Asunto: Hola ETECSA, conversemos sobre Nauta

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Cachivache Media
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8 min readJul 29, 2016
Ilustración: Mayo Bous / Cachivache Media.

To: atencion.usuarios@etecsa.cu

CC: cachivachemedia@gmail.com

From: Rachel D. Rojas

Por esta ocasión, aunque tengo muchas otras quejas (y confieso que alguna vez he incitado a una demanda colectiva en su contra), solo quiero conversar sobre uno de sus más pequeños hijos. Y no, no son los puntos públicos de wifi, ETECSA, porque no vengo a hablar de antropología. Le escribo precisamente por esa misma vía sobre el acceso a su servicio del correo Nauta desde celulares. Como usuaria…

Unable to connect.

Ok, volvamos a empezar, calmada. Mejor, así me ahorro la parte de la demanda, que el diablo son las cosas.

Mire, ETECSA, ya sé que me pidió asegurarme de estar conectada a la red. Claro que encendí los datos móviles en el teléfono, no me subestime. De hecho, cada vez que miro las flechitas iluminadas asumo que mi saldo se está intentando conectar con un servidor que le cobra la propina antes de ofrecer servicio alguno, no importa si el mensaje se envía o se recibe.

Y debo decir, ETECSA, que no veo por ninguna parte el consejo contrario, el de apagar esos mismos datos que recomienda encender. Conozco a quien ha perdido más de 10 CUC en un día por olvidarlo, mayormente en dispositivos diseñados para mantenerse enviando y recibiendo “paquetes” de información todo el tiempo. En mi caso, todo hay que decirlo, no ha llegado a ese extremo. Pero no hablo solo por mí…

Ah, ya, la red no está funcionando. Qué pena, justo en el momento en que iba a decirle que muchas de las aplicaciones para sistema operativo Android están configuradas para actualizarse automáticamente una vez puedan acceder a alguna red.

En el caso de Nauta, que solo ofrece servicio de correo mediante datos, estas aplicaciones “ven” la red, y le están diciendo todo el tiempo “compañero servidor, búscame esta actualización ahí”. Iba a comentarle, aunque seguro lo sabe, que justo ese “psss, servidor, atiende pa’ acá” y su consecutivo “yo no entender que tú decir, aplicación ingenua”, nos cuesta dinero a los usuarios.

Técnicamente hay paquetes de datos de un lado para otro, solo que se trata de una serie de “permisos” y “negaciones” que a nosotros no nos resuelven nada. También configuré, por cierto, el modo de decirle a las aplicaciones que, por favor, no se conecten hasta que yo les diga. Pero algunas de ellas se hacen las suecas, aunque seguramente son gringas. Debe ser por eso.

Igual, no debiera ser tan dura con ETECSA y su servicio. En definitiva, este solo lleva dos años funcionando y el pasado abril contaba con más de 1,3 millones de usuarios. Además, debo reconocer que me alegró mucho la idea de poder enviar y recibir correos, vital para mi trabajo, desde cualquier lugar y en cualquier momento. ¡Podría trabajar a mi ritmo! Podría decirle a cualquier amigo conectado que mande información sobre cualquier tema en el cuerpo de correo y como texto. Podría… ¡podría hacer tantas cosas! Dadme un correo y moveré el mundo, aun cuando desde nauta solamente pueda enviar un mismo mensaje a 20 destinatarios.

Todo comenzó cuando a finales de mayo de 2013 ETECSA, a través de la jefa de su Dirección Central Comercial y Mercadotecnia, Tania Velázquez, anunció en conferencia de prensa la ampliación de los servicios de Internet en Cuba, los cuales se comercializaron bajo la marca Nauta y ofrecieron diferentes modalidades, entre ellas el correo nauta.cu. Por aquel entonces, solo se podía acceder al correo desde aquellas primeras 118 salas de navegación, que por demás tenían bastantes restricciones. Recuerdo que una vez me senté en una computadora en la que no se podía copiar ni pegar.

Luego, en marzo de 2014, la empresa anunció la posibilidad de acceder a los correos nauta.cu desde cualquier móvil que tuviera como requisito permitir la transmisión de datos y alguna aplicación de correo electrónico.

Pero me voy distrayendo.

Mire, le comentaba sobre el correo. Desde el comienzo, como usted conoce, hubo fallos técnicos que la condujeron a la primera de las suspensiones temporales. Eran los tiempos en que los futuros clientes hacían cola por horas en las oficinas de la empresa para activar (y pagar) la cuenta, sin si quiera estar seguros de que su teléfono era compatible. Los que poseen dispositivos BlackBerry, por ejemplo, nunca pudieron acceder a esta red. Yo no tuve de esos, pero sí quería un mejor teléfono, ETECSA, y los que usted comercializa son muy caros y de poca calidad, por eso le pedí a un amigo en Estados Unidos que me comprara uno (que para mi fortuna funcionó).

¿Recuerda esos días en que algunos “usuarios avanzados” cobraban entre dos y seis CUC por la configuración de los celulares en las puertas de sus oficinas? Es el segundo paso necesario después de la activación de la cuenta, y perdone que le insista en el proceso, ya sé que debe haber sido difícil que sus propios trabajadores no supieran cómo hacerlo. Claro, entiendo que todo era nuevo y que no se habían preparado con tiempo para la gran demanda que les cayó encima. Cosa buena esta, por cierto, porque usted debe haber comenzado a ingresar mucho más efectivo y eso le permitiría mejorar su infraestructura tecnológica, a pesar del bloqueo.

Ups, esto se bloqueó de nuevo. Qué casualidad. Y eso que estaba a punto de explicar que conozco bien los esfuerzos de la empresa, de cómo trabaja incansablemente para mejorar la infraestructura de la red, de los servidores, etc. Sí, porque este es un tema muy serio.

