Conmovido por la vida
Dándole una voz artística a las experiencias de los asiático-americanos
con Lenora Lee, directora de, Lenora Lee Dance
entrevistada por Kimberly Brown, California Arts Council
Desde 2007, la compañía Lenora Lee Dance ha integrado la danza contemporánea, el cine, la música y la investigación, y ha ganado cada vez más atención por su dedicación constante a temas relacionados con la inmigración y los conflictos internacionales, y sus efectos, en particular, en las mujeres y las familias. Con obras realizadas en espacios públicos y privados, íntimas pero a gran escala, inspiradas por historias individuales y la fortaleza de la comunidad, Lenora Lee Dance expande los límites de las presentaciones multimedia y de danza inmersiva que conectan varios estilos de movimiento y música con la cultura, la historia y los derechos humanos. En algunas ocasiones, las obras se crean para llevarlas a cabo en el proscenio, debajo del agua o en el aire, y, en otras ocasiones, se crean de modo que respondan al lugar y sean inmersivas e interactivas. Más de 130,000 personas se han visto conmovidas por el arte de la compañía, que ha crecido para abarcar la creación, la presentación y la proyección de películas, las instalaciones en museos y galerías, la participación ciudadana y los programas educativos.
Esta entrevista se editó por razones de espacio y claridad.
KB: ¿Qué representa Lenora Lee Dance para usted, para los miembros de su compañía y para la comunidad en general?
LL: Lenora Lee Dance les da una voz artística a las experiencias de los asiático-americanos. Nuestras comunidades están bajo ataque y, al mismo tiempo, realizan una gran parte del trabajo de primera línea en la sociedad, como por ejemplo, los proveedores de atención médica y los trabajadores del área de servicios. Nuestras obras son fundamentales para la integridad de nuestras comunidades porque transmiten nuestras verdades, y amplían el efecto de nuestros aportes y experiencias a nivel local y nacional.
El ochenta por ciento de nuestros veinte colaboradores artísticos y bailarines son asiáticos o asiático-americanos. Nuestros participantes y nuestras audiencias son una combinación única de trabajadores de la comunidad, residentes de bajos ingresos, académicos, artistas emergentes y consolidados, activistas, profesionales, emprendedores y educadores, con profundas raíces en la comunidad de Chinatown y las comunidades asiático-americanos de San Francisco.
Al incorporar un trabajo etnográfico, hemos brindado oportunidades para investigar y divulgar los triunfos, las luchas y los desafíos de las personas y las comunidades a menudo olvidadas — los sobrevivientes de cáncer, los inmigrantes, los refugiados, las personas que estuvieron en prisión, los veteranos, los sobrevivientes de violencia doméstica, los profesionales de la atención médica y los defensores de la comunidad — , además de lo que han enfrentado aquí en los Estados Unidos, experiencias vistas mundialmente a través de un lente universal.
El arte es una plataforma para las prácticas culturales, las creencias y la expresión de la visión del mundo y las opiniones políticas. Proporciona a los creadores de obras artísticas y a sus comunidades la capacidad de expresar las experiencias y perspectivas de las personas y comunidades subrepresentadas desde adentro. Se trata de una voz original y auténtica, no una proporcionada por quienes tienen el poder, ni una utilizada para estigmatizar o categorizar a los grupos como “otros”.
Las presentaciones inmersivas han traspasado los límites convencionales de la actuación teatral, eliminando la división entre “nosotros y ellos” con la estridente voz de “nosotros”. La magnitud de estas presentaciones ha crecido de maneras increíbles durante la última década.
Nuestra obra se centra principalmente en los artistas, los diseñadores y los colaboradores con quienes creamos. Haber construido una comunidad y un equipo fuertes es lo que nos permite hacer nuestra magia. El grupo comprende la seriedad de los temas que investigamos y sobre los que creamos obras, y obtiene una sensación de contribución y propósito al desarrollarlas desde cero. El arte y la vida están naturalmente entrelazados. Cuanto más integrados estemos con las diversas facetas de nuestra vida y nuestro trabajo, más armónicas y magnificas son.
