilhemus Caanen, resaltó “su ética de trabajo” al referirse a Cheatham. En efecto, esa es una de las constantes en las sesiones de prácticas de Ponce, la intensidad de los jugadores que luchan la posición como escolta titular, entre ellos Liz, Cheatham, Sammy Mojica, E.J. Crawford y Luis López. Por eso Cheatham no descansa cuando está sobre el tabloncillo, choca duro en todas las cortinas, penetra hacia el canasto a velocidad real de juego en cada drill y lanza incansablemente hasta encestar sin que la bola toque el aro.

“Ese es el tipo de jugador que siempre he sido, desde la escuela superior hasta la universidad hasta ahora”, confesó Cheatham. “Una mentalidad feroz no importa lo que sea y como un jugador joven, vas a tener que pelear por tus minutos y demostrarle a tu dirigente que te lo mereces. Yo siempre he creído que el trabajo duro se va a notar”.

De ascendencia boricua por parte de su abuela, Cheatham mencionó que formar parte del Equipo Nacional de la isla es una de sus metas, una vez establecido como profesional.

“Por supuesto, eso es algo que tengo como meta. Siendo mi primer año sé que tengo mucho camino por recorrer, pero a través de mi carrera me gustaría representar a Puerto Rico aunque sea una vez y tener la oportunidad de lucir esa camiseta”, informó.

Cheatham dejó claro que desde que llegó a Ponce en octubre, la experiencia ha sido muy agradable y resaltó el trato de la gerencia, la relación con sus compañeros y la comunicación con el entrenador Caanen como de primera calidad.

Si Ponce clasifica a la postemporada, Cheatham podría entrar en la conversación como novato del año en el BSN y para alguien con su mentalidad, eso no haría más que echarle leña al fuego.

“Mi mayor motivación es probarme a mí mismo que puedo hacerlo no importa lo que diga la gente, probar que pertenezco . Cada día me levanto y cuando me sorprendo a mí mismo, ese es el mejor sentimiento porque sé que trabajé duro, me motivo yo mismo y sé que lo que trae eso al final son éxitos y recompensas. Y cuando me miro en el espejo puedo sonreír y decir ‘estoy orgulloso de tí’”.

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Emmanuel Marquez
BSNPrensa

Physical Education teacher and triathlete in San Juan, Puerto Rico. Loves writing original stories and touching interviews, mostly on sports topics.