Somos un país de oportunidades

Javier Marín
Byld
Published in
6 min readApr 21, 2020

En Byld trabajamos para enfocar los problemas hacia soluciones. Nos dedicamos a detectar todos aquellos aspectos de las industrias que podrían mejorar, ya sea económica, medioambiental o socialmente, y hacemos equipo con las corporaciones para hacer realidad algunas de esas soluciones.

Nunca dejamos de sorprendernos de la cantidad de desafíos con margen de mejora que podemos encontrar cuando nos sumergimos en el estudio de un mercado concreto, pero esta vez…esta vez la sorpresa ha sido tan cruda y tan devastadora que nos ha dejado a todos paralizados. Pero esa parálisis no puede detenernos indefinidamente. Por nuestro propio bien.

Esta nota no tiene otra pretensión que la de reflexionar sobre el momento en una visión general, que existe un gran abanico de oportunidades en el que podemos actuar.

Con este objetivo de mostrar una visión de oportunidad y poner algo de optimismo de cara a buscar alternativas a algunos de los problemas que la crisis sanitaria nos plantea, aquí nos vamos a centrar en el sector turístico, no sólo por su importancia a nivel nacional sino porque está siendo probablemente uno de los sectores más afectados en el momento actual.

Para entrar en calor, unas cuantas cifras que permitan calibrar el tamaño de la situación. El 15% del PIB proviene del turismo (supera a la construcción, 14%, debido al peso de la aportación indirecta), lo que supone perder aproximadamente un 5% del PIB en 2020 si estamos 4 meses parados.

Otro importante factor a tener en cuenta es que el 89% de los turistas vienen por avión y la IATA calcula que la caída del sector aéreo será del 44% y se me antoja una cifra bastante optimista, ya que por ejemplo Amadeus plantea una cifra en torno al 60%.

Este dato no es baladí, porque como muestra el cuadro inferior, España es con mucha diferencia el país que menos gasto residente recibe (a excepción de Turquía y Tailandia, pero con un 20%-30% de diferencia con los países del entorno) y si algo tenemos claro de la nueva normalidad es que los viajes internacionales van a tardar muchos meses en volver al ritmo habitual, si es que vuelven. Factores como principalmente la seguridad, pero también la (maltrecha) economía de las familias van a pesar mucho.

Fuente

Sin embargo, esto que es un grave problema para España (y lo va a ser), bien enfocado puede significar una oportunidad para recuperar autonomía en otros sectores y revitalizar de paso el turismo.

Para empezar, puede servirnos para fomentar algo tan importante como es el turismo local; por los mismos motivos que se mencionan anteriormente (seguridad y economía), ya que quizá sea la oportunidad adecuada para suplir esa falta de demanda con soluciones que impulsen el avance de iniciativas hacia el gran problema de la España vacía.

Hace poco compartimos en nuestro Linkedin un infográfico recogiendo algunas iniciativas que combaten la desruralización y el turismo residente de nuestro país. Queremos seguir compartiendo algunas propuestas e iniciativas que desde Byld consideramos que podrían funcionar, o por lo menos, que deberían ser consideradas para empezar a desbloquear el futuro de nuestro turismo. Y porqué no, invitar también con estas ideas a la actuación y a la colaboración.

1- Realzar el valor de las localidades como contraposición a los grandes núcleos urbanos.

Se empezó hace unos años el programa DTI (Destinos Turísticos Inteligentes) que me parece que es un gran punto de partida para dar visibilidad a las ciudades pequeñas pero carece de profundidad, con poco accionable detrás y menos aún coordinación entre ellas, se limita a nombrar las iniciativas sin mostrar los resultados, los agentes implicados o cómo colaborar . Es fundamental que como turistas nos repartamos, y para eso tiene que haber multitud de destinos atractivos. Una de las pocas cosas que tenemos claras es que hay que evitar la masificación (menos mesas, menos asientos en los aviones, menos gente en los hoteles) y diversificarnos geográficamente.

Hay ciertas startups que están ya ocupándose de este ámbito como por ejemplo Exploory. En general es un enfoque B2B2C (regiones a personas) y que requiere mucho microanálisis ya que cada localidad tiene sus peculiaridades y de hecho es lo que hay que aprovechar.

