El poder de una pantalla en blanco

Los artistas nos enseñan a soñar

California Arts Council
California Arts Council
6 min readJul 8, 2021

--

Una reflexión de Nikiko Masumoto

Foto de Gosia Wozniacka.

Un día del pasado octubre, rompí una regla al inscribirme en otro de los tantos eventos virtuales. A principios de la pandemia, cuando la mayor parte de mi interacción humana se redujo al tamaño de cuadros en pantallas, creé una regla bien intencionada: Nunca aparecer sin estar presente, incluso en una pantalla. Pero después de casi ocho meses de distanciamiento y espacios virtuales, mi dedicación a estar presente empezó a flaquear.

Fallé a mi promesa cuando me inscribí, siete minutos tarde, en una sesión completamente por video de una cumbre de ArtPlace, aún sin comer el desayuno precariamente posicionado a un lado de mi laptop; del otro lado, una formidable lista de cosas para hacer me invadió de ansiedad. ¿En verdad tenía tiempo para esta cumbre virtual ahora? ¿Debería desinscribirme y seguir con las tareas del día? ¿De qué me perdería si no asistiera? No podía decidirme. Entonces, intenté “a escondidas” trabajar en mis correos electrónicos mientras escuchaba la sesión (aunque sabía mejor que nadie que no se puede escuchar con plena atención mientras uno está haciendo otra cosa).

Afortunadamente, mis planes se vieron frustrados por dos artistas y una pantalla en blanco. Lo que exudó luego fue una profunda restauración de mi imaginación y el sagrado acto de soñar.

A medida que salimos de un momento de pérdida y enfermedad sin precedentes, tanto de un virus como de la enfermedad de desigualdad en este país, necesitamos soñar. Necesitamos soñar futuros inalcanzados, posibilidades de sanar y reconciliar, visiones de paz y del mundo que merecemos.

Al comenzar la reproducción del video, alcancé a ver el final de las presentaciones, los primeros dos artistas aparecieron en la pantalla: el artista californiano Mark Valdez y su colega de la costa este Marty Pottenger. Comenzaron su presentación sin preámbulos pidiendo la primera diapositiva. Inmediatamente, los dos artistas comenzaron a describir poéticamente una fotografía de la diapositiva, solo que no podía verla. La pantalla estaba en blanco. Me sentí rara y preocupada de que algo anduviera mal, y no fui la única. Algunas personas intentaron ayudar escribiendo en el chat en vivo “La pantalla está en blanco” y “No podemos ver nada”. Pero los dos oradores continuaron impávidos.

Describieron con mucho detalle y veneración una “imagen” de artistas cuyas obras y vidas demostraban un poder artístico esencial. Nombraron artistas que abrieron caminos de creatividad, disidencia y liberación. Victor Jara. Simin Behbahami. Bob Marley. Miriam Makeba. Fanny Lou Hammer. Miles de personas en una protesta de Black Lives Matter. Destacaron que algunos de estos artistas pagaron un precio muy alto por darnos su arte mientras hablaban/hablan la verdad al poder. Hablaban con amor y admiración al describir cómo estos artistas les recuerdan el poder de los artistas y del arte para exhortarnos a ser justos y proclamar el anhelo de libertad y sanación.

Cuando llegó la segunda “diapositiva”, finalmente había entendido qué estaba pasando. La ansiedad que sentí al principio cuando supuse que había un problema técnico al ver la primera diapositiva en blanco cambió. Mi ansiedad se convirtió en efusión, asombro e imaginación. Dejé mi desayuno. No podía quitar mi atención de la pantalla; estaba fascinada por el ejercicio de imaginación.

Sin mirar a una imagen en sí, llené sus descripciones con mi propia imaginación. Llené la pantalla en blanco con caras, momentos, señales y personas que me han inspirado, tanto conocidos como extraños. Personas cuyas expresiones de humanidad sacudieron un sagrado anhelo para California que valoro profundamente: ¿Cómo podemos ser un hogar para todas las personas?

Su última diapositiva era una “imagen” del futuro. Mark y Marty expresaron sus sueños de un futuro con un planeta floreciente, salvado de catástrofes climáticas por sanadores, líderes, pacificadores. Mark describió una ceremonia de firma de una especie de declaración de administración y amor radical. Después, no recuerdo si los artistas lo describieron o si salió de mi imaginación, pero soñé un futuro de mujeres, mujeres trans y personas de género no binario marcando el camino. Comencé a llorar.

Mirar fijamente a una pantalla en blanco nunca fue tan profundo. Con todos estos lemas de “mantenernos unidos” y “ser fuertes” durante el 2020, y ahora en el 2021, no me había permitido imaginar qué anhelaba para el futuro. Esto no era una presentación de diapositivas en blanco, esto era un lienzo donde plasmar nuestra imaginación colectiva.

