Últimas frases de personajes históricos

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Cómo perder el tiempo en Internet
2 min readFeb 23, 2022

. Napoleón: Sí, me la estaba sujetando.

. Kennedy: Te lo juro, Jacqueline, que me parta un rayo si me acosté con la Marilyn.

. Kurt Cobain: Vaya, hoy me siento animado.

. Bruce Lee: Cuidado con las pistolas que las carga el diablo.

. Marx: Ya verás como se lo crean… ¡qué risas!

. Leonardo Da Vinci: ¡Puta procrastinación!

. Elvis: A mí me gustan las pastillas, rojas, verdes y amarillas.

. Archiduque Francisco Fernando: Debí haberme comprado el Seat León.

. Julio Iglesias: ¡Soy virgen!

. Fidel Castro: En este momento de aflicción, siento el peso de la gloriosa revolución cubana en mis espaldas. Parece que fue ayer cuando descendí de Sierra Madre junto a mis camaradas para derrocar al corrupto gobierno de Videla, ese mariconsón. Peleamos duro, como en la guerra de independencia. Nos encontrábamos en otra, en cierto modo, en esta ocasión nuestro enemigo no era el imperialismo español sino el capitalismo americano que amenazaba el futuro de nuestra isla caribeña. Recuerdo ser consciente de esto por primera vez siendo chiquito, sentado en el malecón junto a mi abuelo Ramón, que me contaba historias de cuando trabajó en la madre patria, en la plantación de un terrateniente de Extremadura. Eran tiempos duros para ser isleño en la península. El clima era despiadado en invierno con los que somos de sangre caliente, como tú y como yo. Se lo comenté a mi amigo Fraga una vez que me invitó a su casa a fumar puros. Los tenía que llevar yo, claro, porque nada se compara a un buen habano enrollado en los muslos café de nuestras torcedoras. Eso lo saben hasta los gringos, que se llevan toneladas de cigarros todos los años, de contrabando claro, pero como son la ley, a ellos no les afecta el embargo.

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