KB: En 2019, su compañía transformó “Angel Island” (La Isla de los Ángeles) en una experiencia inmersiva para recordar y recrear la experiencia de los inmigrantes chinos detenidos. Como narradores de historias, ¿qué vínculo consideran que hay entre el arte y la conciencia cultural?
LL: El arte es un medio por el cual se puede expresar la conciencia cultural. La conciencia no siempre se crea a través del arte, y el arte no siempre demuestra un nivel de conciencia cultural, apreciación ni compromiso con la igualdad y la justicia. Lo que une al arte y a la conciencia cultural son los artistas que crean las obras y las conexiones que estos desarrollan entre la obra y quienes participan, presencian, observan, colaboran y financian el arte.
El arte es una plataforma para las prácticas culturales, las creencias y la expresión de la visión del mundo y las opiniones políticas. Proporciona a los creadores de obras artísticas y a sus comunidades la capacidad de expresar las experiencias y perspectivas de las personas y comunidades subrepresentadas desde adentro. Se trata de una voz original y auténtica, no una proporcionada por quienes tienen el poder, ni una utilizada para estigmatizar o categorizar a los grupos como “otros”.
Como voz original, el arte eleva la conciencia cultural, y proporciona un megáfono creativo para amplificar esta conciencia de modo que resuene por todas partes, que inste a actuar a quienes estén preparados, y que cambie la perspectiva de lo que es la verdad y de lo que son la discriminación y las divisiones. Hay un etnocentrismo en la sociedad estadounidense que nos condujo a un lugar increíblemente divisivo en este país y en todo el mundo. Siempre debemos luchar por la igualdad, los derechos humanos, la igualdad de género, los derechos de las mujeres, los derechos de las personas LGBTQ y el derecho a revertir el cambio climático.
KB: ¿Cómo es el proceso para crear sus obras? ¿Cómo educa a los miembros de su compañía para que también sean maestros? ¿Podría explicar algunos de los aspectos multimedia y colaborativos que hacen que su obra sea única?
LL: Nuestro proceso comienza con la identificación de los temas y asuntos sobre los que queremos trabajar. Hacemos una investigación inicial, y buscamos los colaboradores y las organizaciones asociadas con los que trabajaremos, y posibles lugares para las presentaciones, las instalaciones y las actividades participativas. Luego hacemos varias rondas de recaudación de fondos para cada proyecto, lo cual incluye redactar propuestas para solicitar subvenciones de fundaciones locales o del gobierno municipal, estatal o nacional, por nuestra cuenta y en conjunto con las organizaciones asociadas.
De acuerdo al cronograma del proyecto y de cuándo obtengamos los fondos, hacemos una fase de investigación más profunda, a menudo, con la participación de una población particular mediante talleres de creatividad, entrevistas y desarrollo de contenido. En simultáneo, comenzamos la creación de la coreografía. Genero el movimiento y colaboro con los bailarines y, en ocasiones, con determinados participantes de esta. En muchos de nuestros proyectos, les pido a los bailarines que escriban sobre temas similares y creen movimientos a partir de sus experiencias. Algunos de los bailarines con los que estamos colaborando actualmente son Gabriel Christian, Clarissa Dyas, Anna Greenberg Gold, Gama Hsu, Lynn Huang, Hien Huynh, SanSan Kwan, Melissa Lewis, Megan Lowe, Chloe Luo, y los bailarines de Boston Johnny Nguyen, y Naoko Brown, IJ Chan y Flora Kim.