2- Clusters de innovación.

En Corea del Sur hay una política estratégica a nivel nacional que se ha seguido con mucho éxito durante años consistente en repartir por todo el territorio clusters de innovación (y/o industriales) potenciando las ventajas de cada territorio (y escondiendo las debilidades) y apoyándolo con un ecosistema de educación, industrias complementarias y ventajas fiscales.

Tradicionalmente España ya cuenta con zonas industriales con gran especialización e incluso tiene una federación de clústers aunque con escasa visibilidad y que carece de comunicación en lo relativo a sus iniciativas o proyectos. Es necesaria una coordinación del modelo productivo a nivel agregado para que estos clústers se asemejen a lo que ha funcionado en Corea (más allá de la obvia adaptación).

Cualquier accionable en este apartado requiere de muchos agentes involucrados: instituciones públicas, fondos de capital riesgo, corporaciones, centros de tecnología, universidades y startups. Es realmente complejo poner de acuerdo a todos estos agentes en una dirección común, pero con la tendencia actual de enfocarse en producción nacional, no suena tan utópico…y sería maravilloso.

3- La tormenta perfecta para el teletrabajo.

Enlazando con esta nueva forma de deslocalizar el trabajo (en este caso la demanda del mismo), en muchas empresas ya se está fomentando el teletrabajo para evitar tanto contacto social, lo que puede lograr que la gente no tenga que abandonar sus hogares en provincias más pequeñas (o consiga volver a ellos), atacando con ello el problema de la España vacía y evitando el continuo crecimiento de las megaciudades.

Hay iniciativas interesantes como Sende o Cohousing Spain que dan una pista de por dónde se debería ir, aunque se requiere de más infraestructura, para que en vez de ser destinos para nómadas digitales sean de familias, u otros estados civiles pero con una mentalidad más sedentaria.

4- La tecnología al servicio de la información y la educación.

Ante la necesidad, mayor que nunca, de información, seguridad y garantía que necesitaremos como turistas por parte de agencias de viajes, cadenas hoteleras, aerolíneas, etc… La tecnología y la conectividad tiene que ser la herramienta fundamental para lograr recuperar la confianza a la hora de viajar. Así, hemos podido ver durante estos días que están surgiendo iniciativas muy interesantes que pueden abrir la puerta a desarrollar modelos con mucho potencial. Un ejemplo es Carina, el chatbot de 1 Million Bot que obtiene información de los organismos oficiales sobre temas relacionados con el Coronavirus y la crisis sanitaria para que las entidades públicas y empresas lo inserten en sus webs o servicios de información general.

El sistema educativo es otro los caballos de batalla que se están poniendo a prueba bajo esta coyuntura, y por lo que he podido leer, no estábamos preparados. Estoy convencido de que con algo de previsión y tecnología sería solventable para que los niños puedan estudiar parte de su tiempo online aunque sea para acceder al máximo nivel educacional. Esto en cualquier caso es un arma de doble filo en tanto en cuanto es muy necesario el contacto social en la niñez (aquí entra en juego el tema de la salud).

Otro aspecto es que sabemos que hay tecnología, ¿pero hay predisposición a usarla en los niños? Este artículo que habla de cómo padres muy tecnológicos intentan evitar una excesiva exposición de sus hijos a las pantallas lo explica a la perfección.

Si extraemos lo mejor y combinamos estas iniciativas y las profundizamos, no sólo garantizaremos unos comportamientos beneficiosos en el corto plazo, si no que aseguraremos una menor dependencia externa y un mejor reparto geográfico que tras una situación como la que estamos viviendo se ha antojado básica. Nos hemos dado cuenta de que se puede vivir con menos productos se buscará más la calidad y esto España lo puede proveer.

Para ello tenemos que contar con todos los agentes para crear un ecosistema que genere economías de red. No será fácil, pero “en circunstancias especiales, el hecho debe ser más rápido que el pensamiento”.

Agradecimientos a Sara Delo y Sergio Rodrigues por su colaboración. Si quieres más información o colaborar con nosotros, ponte en contacto a través de nuestras redes sociales o en: marketing@byld.xyz.

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