¿Cómo comenzar a meditar?

Frobeg Ochaeta
Calma y Yoga
4 min readSep 1, 2022

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La práctica de la meditación, Dhyana en sánscrito, es una actividad que requiere de mucha habilidad, contrario a lo que podría parecer cuando vemos fotografías de personas sentadas con los ojos cerrados.
Durante la meditación todo está ocurriendo dentro de nosotros y es allí donde debemos poner en práctica nuestras habilidades.
¿Qué habilidades son necesarias para poder meditar?

  1. La respiración: Para poder meditar necesitamos respirar de forma calmada, lenta y profunda. Siendo conscientes de cada inhalación, cada pausa después de la inhalación, cada exhalación y finalmente cada pausa después de la exhalación. Manteniendo la respiración constante, suave y calmada podremos hacer que nuestros cuerpo y nuestra mente se relaje y pueda permanecer en un estado contemplativo.
  2. La atención: Todos los días nuestra atención está esparcida en mil y una cosas. Durante la meditación llevamos constantemente nuestra atención a un solo punto. Esto no es fácil, y está bien perder la atención. Solamente debemos volver a llevar nuestra atención a un solo punto. Este único punto de atención puede ser la respiración por ejemplo, también puede ser un mantra, una imagen o las cuentas de un Mala.
  3. La consciencia: Mientras más puedas permanecer en quietud llevando tu atención a un solo punto, más estarás consciente de tu propia consciencia. Esto es muy importante para poder conectarte con tu verdadero ser. En sánscrito se llama Purusha, el observador. Nuestra consciencia nos permite observar nuestros cuerpos, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro ego. Viéndolos con compasión desde el punto del observador podemos darnos cuenta que todos estos fenómenos no somos nosotros. Es más, al observar todos estos fenómenos desde esta nueva perspectiva podemos aprender a controlar nuestra reacción ante sus estímulos, incluso llegar a mantener una paz ecuánime ante todos los estímulos.
  4. Samadhi: Cuando logramos alcanzar la conciencia pura podemos permanecer en un estado de no dualidad observando todo como uno solo en una paz y calma absoluta.

Para comenzar a meditar puedes permanecer en la primera habilidad durante unos 5 minutos al día, solamente respirando. Al principio puede ser de utilidad buscar un lugar tranquilo, libre de sonidos y distracciones. Pero conforme avances en la práctica de la meditación esto se va volviendo menos importante, ya que podrás meditar en cualquier lugar.
Solamente estar sentado con los ojos cerrados y respirando en calma es un buen primer paso para comenzar a meditar.
Poco a poco podrás ir incrementando el tiempo que permaneces respirando en calma. La postura que elijas no es tan importante, pero procura sentarte de forma cómoda en donde puedas permanecer por varios minutos sin dolor o molestias, también es importante que no tengas demasiada comodidad en donde puedas quedarte dormida.

Cuando logres llegar a 15 minutos de estar respirando en calma, sin distracciones, podrás comenzar a poner en práctica la segunda habilidad.
Ahora que ya te sientes cómoda permaneciendo durante algunos minutos sentada en quietud y respirando, puedes comenzar a llevar tu atención a la respiración sin prestarle atención a los pensamientos que estarán surgiendo en todo momento.
No te reproches si pierdes la atención con facilidad, solamente vuelve a llevarla de vuelta a la respiración.
Poco a poco y con mucha dedicación te irás dando cuenta que es más y más fácil mantener la atención sin que los pensamientos te interrumpan.
Cuando logres permanecer por 15 minutos con tu atención fija en la respiración puedes comenzar a llevar tu atención a algo más profundo, tu propia consciencia.

Comenzarás a observar tus pensamientos, tus sentimientos y tu ego desde atrás, desde la perspectiva de Purusha, el observador; sin aferrarte o sentirte apegada o incluso identificada con ellos.
Poco a poco mientras más medites desde tu consciencia pura, los pensamientos, sentimientos y ego comenzarán a disiparse.
Sigue practicando esta habilidad hasta que poco a poco logres alcanzar un estado de calma absoluta en el que puedas llevar tu atención a tu conciencia sin dificultad.

Continua meditando de esta forma y comenzarás a experimentar la unión. Ese estado de Samadhi, de no dualidad, en el que logras experimentar como tú y todo el universo están conectados en una unidad. Ese estado en el que puedes observar y experimentar como tu consciencia, es la misma conciencia que existe en todos los seres sintientes.
La meditación se cultiva a lo largo de toda la vida, no te desesperes y practica con paciencia y dedicación.
Con los años verás que meditar se vuelve parte de tu propia naturaleza.
Al practicar de esta forma tu meditación será sostenible hasta el último de tus días y te acompañará siempre.

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