¿En qué enfocamos nuestra mente cuando practicamos Yin?

¿En qué enfocamos nuestra mente cuando practicamos Yin? Sarah Powers denomina este interesante cuestionamiento como “la anatomía de la mente”. Idealmente, en la práctica de Yin, buscamos llevar la atención hacia nuestra respiración ya que alcanzamos una mayor concentración al hacerlo; adicional a esta simple pero compleja acción, existen otros métodos que ayudan a mejorar la absorción de Chi y vitalidad en nuestro cuerpo. Entre estos métodos encontramos el control y retención de la respiración y las visualizaciones de chakras; su utilización mejora increíblemente nuestra capacidad de concentración así como la ampliación y rebalance del prana/chi que es canalizado por los Meridianos y afecta significativamente varias partes del cuerpo.

Sin embargo, surge la pregunta: ¿Cuánto tiempo debemos mantener este rígido enfoque? Si bien es cierto, mantenerlo resulta muy efectivo, se recomienda únicamente en los primeros 2 a 3 minutos de la postura de Yin. ¿Por qué? La intención es que, luego de este atento enfoque, podamos pasar a uno muchísimo más relajado, que podemos soltar esta concentración y empezar a observar, sin interferir, las sensaciones que despiertan en el cuerpo físico, las emociones y pensamientos que van apareciendo, los sonidos, la temperatura del ambiente, entre otros.

Esta conexión y conciencia de lo que experimentamos o sentimos y el “no reaccionar” desde dichas emociones, les brinda espacio así como la oportunidad de respirar y de ser experimentadas como “menos fuertes” y amenazantes; estas emociones/sensaciones dejan de ser suprimidas en el inconsciente, situación que crea un espacio fértil para la reactividad y, por el contrario, esta conciencia hace posible el crecimiento y nos permite ampliar nuestra capacidad de aceptar las dificultades como algo inevitable en la vida y en última instancia, nos libera del sufrimiento.

Te invitamos a contarnos, ¿en qué piensas cuando realizas tu práctica?