¿Qué piensa el consumidor antes de adquirir un coche eléctrico?

Rochele Melo
Byld

--

Los retos que enfrentamos en nuestros proyectos son tan desafiantes como atractivos. En este caso, nos encontramos ante un proyecto inspirador sobre movilidad sostenible, una colaboración entre Porsche y Byld, a través del modelo de Corporate Venture Building, donde vivimos la experiencia de investigar las motivaciones y desafíos de los potenciales propietarios de coches eléctricos.

Hemos aprendido mucho durante este largo proceso y nos gustaría compartirlo con vosotros.

Todo lo comentado aquí es resultado de la aplicación de nuestra metodología de Discovery & Validation (Investigación y Validación). Nos hemos servido de diferentes herramientas tales como entrevistas en profundidad a consumidores, expertos, influencers digitales, focus groups, safaris etc.

Al acercarnos a esta industria, una duda recurrente era conocer la motivación del conductor a la hora de decantarse por la compra de un vehículo eléctrico; y es que la infraestructura de carga sigue siendo un punto crítico para los potenciales compradores. Muchos temen (con razón) que la red de carga no sea suficientemente amplia para asistirles en sus necesidades.

Es cierto que los actuales propietarios de coches eléctricos están satisfechos con la disponibilidad de carga en los centro urbanos, aunque les gustaría disponer de mayor conveniencia y flexibilidad a la hora de aparcar y reducir el tiempo de espera en las estaciones de carga. Además, aún existe cierto recelo en desplazarse por áreas desconocidas y hacer viajes largos donde no poden contar con una alternativa viable de carga.

Ya tenemos interiorizados en nuestro día a día otros hábitos relacionados con la carga, como es el caso de cargar nuestros móviles a diario por la noche. Sin embargo, para muchos propietarios de coches eléctricos la carga del coche durante la noche sigue sin instaurarse como rutina. Hecho que se manifiesta aún más en los propietarios de coches híbridos enchufables, que aún con la posibilidad de eliminar el uso de combustibles fósiles, optan por mantener el hábito de consumo de gasolina ante la falta de infraestructura de carga. Para los que poseen coches eléctricos, no hay otro remedio que adaptarse a las alternativas disponibles para cargar su coche, las cuáles están principalmente en los centros urbanos.

Dentro del tema expuesto arriba, hemos descubierto que en general, para los clientes instalar la estación residencial de carga del coche en su casa o comunidad es un proceso lento. También se percibe que la contratación de la instalación puede ser un obstáculo al tratarse de un procedimiento engorroso, por la gestión de asistencia técnica a ser realizada, búsqueda de presupuestos, mejores profesionales y disponibilidad. Muchos clientes justifican la tardanza en instalar su punto de carga residencial en contar con otras opciones de cargas (en el trabajo, en centros comerciales, servicios de carga, etc).

Otro aprendizaje es que las principales motivaciones para la compra de un vehículo híbrido o eléctrico son ajenas a la ecología. La innovación y tecnología, el acceso a zonas exclusivas a coches de baja emisión y las ventajas financieras (descuentos en impuestos y facilidad de aparcamiento) son más relevantes que la conciencia ambiental en la toma de decisión de la compra. Sin embargo, una vez que ya poseen un coche eléctrico o híbrido, les gusta enfatizar la premisa de que son auténticos defensores de la causa medioambiental.

En favor de ciertos consumidores, hemos de decir que quienes sí lo hacen por causas ambientales presentan una capacidad crítica que les lleva a analizar con detenimiento las opciones existentes para cargar su vehículo, en función de la procedencia de la energía que les da el proveedor.

Al final, descubrimos que los potenciales propietarios de coches eléctricos son optimistas en cuanto al valor de sus coches en el mercado de segunda mano. Incluso esperan que el valor de estos coches siga aumentando cuando las restricciones de uso de los demás coches de combustibles fósiles se vuelvan más severas. A pesar de esto, los usuarios siguen sin entender bien cuánto ahorro supone sustituir un coche de gasolina por un coche híbrido o eléctrico.

Es esta incertidumbre ante la que se encuentra el comprador, la que pone de manifiesto un problema en la industria que nosotros nos hemos encargado de transformar en una oportunidad valiosa que aprovechar.

Con todo este aprendizaje, salimos a la búsqueda de soluciones que generen nuevos negocios. En el modelo de Byld, asumimos el riesgo compartido con nuestros aliados, como lo es Porsche, quien ha decidido sumergirse de nuestra mano en este apasionante desafío.

Sigue a Byld en las redes para ver cómo esta historia no ha hecho más que empezar.

--

--

Rochele Melo
Byld
Editor for

Proud generalist. Process believer (and rule breaker). Listen more, say less. Collaborative and participatory system. Innovation and social justice lover.