Ilustración de 4 mujeres pioneras en energía

Mujeres pioneras en energía

Sandra Manrique
Bulb España
Published in
4 min readMar 8, 2021

--

8 de marzo de 2021

Este Día Internacional de la Mujer, en Bulb queremos celebrar la vida de algunas heroínas (en muchos casos, no reconocidas) de la historia de la energía. Conozcamos a cuatro de las mujeres que estaban cambiando la historia de la ciencia antes de que usáramos calcetines a juego.

Dr. Katherine Burr Blodgett (1898–1979)

Física, química, inventora

Ilustración-retrato de Dr. Katherine Burr Blodgett

Además de ser la primera científica empleada en General Electric en Nueva York a la edad de 20 años, la Dra. Katherine Burr Blodgett también fue la primera mujer en obtener un doctorado en física de la Universidad de Cambridge.

Katherine inventó todo tipo de cosas a lo largo de su larga carrera, pero es más conocida por su trabajo con el Dr. Irving Langmuir en General Electric. Aplicó la técnica del Dr. Langmuir para crear una película de recubrimiento de solo una molécula de espesor a nuevos materiales. Al crear capas microscópicas sobre el vidrio, Katherine redujo su reflejo hasta el punto de que el vidrio se volvió invisible.

El cristal invisible de Katherine se utilizó para eliminar molestos reflejos de telescopios, microscopios, periscopios submarinos y lentes de cámaras. De hecho, ella es casi la única responsable de la cinematografía nítida que vemos en “Lo que el viento se llevó”. Desde entonces, su técnica para aplicar nanocapas a metal y vidrio se ha aplicado a paneles solares e iluminación LED para mejorar la eficiencia y la conductividad.

Annie Easley (1933–2011)

Matemática y científica espacial

Ilustración-retrato de Annie Easley

Annie Easley comenzó su carrera como matemática en el antecesor de la NASA, el Comité Asesor Nacional de Aeronáutica, en 1955. Como “computadora humana”, Annie era responsable de analizar problemas y realizar cálculos complejos a mano.

A medida que el programa espacial de la NASA se fue consolidando, las computadoras humanas fueron reemplazadas por máquinas. Annie se convirtió en una talentosa programadora de computadoras, escribiendo software que fue parte integral del lanzamiento del cohete Centaur, entre muchos otros. Trabajó en los primeros proyectos de energía solar, eólica y de baterías, y resolvió los complicados problemas energéticos que conlleva colocar vehículos en el espacio exterior.

Annie alentó a las mujeres y las minorías étnicas a postularse para carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, y ayudó a sus supervisores a abordar las desigualdades en el lugar de trabajo. Además de hacer contribuciones impresionantes a la informática, Annie se aseguró de ser la primera mujer de la NASA en usar pantalones.

Dr. Mária Telkes (1900–1995)

Biofísica, científica solar, inventora

Ilustración-retrato de Dr. Mária Telkes

La Dra. Mária Telkes ganó su apodo de “La Reina del Sol” gracias a su trabajo pionero con la tecnología de almacenamiento térmico solar (así, sencillito). Nacida en Hungría, comenzó su carrera en energía solar en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en 1939.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Mária fue reclutada por el gobierno de Estados Unidos como asesora civil. Inventó un kit de desalinización de emergencia que utilizaba los rayos del sol para convertir el agua de mar en agua potable para los pilotos y marineros varados en el mar.

Su ambición era diseñar una casa que se calentara completamente con energía solar limpia. A finales de los 40, Mária se asoció con la arquitecta Eleanor Raymond para crear The Dover Sun House, que se basaba en el uso de sal para almacenar y liberar el calor atrapado por la luz solar. También inventó un horno de energía solar y ayudó al Departamento de Energía de EE. UU. a crear la primera casa con energía solar en 1980.

Stephanie Kwolek (1923–2014)

Química e inventora

Ilustración-retrato de Stephanie Kwolek

Stephanie Kwolek creció soñando con ser diseñadora de moda y terminó inventando el chaleco antibalas. Después de obtener una licenciatura en química en Pittsburgh, Stephanie se unió al laboratorio de fibras textiles de la empresa DuPont en 1946.

La investigación de Stephanie se centró en las fibras sintéticas y, en 1964, comenzó a buscar una fibra liviana que pudiera reemplazar el acero que se utilizaba en los neumáticos de los automóviles. Como parte de este trabajo, descubrió polímeros cristalinos líquidos que podían hilarse para crear un material resistente al calor que es 5 veces más fuerte que el acero. Este material se conocería como Kevlar.

El kevlar tiene muchos usos, desde chalecos antibalas hasta velas de barcos de carrera, pasando por tambores de orquesta y neumáticos de bicicleta. Su invento también se utiliza en las palas de las turbinas eólicas, aumentando su eficiencia sin apelmazarlas. Stephanie trabajó en DuPont durante más de 40 años y es la única empleada que ganó la medalla Lavoisier por logros técnicos sobresalientes.

--

--

Sandra Manrique
Bulb España

Simpler, cheaper, greener. Ser respetuoso con el planeta no tiene por qué ser caro.