Mi deseo más ferviente (que sé que muchos suscitaron en mí y que otros también lo tienen) para los meses venideros es que no intentemos volver a la “normalidad”. En cambio, deseo que invitemos, demos recursos y abramos el camino a artistas y portadores de cultura para que alimenten nuestra imaginación y la vuelvan saludable.

A medida que salimos de un momento de pérdida y enfermedad sin precedentes, tanto de un virus como de la enfermedad de desigualdad en este país, necesitamos soñar. Necesitamos soñar futuros inalcanzados, posibilidades de sanar y reconciliar, visiones de paz y del mundo que merecemos.

Querido artista lector, ahora que estás en mi ensayo asimilando mis palabras, ¿qué ves en tu lienzo en blanco?

Cuando piensas en el pasado, en predecesores, creadores, artistas o portadores de cultura que han alimentado y contribuido tu vida con sabiduría, ¿quiénes son ellos? ¿Puedes trazar el contorno de sus caras? ¿Puedes mirarlos a los ojos? ¿Cómo se ven, qué están haciendo, qué te han dado a ti y qué nos han dado a nosotros?

Cuando piensas en el hoy, en la condición en la que estamos, ¿quién está brindando su inspiración? ¿Dónde están las comunidades de tu artista? ¿De quién estás sacando fuerzas? ¿De qué fuentes de energía creativa formas parte? ¿A quién quieres recordar de esta época? ¿Quién te está retando a soñar de otra manera? ¿Dónde encuentras visionarios y líderes? ¿Qué agradeces hoy?

Cuando piensas en el futuro de California, ¿qué ves? ¿Qué esperanzas tienes? ¿De quiénes son las voces y necesidades que más te importan? ¿Cómo luce la celebración? ¿Cómo luce el logro? ¿Cómo luce la sanación? ¿Cómo apareces en este futuro? ¿Cuál es tu sueño más sagrado? ¿Qué necesitas para alcanzarlo?

En el aislamiento, la ansiedad y los problemas de estos tantos meses que pasaron, redescubrí el poder de soñar gracias a los dones de los artistas y a una presentación de diapositivas en blanco. Los artistas son los capacitadores, ejemplos y maestros más calificados en imaginación. Me gusta pensar en la imaginación como un músculo: tenemos que usarla, trabajarla, retarla, para que crezca fuerte y nos dé lo mejor. Los artistas y trabajadores culturales son fundamentales para nuestro futuro: no podemos soñar sin ellos, sin nosotros.

Mi deseo más ferviente (que sé que muchos suscitaron en mí y que otros también lo tienen) para los meses venideros es que no intentemos volver a la “normalidad”. En cambio, deseo que invitemos, demos recursos y abramos el camino a artistas y portadores de cultura para que alimenten nuestra imaginación y la vuelvan saludable. No podemos avanzar a futuros mejores, más saludables, más justos e igualitarios sin el poder de los sueños. Se necesita de habilidad, poder y coraje para soñar e imaginar. Con arte y creatividad podemos soñar juntos.

En California, me gusta pensar en un estado con más sueños que ningún otro. Juntos somos casi 40 millones. ¿Cómo lucen, a qué saben, a qué huelen, cómo se sienten nuestros sueños? La mejor manera de avanzar es persiguiendo nuestros maravillosos e imposibles sueños. Somos nosotros los creadores de la diapositiva en blanco.

SOBRE NIKIKO MASUMOTO

Nikiko Masumoto (ella/she/her) es una agricultura orgánica, guardiana de la memoria y artista. Es yonsei, cuarta generación japonesa americana, y puede tocar el mismo suelo que sus bisabuelos trabajaron en California, donde la familia de agricultores Masumoto cultiva de manera orgánica nectarinas, albaricoques, melocotones y uvas para pasas. Pone de manifiesto su asesoramiento, liderazgo y habilidades creativas como artista y líder en Yonsei Memory Project, como cofundadora; en el grupo de reimaginación del Center for Performance and Civic Practice, como miembro del equipo; en Western States Arts Federation y Art of the Rural, en la junta directiva; y es voluntaria permanente de iniciativas para el cambio. Su más preciado valor es el coraje y su más importante práctica es la escucha.

Para obtener más información, visita www.masumoto.com y www.yonseimemoryproject.com.

DREAM es la revista de arte y cultura más nueva de California, publicada por el California Arts Council (Consejo de Artes de California), la agencia estatal de las artes.

La publicación anual incluye voces e historias de todo el estado, compartiendo un vistazo del profundo impacto de la creatividad y la expresión cultural en una región tan amplia y diversa como California. La primera edición explora lo que significa soñar y presenta a artistas y portadores de cultura de comunidades de todo el estado.

Visita www.arts.ca.gov/dream para obtener más información.

--

--

California Arts Council
California Arts Council

A California where all people flourish with universal access to and participation in the arts.