Mientras desarrollo la estructura del proyecto de la obra, y determino cómo secuenciar la coreografía, trabajo en simultáneo con los diseñadores. Para la mayoría de nuestros proyectos anteriores, Olivia Ting hizo el diseño gráfico y el de los medios audiovisuales. Francis Wong y Tatsu Aoki son compositores y músicos cuya música original y creativa integramos en la obra. La escritora y poeta Genny Lim ha sido fundamental para generar y proporcionar textos y poemas para muchos de los proyectos basados en la inmigración y la experiencia chinoamericana. Estamos incorporando el trabajo del escritor y rapero AK Black en uno de nuestros proyectos actuales, “And the Community Will Rise” (Y la Comunidad se Levantará).
Desde 2009, Olivia Ting ha diseñado para nosotros la proyección de videos sobre el exterior de edificios, como la General’s Residence en Fort Mason, en muchas superficies de la Wilsey Court del De Young Museum, y sobre las paredes que rodean la piscina de la YMCA. Hemos rodado debajo del agua, en lugares históricos, y hemos creado películas y proyecciones multimedia a partir del material. Con las diversas disciplinas artísticas, nuestras presentaciones se convierten en experiencias multifacéticas en las que la audiencia se ve inmersa en capas de contenido visual, auditivo, visceral y táctil, que enriquece las historias y realza la profundidad del material.
KB: El año pasado hubo un reconocimiento real del poder del arte para ayudar a sanar y a desarrollar la resiliencia. ¿Qué desafíos ha tenido su compañía en el último tiempo y cómo se traduce la experiencia de los desafíos del año pasado de cara al futuro de Lenora Lee Dance?
LL: Nuestro mayor desafío ha sido lidiar con los efectos catastróficos de la pandemia de COVID-19, la carga financiera, emocional y psicológica de intentar sobrevivir a esto día a día, como compañía de danza y como artistas y administradores. Ha sido un éxito contar con más tiempo para planificar los proyectos actuales y extender nuestros cronogramas para el proceso creativo después de muchos años de intensa productividad. Esto nos brinda el entendimiento y los beneficios de tener un período de creación más extenso, lo que podría contribuir a la sostenibilidad de la compañía y de sus programas.
Desde el comienzo de la pandemia de COVID, la compañía ha tenido menor acceso directo a los residentes del área de Chinatown de SF para sus proyectos actuales, debido a las medidas de confinamiento, aislamiento y de prevención para evitar los brotes en el área más densamente poblada de la ciudad.
Hemos tenido que posponer o cancelar la mayoría de nuestros proyectos y compromisos debido a la pandemia. Aunque pudimos ensayar durante tres meses, implementar la creación conjunta de manera virtual fue bastante desafiante. Tuvimos que ensayar en espacios abiertos y con distanciamiento social durante un mes, lo que se vio interrumpido debido a que un familiar de uno de los bailarines dio positivo en la prueba de COVID. Hemos cumplido las disposiciones locales y estatales en materia sanitaria para priorizar la seguridad y la salud, independientemente de cuánto nos gustaría avanzar en nuestro proceso creativo.
Hemos respondido artísticamente mediante la planificación de las versiones grabadas y al aire libre de los proyectos. También estamos tratando de conectar el contenido de nuestros proyectos con la corriente actual en materia de equidad y justicia social que se desencadenó a nivel nacional con el asesinato de George Floyd y las consiguientes protestas a nivel nacional y mundial contra las injusticias y las desigualdades sistémicas que afectan a las comunidades de afroamericanos, indígenas y personas de color (BIPOC), puesto que consideramos igual de importantes las narrativas y experiencias de nuestros artistas, colaboradores y comunidades BIPOC y de inmigrantes, quienes han vivido marginados por la sociedad durante generaciones. La falta de recursos, visibilidad y apoyo a nuestras comunidades marginadas exige una mayor exposición y atención, lo que intentamos promover en nuestras obras.
El arte crea conexiones energéticas y fomenta diálogos que pueden ser sutiles y a la vez predisponer un cambio de perspectiva.
