Ser intencional

¿Cuál es tu intención para el día de hoy?

Piero Fiorio
Karaku: Cápsulas Filosóficas
3 min readOct 8, 2020

--

Pensando en mi camino recorrido, quiero compartir un ejemplo como punto de partida a una reflexión más general. Me hubiera gustado haber identificado cada módulo cursado durante mi carrera universitaria como una verdadera oportunidad de crecimiento, oportunidad para generar conocimiento y formarme tanto como persona y como profesional, lo cual implica haberme lanzado en cada segmento con las mismas ganas con las que hoy me lanzo a cualquier espacio de formación en el que participo por elección propia.

A pesar de siempre (i) haber sido consciente del semejante privilegio (poder formarme, estudiar en la universidad) que tenía y lo que esto significaba, (ii) haber agradecido a mis padres y (iii) haberme sentido siempre agradecido en mi interior, recién en la mitad de mi carrera logré invertir mayores tiempo y energía en el estudio, me gustasen o no las materias en cuestión (en todo este proceso jugaron muchos factores).

Igualmente, muchas otras cosas me hubiera gustado haberlas hecho de forma diferente, tanto eventos puntuales como caminos conformados por una secuencia de eventos (e.g. la universidad).

Lejos de lamentarme por algo que ya no puedo cambiar, este continuo reconocimiento durante mi recorrido me permitió internalizar un valiosísimo aprendizaje:

Ser intencional no se trata (necesariamente) ni de elegir ni de cambiar las condiciones externas en un momento determinado, sino de ser consciente de mis condiciones internas, luego escogerlas y perfeccionarlas (desechando juicios y cultivando compasión), para aproximarme al mundo exterior de la mejor manera posible, i.e. DAR LO MEJOR de mí a pesar de todo y con todo, buscando acercarme, paso a paso, a la mejor versión de mí mismo y en cada movimiento tratar de tener un impacto positivo en mi entorno, entendiendo que cada proceso implica un espacio propio de tiempo y confiando plenamente en él.

Dado que el cambio de mindset lo hice en la mitad de mi transcurso, decidí (y aún decido) apreciar el vaso como medio lleno en lugar de medio vacío, y distingo el poder que me concede mirar mi camino como un único todo, pues quedaba toda otra mitad (¡y todavía quedan miles más!) que llenar con ‘gotas de luz’.

No puedo cambiar el pasado, pero (reconociéndolo e integrándolo) sí puedo ‘prestar más atención a mi presente, el cual afecta mi futuro [II].

Así, gracias a que fui consciente de mi falta en cuanto se refiere al descubrimiento, desarrollo y entrega de mi verdadero potencial en esta dimensión de mi vida, desde la plena asimilación de esta reflexión en adelante, pude dar pasos cada vez más intencionales y, de esta manera, entregar más valor en todo lo que hago y dejo de hacer, comprendiendo que mi ser es el tope de mi hacer’ [III].

Photo by Aditya Saxena on Unsplash

Esto aplica a todas las dimensiones de la vida (¡y a cada instante!); entonces, ¡entreguémonos a ella! Ser intencionales NOS LIBERA de toda deuda, juicio o culpa… por lo tanto, nos hace libres [1]. Simultáneamente, ser intencionales NOS LLENA de VIDA (¡y a todos los demás también!).

Ahora afino mi pregunta inicial:

¿Cuál es tu intención para este preciso momento?

Referencias

[I] La Edad Del Cielo — Jorge Drexler.

[II] Wherever you go, there you are — Jon Kabat-Zinn.

[III] La Secuencia del Todo — Bruno Fiorio Carrizosa.

--

--

Piero Fiorio
Karaku: Cápsulas Filosóficas

La realidad supera ampliamente a la ficción. Fascinado con la experiencia de vivir.