Me llamo Laura y soy un undead warlock
Por: Laura Menéndez de la Torre
No han sido pocas las veces en las que me han preguntado por qué lucía tan cansada esa mañana y he demorado para responder “me pasé la noche jugando World of Warcraft (WoW)”. Las miradas que obtengo con esa respuesta solo pueden ser comparadas con los comentarios que, incluso ahora, recibo de algún jugador ocasional al encontrarse con mi recién creado Draenei paladín en la plaza de Stormwind, o mientras completo misiones en Booty Bay. Y es que el WOW todavía tiene un aura de masculinidad para muchos de los usuarios de SNET que se conectan diariamente en la popular red.
Mis inicios en el World of Warcraft se remontan al tiempo en que ni siquiera sabía de la existencia de SNET. Tenía un servidor pirata instalado en mi laptop y un launcher del juego que ocupaban unos 40 Gb de memoria: era el antiguo Wrath of the Lich King. Me enamoré al instante. En pocas semanas subí mi primer personaje, una humana maga, al nivel máximo (80 en aquel entonces) y comencé con el que sería hasta hoy mi avatar favorito: un warlock undead (un reticente miembro de la Horda con la habilidad de invocar y controlar demonios y la especialidad en daño de sombras y de fuego). Jugar con un servidor instalado en tu máquina significaba hacerlo sola en un mundo diseñado para múltiples jugadores, con misiones imposibles de realizar con los poderes de una sola clase y, sin embargo, no podía dejar de sentarme cada tarde y meterme en un universo que expandió por completo mi concepción de lo que podía ser un juego de PC.
Mis primeras misiones en equipo fueron con una red LAN improvisada en casa que nos permitía a un grupo de amigos pasar el tiempo jugando juntos. Se pueden imaginar, entonces, que cuando pude conectarme a la red SNET por primera vez y creé mi personaje ahí, sencillamente, aluciné. El WOW en SNET es masivo. Era la primera vez que podía conectarme con más de 500 personas al mismo tiempo, lo que significaba una experiencia totalmente diferente.
¿Eres hombre o mujer? Los inicios del tiburoneo
Desde el momento que te conectas a SNET y te creas un perfil en cualquiera de sus foros o juegos entras al mundo del tiburoneo, para el que incluso existen unos pequeños avatares en forma de tiburón o piraña, en dependencia del género de quien tiburonea. Las bromas sobre el tema son muchas y las formas de tiburonear se vuelven creativas según el medio. En un juego como World of Warcraft comienza con la ya clásica pregunta: ¿eres hombre o mujer? Como el género del personaje no necesariamente coincide con el del jugador, esta es una pregunta bastante lógica si quieres saber la identidad de la persona con la que estás chateando.
¡Se acabó el tiburoneo! ¿Te casarías conmigo?
Bodas en el mundo virtual de Azeroth
cachivachemedia.com
Ser una mujer en el WOW te da numerosas ventajas, o al menos esa es la creencia general. Si necesitas dinero, ayuda para levelear o con una misión solo tienes que buscar al jugador más cercano y mostrar los encantos de tu elfa de sangre, porque obviamente esa es la raza que como mujer elegirías. Hasta aquí las cosas no parecen tan mal; más allá del típico encasillamiento de tu rol como fémina, lo tendrías verdaderamente fácil en el juego. ¿Dónde, entonces, comienzan los problemas?
El asunto se complica cuando estás intentando terminar una misión a las dos de la mañana y un personaje no deja de tiburonear. En un principio resulta hasta gracioso cuando te preguntan varias veces si de verdad eres mujer, por qué estás conectada a esa hora, si te gusta el WOW en serio o qué edad tienes. Sin embargo, se convierte en algo realmente molesto cuando después de 30 minutos aún no has podido recolectar las hierbas que necesitas para completar la misión. Esta no es una situación aislada, les ocurre a muchas jugadoras y cada una lo maneja a su manera. No es, después de todo, algo tan problemático si lo tomas desde un punto de vista halagador.
Sin embargo, el tiburoneo generalizado no es lo único que deben afrontar las mujeres que juegan WOW. La primera vez que me enfrenté fuertemente al problema en este juego fue cuando me uní a un grupo de amigos para hacer misiones juntos. Se asumió directamente que yo jugaría en el equipo con uno de mis personajes que fuera sanador para que sirviera como apoyo en las batallas. No confiaban en mi experiencia como jugadora lo suficiente como para dejarme ocupar un lugar en la línea delantera, a pesar de llevar más tiempo en el WOW que algunos de ellos. Después de un duelo ganado y un buen discurso finalmente pude elegir al personaje que quería, pero la presión de no fallarle al equipo era mucho mayor.
Cuestión de opiniones
En muchas ocasiones he tenido la oportunidad de chatear en fórums online sobre el juego y la creencia de que las mujeres no se interesan por los MMORPG es generalizada. Afortunadamente, siempre está el que se ríe y dice que en su guild hay muchas, incluso personas de 60 y 70 años y hasta niños de 9. En ocasiones el escepticismo en cuanto al género del jugador no depende de su calidad sino de la creencia de que juegos como este no son para mujeres, que no les interesan. Hoy en día, la masividad del World of Warcraft, por enfocar la situación en solo un punto, ha permitido que la presencia de las mujeres sea más normal, que asombre menos. Ahora, en SNET, es más común que hace dos años atrás encontrar a una jugadora que me pide ayuda en una misión, porque es la primera vez que se conecta al WOW. Recibo más comentarios positivos sobre mi interés en el juego e, incluso, solicitudes de ayuda para subir de nivel a algún jugador retrasado.
