La suerte está echada

Cadavere XQ
CADAVERE XQ
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4 min readOct 7, 2020

La vida es una ilusión óptica.

“No tenemos dónde llorar”, relataba un senegalés sobre la brutalidad policial que sufren él y sus compatriotas en Argentina. Y mi corazón se rompía en mil pedazos y lloraba en mi cama, cayendo en la cuenta de que hasta eso es un privilegio en este mundo que ya no puede más.

No podía dormir. Encendí el ventilador, aunque no era una noche cálida, el ruido blanco que proporciona el zumbido del motor es mi canción de cuna favorita.

El barbijo, la bufanda, la campera abrigada y la tortícolis que nace a raíz de eso.

Lo único que queda es todo.

Porque pega papel con papel.

Yo sigo oliendo ese pedo retrógrado, pero voy a volver a escribir una vez más, porque por razones obvias, quiero participar de una orgía intelectual multitudinaria.

Cuando repensé lo que dije, me di cuenta que soy muy buena para eyacular inteligencia después de esas orgías.

Se sentía encerrada en un loop de días iguales eternos. Solo el calor del sol que rozaba su cara al entrar por la ventana y el ruido de las hojas moviéndose con el viento se asemejan a su pasada libertad.

Te cuidé más que a mis cristales y no renovaste la energía.

#succionameesta

No sé bien que vamos a salir aprendiendo de esto, o si vamos a salir aprendiendo algo. Capaz un poco, capaz nada.

Quiero salir, pero seguro tiene razón una vez más Charly, y no me dejan porque todavía estoy verde.

Tiempos donde tengo que dimensionar el cielo un rato. Arcoiris estrellado. Quiero salir a jugar y el mundo no me deja.

Es invierno pero amo ver tus piernas flacas desnudas. Se fueron las golondrinas sin que nos diéramos ni un beso. Vos estás matándome.

Te vas a resistir, como a morirte. Dejate.

Alea iacta est. La suerte está echada.

Dentro de esta habitación las paredes son de terciopelo. No entiendo qué les pasa a todos, con ese frenetismo que de repente se detiene y es como si nunca hubieran existido.

Pasa que la ficción tiene que ser verosímil, no así la realidad y nunca fue más claro.

Una mariposa, solo dos semanas de vida, tan solo una extensión más de cuarentena. No vió como era la ciudad antes, nunca lo sabrá. Posiblemente fue una hermosa época para haber nacido, libertad y cuarentena, nos tocó en suerte una época extraña.

Hay muchas cosas que no somos capaces de captar con nuestro intelecto. Una manera de acercarnos es formar esas ideas en nuestro intelecto, compuestas solamente de negaciones de lo que sí conocemos.

Pensá y después habla, porque en este caso el orden de los factores sí altera el producto. La liberación espiritual va más allá de la sequía en nuestros ojos.

Estas cuatro paredes son el centro de control emocional de todo lo que me sucede en estos días tan extraños y distópicos.

Ya son cuatro años que respiro, almuerzo, duermo, dibujo, lloro, pienso, me siento mal, bailo, hablo por teléfono, y así, una inagotable lista de verbos que protagonizan esta realidad que es la de mi cuarto.

No me da la cabeza.

Yo a veces creo que las palabras tienen sabor.

Ella se pasaba toda la vida buscando unos ojos. Un día los encontró frente a un espejo.

Quisiera vivir en una dimensión donde nadie salga lastimado y yo pueda conseguir lo que quiera. No se busca sanar a los pies de aquellos que nos rompieron.

Tarde. Ya está: te olí. Mirá por la ventana que estoy bailando en tu balcón.

Un amigo me mandó esto, sigo sin saber mucho de qué se trata, ya lo sabré. Siempre confiar.

Las iluminaciones fallaban, el micrófono se veía en cámara. Los extras tartamudeaban, la actriz principal escapaba y quedó un cassette que algunos rebobinaban.

La vecina gritó “Llama a la policía. Ya estoy lista para subir. ¡Te voy a tirar la puerta abajo!” Y después no supimos más nada.

No animarse a pensar es un acto cobarde.

La vida es un ruido entre dos grandes silencios. Lo vivo, lo intenso, se baten en una contienda por sobrevivir. Es así que la vida engendró, se expandió, se hizo verbo y luego carne. Sin embargo, lo vivo no llegó a ser Zagal y se enterró en la mismísima nada, solitaria y asombrosamente autista existencia. Así fue pues que un suicidio acometió: somos hijos de la sangre derramada. La muerte.

Se me ocurrió que es una buena idea tener un proyector en vez de la TV. No sé si es por minimalista o por snob pero hay algo que me seduce.

‪Solo quiero saber cómo hiciste para que tu alma no se quebrara cuando me dejaste atrás, si la mía ya no aguanta ni un día más de verte con otra caminar. ‬

Frenar, como de un cachetazo. No quedó otra que parar, pensar y repensar (nos). Sentir y emocionarnos. Vivir a otro ritmo, con nuevos sentidos.

La esperaba, quizás tanto como un nuevo capítulo del documental de Jordan. El último baile es el que ella danzaba con mis expectativas. Como si nada hubiese cambiado.

Hay que pedir permiso para un abrazo y mi número de trámite no es válido. ¿Qué significa todo esto? No daré palabra alguna.

Cada uno elige lo que quiere entender.

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