Un año de diálogo selfie
Las imágenes de las primeras zonas wifi en Cuba recorrieron medio mundo. De repente, aquellos parques y espacios públicos se convirtieron en un terreno para documentar el choque de muchos cubanos que entraban por primera vez al mundo de la world wide web.
Un año después del lanzamiento de las zonas wifi, dos cuc o cincuenta pesos mediante, algunas distancias han sido acortadas. La adicción al IMO, familias completas conversando en la tradicional postura selfie, piratas wifi, la “generosidad” del inseguro connectify, todo un ecosistema se ha creado alrededor de estos puertos de acceso al mundo exterior. El internet más primario sigue aterrizando en unos puntos donde los kilobytes todavía se cotizan a un precio alto.
Algo sí no ha cambiado, en la wifi sigue reinando una extraña felicidad.