Aunque el futuro cercano se verá afectado por la pandemia y la recesión económica, estamos ideando estrategias innovadoras para restablecer las experiencias artísticas vibrantes que hemos estado comprometidos a crear durante más de 13 años. Nuestras obras presentan una perspectiva única y extremadamente necesaria sobre los aportes de las comunidades panasiáticas a nivel nacional, con profundas raíces especialmente en Bay Area, que representa un 33 por ciento de la población.
KB: ¿Qué significa para usted la palabra “soñar”?
LL: Soñar significa ampliar las posibilidades de formas magníficas. Significa liberarnos a nosotros mismos y a quienes nos rodean de las restricciones que nos mantienen inmovilizados para poder ver un panorama, una perspectiva o una experiencia más amplios por los cuales trabajar. Significa traspasar los límites percibidos sobre lo que es posible, sin temores, aferrándonos a la esperanza, la confianza y la visión. Significa romper con los viejos estándares y las creencias para alcanzar lo inimaginable.
KB: ¿Cuál es tu mayor sueño para el arte y la cultura en California?
LL: Mi mayor sueño para el arte y la cultura en California es que continúen creciendo y prosperando, y que tengan mayor visibilidad y reconocimiento entre la población general como fuerza impulsora dentro de la sociedad. El arte y la cultura forman, de algún modo, parte de la vida de todos, aunque es complejo cuantificar su impacto. Comenzarán a recibir más apoyo cuando las personas, las comunidades y la sociedad comprendan y reconozcan realmente la dimensión de su impacto positivo, creativo y sanador. Me he dado cuenta de que las personas anhelan ser inspiradas y movilizadas por la vida, y nosotros, como artistas, tenemos la capacidad de hacerlo. Con frecuencia, las personas necesitan ser tocadas personalmente por experiencias artísticas o creativas inspiradas por los artistas. El hecho de colaborar con el bien mayor de los demás, de la sociedad y del planeta a través de recursos innovadores es algo poderoso, y a menudo no somos conscientes de que el poder de conexión se origina en el proceso artístico y en la contemplación del arte y de los artistas.
El arte crea conexiones energéticas y fomenta diálogos que pueden ser sutiles y a la vez predisponer un cambio de perspectiva. Se requiere conciencia para reconocer las sutilezas involucradas.
El California Arts Council ha apoyado la obra innovadora y representativa de Lenora Lee Dance por más de una década.
SOBRE LENORA LEE
Lenora Lee Dance de San Francisco, dirige el Lenora Lee se ha desempeñado como bailarina, coreógrafa y directora artística durante los últimos veintitrés años en San Francisco, Los Ángeles y Nueva York. Obtuvo una beca artística del de Young Museum, una residencia artística Djerassi, fue becaria invitada de la Universidad de Nueva York (New York University, NYU) desde 2012 hasta 2016, participó del programa de residencia artística de Dance Mission, recibió la beca United States Artist en 2019 y subvenciones otorgadas por el Creative Work Fund, Kenneth Rainin Foundation Open Spaces, el Fondo Nacional de las Artes (National Endowment for the Arts, NEA) y la iniciativa Creative California Communities del Consejo de Artes de California con el Centro de Desarrollo Comunitario de Chinatown (Chinatown Community Development Center) y Asian Impro aRts. Lenora Lee Dance recibió una subvención para la producción del Proyecto Nacional de Danza de la Fundación para las Artes de Nueva Inglaterra en 2021.
Para obtener más información, visita www.lenoraleedance.com.
DREAM es la revista de arte y cultura más nueva de California, publicada por el California Arts Council (Consejo de Artes de California), la agencia estatal de las artes.
La publicación anual incluye voces e historias de todo el estado, compartiendo un vistazo del profundo impacto de la creatividad y la expresión cultural en una región tan amplia y diversa como California. La primera edición explora lo que significa soñar y presenta a artistas y portadores de cultura de comunidades de todo el estado.
Visita www.arts.ca.gov/dream para obtener más información.
