“Nuestro hombre en la redacción”

Otros correos parecen confirmar los vínculos estrechos de la agencia de noticias Anncol con las Farc, algo que sus directivos siempre han negado.

Camilo Jiménez Santofimio
camilojimenezsantofimio
4 min readMay 4, 2016

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  • Publicado el 28 de junio de 2008 en la edición 1365 de la revista Semana
  • Por Camilo Jiménez Santofimio

Mucho se ha debatido si la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol) es el brazo de prensa de las Farc. Sus responsables insisten en que son independientes y que ese señalamiento es parte de la persecución en su contra del establecimiento colombiano. Sin embargo, una serie de correos electrónicos hallados en los computadores de Raúl Reyes — a los que tuvo acceso SEMANA — parece zanjar la discusión.

Los e-mails revelan parte de la estrategia mediática de las Farc en el exterior. La primera referencia es un correo de enero de 2004, en el que Raúl Reyes propone al Secretariado un “reajuste del plan de trabajo de la Comisión Internacional de 2003”, con un “plan de trabajo con Anncol”. Reyes propone “legalizar” a Anncol a través de “un registro legal, (a ser tramitado) a nombre de la Asociación alternativa de medios Anncol, con al menos tres miembros responsables”.

Según ese correo, a Reyes parecía preocuparle también asegurar la financiación de Anncol. Anuncia que para ello entrará en contacto “con un número de sindicatos en Dinamarca”, a quienes presentarán a la agencia “como un medio alternativo, defensor de la clase trabajadora colombiana”. Además, sugiere establecer enlaces “con otros sectores con el argumento de que la libre expresión de Anncol viene siendo amenazada pretextando la guerra contra el terrorismo”. El resultado: “En Suecia, se les puede presentar un proyecto al Partido de Izquierda así como a la Juventud de ese partido”. Con lo cual “se podría conseguir fondos del Estado sueco”.

Las Farc también intervenían en la redacción. Para ampliar el consejo editorial, Reyes cuenta haber ordenado contactar al músico sueco-israelí Dror Feiler; a Manuel Salgado Tamayo, profesor de la Universidad Central y ex presidente del Congreso de Ecuador, y a Miguel Urbano Rodrigues, periodista, escritor y ex eurodiputado portugués, así como a “otros del mismo peso”.

Para los “sitios web”, propone “contratar un proveedor en reserva” y registrar los sitios “a nombre de otros, diferentes a las personas que están registradas como asociación ante el Estado”. Una alternativa, dice Reyes, sería el sindicato danés de medios Monsun. Reyes parece haber intervenido hasta en “la elaboración de tarjetas de presentación” y la necesidad de “una cuenta bancaria y dirección postal, teléfono de prepago o si es posible a nombre de una persona para tener derecho a rebajas”.

Un correo de septiembre de 2003 revela que uno de sus emisarios en Europa era el encargado de representar a las Farc ante la redacción en Estocolmo.

“Nuestro hombre en la agencia Anncol” llama Reyes a “Alberto Martínez”, representante de las Farc en Alemania y Escandinavia antes y durante el proceso del Caguán. En un correo del 22 de mayo de 2004, Reyes explica las tareas que las Farc le encomiendan a “Alberto Martínez”. El guerrillero menciona la iniciativa de “Oke Magnusson, director de los empresarios de Suecia, (quien) propone organizar (…) un Seminario Técnico temático sobre el intercambio humanitario en Estocolmo”. Y opina que considera esta “la ocasión para exponer nuestra propuesta de canje”.

Sin embargo, Anncol actúa dentro de la ley. Un vocero del Ministerio de Exteriores sueco dijo a SEMANA que “en Suecia, la libertad de expresión es fundamental”. Y que “eso significa que el gobierno no puede prohibir o impedir difundir información por los medios”. Y, en efecto, una fuente diplomática colombiana dijo que “en Suecia la libertad de expresión está por encima de considerar terroristas a las Farc”. Así, tanto en Suecia como en Colombia los redactores de Anncol son libres de pensar y escribir lo que quieran. Sólo se podría acusarlos si sus artículos incitaran al delito o si se demostrara su responsabilidad en crímenes de las Farc.

Anncol alega que no le ha sido respetada la libertad de prensa en Colombia. En el último año, la agencia ha cerrado dos veces su página web y ha cambiado de dirección y servidor por sabotaje. Anncol lo atribuye a agentes del gobierno, y mientras siga sucediendo, podrá seguir alegando que en Colombia no se respeta la libertad de prensa. Lo que le quedará cada vez más difícil es seguir insistiendo en que sus vínculos con las Farc no superan la afinidad ideológica.

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