Mi curiosidad me llevó al TeamSpeak (TS) de Republic of Gamers –el TS oficial de los jugadores de WOW en la red–, para encontrar a otras jugadoras que quisieran compartir sus experiencias conmigo.
A las 10:18 pm el primer poke (¡Hey wake up!) me sobresalta y me encuentro repentinamente hablando con Betty, una humana, cura, de nivel 85. Mis respuestas a las preguntas de rigor sobre la entrevista me dan tiempo suficiente para que se me unan otras tres jugadoras: Kathy (elfa de sangre, bruja, nivel 85), Queen (no-muerta, caballero de la muerte, nivel 90) y Asuna (no-muerta, maga, nivel 90).
Laura Menéndez (LM): ¿Cómo se sienten cuando juegan World of Warcraft?
Betty: El WOW es mi juego favorito, soy una chica gamer y si no tengo WOW me muero.
Las risas en una conversación por TS adquieren una dimensión física enorme. Una gran carcajada se convierte en algo como “JAJAJAJAJAJAJA!!!”. Es imposible poner mayor énfasis en algo.
Kathy: Cuando estoy en el WOW me siento bien, las personas con las que juego son como mi familia.
LM: ¿Alguna vez han asumido que son malas jugadoras solo por ser mujeres?
Kathy: “(jajaja) No, nunca”.
Queen: Sí. Me consideran peor, tengo que demostrar que soy mejor que ellos. Por eso hay que hacerse pro, como yo ahora (jajaja). Cuando ganas en un duelo se dan cuenta de que los hombres también pueden perder.
Asuna: Yo empecé desde abajo en el WOW. Tuve que jugar mucho y aprender para llegar a ser hoy la mejor maga chica de todo el server y quiero ser la mejor maga de toda la red. Hoy me conocen por ganarle a cualquiera en una arena, pero tuve que jugar mucho para ganarme eso.
Asuna es la guild master de Free to play, un clan de cerca de 150 jugadores que tiene tres miembros mujeres.
LM: ¿Creen que el género importa al momento de medir la habilidad de un jugador?
Betty: Yo he tenido muy buenas opiniones de mi cura. El WOW lo puede jugar cualquiera, no tiene nada que ver con la edad o el género de la persona. Yo me he encontrado de todo aquí mientras juego. Ahora mismo la población femenina ha aumentado muchísimo en el WOW.
Queen: Las mujeres son muy buenas jugando WOW, incluso mejores que los hombres. Tenemos que jugar más en serio para que no nos discriminen. Muchas veces me han dicho que soy un hombre porque juego bien. Lo hacen en broma pero me molesta bastante aunque les dejo que piensen lo que quieran.
Kathy: Lo que importa es la habilidad y no el género. Yo soy mujer y juego bien y me he encontrado con muchos jugadores hombres que son muy malos (jajaja)”.
Queen: El problema con muchas jugadoras es que siempre dicen que son malas cuando se encuentran con otro player. Lo dicen para que las ayuden o para que les jueguen suave. La típica frase es: “juégame suave que soy mujer”. Yo nunca digo eso, yo soy buena jugando.
LM: Entonces ¿creen que las mujeres tienen algún tipo de ventaja dentro del juego?
Betty, Queen, Asuna: Sí!!!!! (jejeje).
Betty: Te ayudan cuando dices que eres mujer, pero lo hacen por tiburoneo. Todo el tiempo.
LM: ¿Qué creen del tiburoneo en el juego?
Queen: El tiburoneo es mucho. Me afecta cuando estoy en el juego pero la mayor parte del tiempo los ignoro. Tanto tiburoneo te imposibilita hacer amistades.
Betty: Hay exceso de tiburones. La ayuda siempre es por tiburoneo (jejeje).
LM: ¿Alguna historia que no pueden dejar pasar?
Queen: Una vez entré sola a una arena. Yo contra dos jugadores hunter. Sentí miedo.
Fue imposible dejar de reírnos todas con este comentario porque ¿quién no ha sentido ese miedo que se refleja en el estómago cuando te enfrentas a un oponente más fuerte o más numeroso?
Queen: Pero me dije: “tengo que intentarlo”. Y comencé a atacar a uno sin ocuparme del otro y lo maté rápido (jajaja). Estaba casi muerta cuando me enfrenté al que quedaba así que comencé a generar runas, curaciones de 200k y me llené la vida. Usé macros y ¡BUM! Lo maté (jajaja).
Laura Menéndez: ¿Qué es el World of Warcraft para ustedes?
Mi última pregunta quedó en el aire. Después de pasarme casi una hora conversando con estas jugadoras me di cuenta de que no necesitaba hacerla. Cerré el canal de conversación y comencé con mi primera misión en Undercity.
