La innovación como lingua franca entre universidades y laboratorios de gobierno
Para empezar, ¿qué diablos es lingua (o lengua) franca? El artículo en Wikipedia nos explica que también es conocida como “lengua vehicular”: se trata de un idioma que personas con distintas lenguas maternas o de origen eligen para comunicarse entre sí. Es decir, es un puente entre dos comunidades distintas, unidas por la necesidad de interactuar.
Construyendo un puente entre universidad y laboratorios de gobierno
En Buenos Aires LAB tenemos como uno de los ejes centrales, al momento de pensar y diseñar nuevos modos de encarar desafíos públicos, el hacer parte a todos los actores que son sus protagonistas. O por lo menos tendrían que ser. ¿Por qué? Nuestra visión es un cambio radical a la verticalidad tradicional de diseñar políticas públicas dejando a los ciudadanos afuera: se trata de incluirlos y vincularlos con el sector público, partiendo del diagnóstico de que conocer su experiencia resulta hoy el salto cualitativo para la innovación pública.
En este sentido, los espacios académicos representan para esta filosofía de gobierno uno de los nodos en los que queremos hacer pie: enriquecer nuestras miradas a partir de socios estratégicos en las universidades es parte de los hitos de gestión que construimos durante 2017. La oportunidad surge a partir de darnos cuenta que es casi regla general el hecho de que las carreras de grado, tanto local como internacionalmente, no estén embebidas de contenidos que hablen sobre la innovación pública presente y futura en los gobiernos locales. Fortaleciendo las comunidades académicas en el lenguaje de la innovación estamos fortaleciendo todo el ecosistema innovador.
¿Cómo relacionarnos?
El camino de la innovación en el sector público lo transitamos implementando distintas estrategias y herramientas metodológicas, tales como los Clubes de Innovación, camps, ideatones, Talleres de Apertura, datatones, hackatones y jornadas de entrenamiento a funcionarios públicos. En este sentido, nosotros trabajamos codo a codo sobre todo con los gobiernos municipales de la Provincia de Buenos Aires, quienes ven en nuestra propuesta posibilidades de mejora concretas en la calidad de vida de sus representados.
Este camino, puertas adentro, también lo enriquecemos puertas afuera con aquellos socios estratégicos con los que podamos generar una relación simbiótica. Aquí entra en escena el Instituto del Conurbano, de la Universidad Nacional de General Sarmiento. ¿Pero cómo? En conjunto con la Dra. Valeria Serafinoff hicimos realidad un convenio para la implementación en el Buenos Aires LAB de las Prácticas Pre-Profesionales de la carrera de Administración Pública que dicta el Instituto, una de las pocas licenciaturas que existen en el país en torno a esta formación.
¿Por qué involucrarnos con esta práctica profesional? Vimos una ventana de oportunidad para que los estudiantes conozcan otros enfoques de gestión pública, que son los que llevamos adelante en el Buenos Aires LAB, al igual que creímos invaluable el conocer qué y cómo se está enseñando de la administración pública en una institución de relevancia para la Provincia como lo es la UNGS.
El diseño de las políticas públicas cada vez más eficientes y centradas en el ciudadano son objetivos que ambos compartimos, por lo que esta experiencia resultó provechosa no sólo para las seis alumnas y alumnos que formaron parte -por lo menos fugazmente- de nuestro equipo, sino también para nosotros: la interacción con ellos y con el Instituto del Conurbano significó un paso adelante para poder aprehender más acabadamente las complejidades y diversidades de la Región Metropolitana y el Interior de la Provincia de Buenos Aires.
¿Y qué aprendimos?
Estela, Diego, Erica, Antonio, Denise y Romina trabajaron enfocados en dos los ejes con los que cotidianamente trabajamos en el Buenos Aires LAB: Innovación Pública y Datos y Gobierno Abierto. El grupo 1 (Antonio y Diego) tituló su Informe Final “Experiencias Innovadoras Municipales, haciendo foco en la Innovación Pública: los chicos utilizaron como matriz conceptual el flamante Índice de Ecosistema de Innovación Municipal de 2016 para actualizar algunos municipios testigo (San Miguel, La Plata, Zárate, Pilar, Quilmes, Luján, Morón, Tigre, Malvinas Argentinas, San Isidro, Vicente López, Tres de Febrero, General San Martín, entre otros) y relevar en profundidad algunos casos señeros, tales como el de Estacionamiento Medido, Municipal y Solidario de Chivilcoy; el portal de Datos Abiertos de Bahía Blanca; el Ideatón de Movilidad Segura y la plataforma de Presupuesto Participativo, ambos en La Plata; y, por último, los portales de Datos Abiertos y de Obras Públicas, Abiertas y Transparentes, ambos del municipio de Pilar.
Merece una mención que fue de hecho el Instituto del Conurbano de la UNGS uno de los actores especialistas con los cuales mantuvimos un diálogo académico previo al lanzamiento del Índice de Ecosistema de Innovación Municipal. La lingua franca de la innovación se trata justamente de eso: un puente de reciprocidad y simbiosis.
Respecto del Grupo 2 (Romina, Estela y Denise), trabajaron mediante el análisis del déficit de capacidades institucionales en torno a las políticas de Datos y Gobierno Abierto, construyendo un estudio comparativo y en profundidad de los casos de San Isidro, José C. Paz, Tigre y San Miguel. Para ello, se tomaron cuatro dimensiones fundamentales: reglas de juego (normativa); relaciones interinstitucionales (distribución orgánica de tareas); relaciones internas (transversalidad) y recursos humanos (funciones, formación e ingreso del capital humano).
Hacia el final de la Práctica Pre-Profesional, tuvimos la oportunidad de intercambiar con ambos grupos su experiencia de paso por el Buenos Aires LAB y charlar sobre los informes finales que compartieron con nosotros. Hemos seleccionado algunas de sus conclusiones que nos parecieron ayudan a construir un camino en común de diagnóstico y construcción de un ecosistema innovador:
“Los municipios, a la hora de hacer innovaciones en la gestión pública, prefieren hacerlo mediante políticas que impliquen productos tangibles más que políticas que impliquen algún tipo de nueva cristalización institucional.”
“Una de las variables claves que identificamos para que una práctica innovadora sea exitosa, es la continuidad en el tiempo de la misma.”
“La mayoría de los municipios se basa en otras experiencias locales para desarrollar una experiencia propia. Entre ellos Bahía Blanca, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Santa Fe.”
“La coordinación entre las áreas es un déficit constante, lo que requiere de capacitaciones específicas que contribuyan a una implementación más exitosa [de las políticas de Gobierno Abierto], a través del consenso sobre datos a publicar, enriqueciendo la ejecución de la política.”
“El diagnóstico de heterogeneidad muy pronunciado evidencia las diferencias de concepciones políticas acerca del Gobierno Abierto y Apertura de Datos en los gobiernos locales.”
Agradecemos a Valeria, Estela, Denise, Romina, Antonio y Diego por haber transitado este breve pero fructífero camino de trabajo codo a codo, un pequeño último paso para estos futuros licenciados, pero un gran primer paso para el Buenos Aires LAB en el sendero de la articulación universitaria.
Acá vas a poder descargar el Índice de Ecosistema de Innovación Municipal.
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