¿Cómo medir la innovación municipal?

“Innovar es una actividad de riesgo, cuyo principal riesgo es no practicarla”

El término “innovación” fue incorporado actualmente al listado de los “conceptos mágicos” (Pollitt y Hupe, 2009), por volverse un concepto popular que cuenta con un alto nivel de abstracción, que posee carga positiva y por ser ampliamente usado tanto por académicos como por practitioners.

Si bien la palabra “innovación” invade todos los ámbitos, existe todavía un vacío sobre cómo medirla.

Innovación proviene del latín “innovāre”, que significa acto o efecto de innovar, tornarse nuevo o renovar, introducir una novedad. La innovación es la aplicación de nuevas ideas, conceptos, productos, servicios, prácticas y procesos, con la intención de sumar valor agregado. En sus orígenes el término encarna también una acepción poco conocida, ya en desuso: “volver algo a su estado anterior”. Innovar, a diferencia de un movimiento lineal, conlleva probar, errar, retroceder, volver a intentar. Innovamos cuando ampliamos el mundo y sus capacidades a partir de una sutil dialéctica entre errar y tener éxito, retroceder un paso para avanzar cinco.

¿Por qué es especialmente importante innovar en el sector público?

Para dar respuestas adecuadas a los problemas y demandas de una sociedad cambiante. Los gobiernos locales se enfrentan a nuevos desafíos en un contexto de mayores expectativas ciudadanas, nuevas necesidades sociales y presupuestos en disminución. La actitud natural de las burocracias es sofocar las ideas. La mecanización de procedimientos se convirtió hoy en ese Frankenstein que sostenía que no hay nada más doloroso para la mente humana que un gran cambio. Lo mágico de la innovación en el ámbito público se trata justamente de avanzar a partir de la identificación de puntos de dolor del funcionamiento estatal, para darles vida y transformarlos en potenciales nodos creativos de cambio significativo, en un proceso centrado en el ciudadano.

¿Cómo se mide la innovación?

Generalmente la innovación en las organizacione se mide a través de sus outputs, como por ejemplo la cantidad de patentes de un país, o de una empresa. En una organización estatal puede asociarse con la producción de nuevos productos o servicios. En otras ocasiones, se mide a partir los inputs, cuánto se invierte en I+D. También algunos malinterpretan la innovación asociándola a la tecnología con la que cuenta una organización. Sin dejar de lado los aspectos tecnológicos, la innovación depende centralmente de las personas y de la cultura de las organizaciones.

Desde la Dirección Provincial de Innovación Ciudadana proponemos una metodología para identificar aquellos factores que promueven los procesos de innovación dentro del ámbito de las administraciones locales.

ÍNDICE DE ECOSISTEMA DE INNOVACIÓN MUNICIPAL

Construimos esta herramienta para entender cuáles son los factores que promueven un entorno favorable para la innovación. No estamos hablando de condiciones suficientes per se, pero sí necesarias, sin las cuales difícilmente pueda crearse ese contexto propicio para la ideación del cambio.

El Índice de Ecosistema de Innovación Municipal es una herramienta conceptual y metodológica para abordar la medición de la innovación en el ámbito público municipal. Plantea un esquema clasificatorio para poder definir y medir los factores que favorecen al ecosistema de innovación de las administraciones municipales, cuantificados a través indicadores agrupados en cinco dimensiones: Infraestructura Tecnológica, Metodología de Trabajo, Desarrollo de Proyectos, Innovación Cívica y Gobierno Abierto.

¿Por qué medimos la innovación?

El Índice permite entender el significado práctico de la innovación en el ámbito local. Ya Charles De Gaulle se preguntaba sobre cómo gobernar un país con 246 variedades de queso. Y si bien acá no se trata de quesos, sí existen 135 realidades muy diversas: para poder comprender la realidad de la Provincia de Buenos Aires es necesario hacer una inmersión en los contextos de cada uno de los municipios bonaerenses, para lo que este Índice constituye la primera aproximación sistemática hecha jamás desde el gobierno provincial.

LA HERRAMIENTA

¿Cómo obtuvimos los datos?

La información con la cual se completó el Índice la recolectamos a través del Relevamiento de Innovación en la Gestión Municipal, un proyecto que llevamos adelante durante 2016 y que se implementó mediante una encuesta autoadministrada de manera online por los referentes municipales. Complementamos esta información cuantitativa con visitas de campo a los municipios, acercándonos a sus oficinas de atención, entrando a sus centros de monitoreo y datacenters y conversando con los funcionarios municipales de innovación, modernización o Secretarios de Gobierno. Recorrimos presencialmente o hicimos Skype con cerca de la mitad de los 135 municipios. De estas charlas, escuchamos repetidamente las siguientes inquietudes: ¿Cómo armar o fortalecer un área que canalice la innovación?, ¿Qué proyectos encarar prioritariamente?, ¿Qué tipo de recursos se necesitan? ¿Cuál es el enfoque más adecuado a nuestras necesidades locales?, ¿Hay un método confiable?

¿Cómo los procesamos?

Los indicadores son como señales. Un indicador está diseñado para captar un cierto recorte de la realidad. En el caso del Índice, los indicadores son una expresión cuantitativa del estado o comportamiento de las variables que hemos considerado claves, que al ser comparadas con un nivel de referencia, pueden estar señalando una desviación -o punto de dolor- sobre la cual se pueden tomar acciones preventivas y/o creativas.

¿Cómo analizarlos?

El Índice busca dar respuesta a los interrogantes que un funcionario local tiene al momento de encarar un plan de innovación. En este sentido, el Índice es una herramienta de medición pero, a la vez, un instrumento de gestión. Brinda a los gobiernos locales un parámetro para identificar — en términos relativos- cuáles son sus áreas de fortalezas y debilidades a fin de que puedan planificar estrategias de innovación ofensivas o defensivas. Las dimensiones del Índice pueden considerarse como ejes estratégicos de un plan de Innovación Pública y sus indicadores, como iniciativas y acciones de gobierno. El índice intenta ir más allá del axioma “lo que no se puede medir, no se puede gestionar” y ser un instrumento de navegación para encontrar puntos de mejora generando valor agregado para la sociedad y promoviendo los principios de transparencia, apertura y colaboración. Aunque innovar es una actividad de riesgo, no hay motivos por los que un municipio deba arrancar sus esfuerzos de cero y sin un marco. Acá presentamos una guía de iniciativas para las gestiones locales que quieran apostar a la innovación pública.

¡Para conocer más del Índice de Ecosistema de Innovación Municipal, hacé clic acá!

Si te interesa lo que hacemos desde el Laboratorio de Innovación de la Provincia de Buenos Aires, te invitamos a seguirnos y conocer nuestras iniciativas. Además podés encontrarnos por Twitter o escribirnos un mail.

REFERENCIAS

Pollitt, Christopher y Hupe, Peter (2011).“Talking About Government, The role of magic concepts” en Public Management Review Vol. 13 (5), pp. 641–658.