Pensaba ponerle que así y todo, en siete días de funcionamiento se registraron 1. 900 clientes, lo cual propició que la empresa aumentara a 65 las unidades comerciales en las que los usuarios podían activar ese servicio. Estábamos avanzando, ¿no?

Tengo que recordar nunca más hacer uso de esa preguntica al final de una afirmación. A ver, sí, guardar en borradores… Sigo.

Meses después, circuló un documento desde su sitio web que explicaba cómo hacer la configuración según los modelos y marcas de algunos teléfonos. Lo malo es que no todos tienen internet para acceder a él, pero no se preocupe, que cumplí con el deber de copiarlo a todo el que lo necesitó a mi alrededor.

El problema, ETECSA, es que al menos al principio, para muchos de nosotros aquello parecía estar escrito en chino. En lo personal (búrlense, ingenieros, no me importa), aprendí a fuerza de golpetazos que el “Simple Mail Transfer Protocol” POP3 (Protocolo de Oficina de Correo o “Protocolo de Oficina Postal”) más primitivo, unidireccional es mejor con el nauta en Cuba que el IMAP (Internet Message Access Protocol), porque este es más dinámico y está sincronizando información todo el tiempo. Y eso gasta dinero, mucho dinero, ETECSA. Sé que hará el esfuerzo para que esto se resuelva.

También comprendí, déjeme contarle, que los servicios en internet que un niño de cinco años podría configurar, los intuitivos, los de excéntricos índices de usabilidad, los de “una cuenta en cinco clicks” o “a prueba de bobos” tienen un precio sobre la privacidad de las comunicaciones. Pero le confieso que no me importa en lo absoluto siempre que no tenga que aprender sánscrito para enviar y recibir correos sin que expire injustamente mi saldo.

Pensándolo mejor, este último párrafo a ETECSA no debe interesarle mucho. Al contrario, no quiero que piense que la estoy comparando con Google ni otro servicio parecido, en caso de que encuentren algo parecido.

No lo digo por nada malo, sino porque son muchas las especificaciones que una debe seguir para usar el correo nauta. A veces aturden: que si el saldo consumido no es el de la cuenta, es el de la línea telefónica, que si los correos no deben pesar más que 100 Kb o tener adjuntos, porque si no es mejor ir a una sala de navegación (¿cómo me voy a poner a “pesar” cada correo que recibo o mando? ¿Alguien tiene idea de cómo hago eso?), que si los horarios para conectarse mejor, que si no debo usar colores, subrayar o marcar en negritas, que si hay fallas en el servicio y no me entero…

¡Las fallas! Este es otro tema.

En un foro online realizado en junio de 2014, su ya mencionada Directora Central de Comercial y Mercadotecnia, Tania Velázquez, respondió a una forista que si la cuenta nauta bloquea los teléfonos y es tan lenta, se “deberá revisar el equipo con el que cuenta para conectarse, ya que no es una queja generalizada. La rapidez del acceso se debe a las condiciones de la red móvil en el momento de la conexión”.

He revisado mi equipo 100 veces, de verdad, pero si hay alguna falla en la red, que no sea culpa de mi dispositivo ni de alguna mala configuración de mi cuenta, debería enterarme rápido, para no gastar (más) dinero en vano. Perdone que me ponga reiterativa con el dinero, sé que hay cosas más importantes. Y lo siento, pero no estoy segura de que no sea una queja generalizada. No piense que desconfío, seguro que los canales de comunicación han estado fallando también.

A propósito, déjeme felicitar a la empresa por la valentía de responder preguntas en internet, en tiempo real, desde alguna redacción periodística. Y no estoy siendo sarcástica; ojalá otras hicieran lo mismo, quizás mediante alguna estrategia offline, para que podamos participar más. También fue muy generoso de su parte cuando me compensó por las pérdidas ocasionadas en noviembre pasado…

Pero es que el servicio, de hecho, siguió fallando. Ese mismo mes, la función de la empresa fue analizada en el parlamento cubano y… bueno, nada nuevo salió a relucir en los reportes. Y a comienzos de este año se reestablecieron las fallas, aunque ETECSA se mantuvo trabajando… Para ser justa, esa aventura solo duró un día. Claro, ya que estamos en esto de la justicia, debo mencionar que ese día también fue el cumpleaños de una amiga que vive en otro país y no pude escribirle. Tremenda puntería la de… mi amiga.

No sería mala idea ofrecerle un pequeño timeline de las últimas fallas:

Primero fue noviembre de 2015; luego enero de este año (al otro día quedaron resueltas); en enero también respondieron por las fallas de noviembre del pasado año; en marzo anunciaron otra interrupción del servicio; para abril fortalecieron la plataforma, pero en julio estuvo nuevamente cerrada por mantenimiento. Aunque esto suena un poco pedante, y no quiero que ETECSA se lleve esa impresión. Además, casi termina el mes y no ha habido ningún otro fallo. Lo que sí debo salir de este apartamento al final de un pasillo interior si quiero que mi teléfono se conecte a la red de una buena vez.

Le informo de las pérdidas de saldo porque usted lo pone como un derecho en el contrato que firmamos. Ahí también dice que usted debe responder en un término de 30 días cualquier reclamación. Y no es que le esté reclamando nada. Abogo por el diálogo respetuoso entre usted y sus clientes, que únicamente contamos con sus servicios para comunicarnos. Solo que, en mi humilde opinión, en ese documento deberían incluirse otras cláusulas.

Fraternalmente suya.

Qué gracioso, dice que mi mensaje no pudo ser enviado. Ya, ni me digan, sé que sienten las molestias ocasionadas.

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