Las herramientas del análisis económico

Un pequeño paseo por las cuatro herramientas de todo economista 

Caótica Economía
Caótica Economía
6 min readNov 23, 2013

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Uno de los componentes más importantes del análisis económico es su relación con el resto de ciencias. Quizás sea el hecho de su estrecha relación con estas, en el amplio marco de las “ciencias sociales” a las que a menudo se hace referencia, lo que hace que la eterna pregunta (¿Es la economía una ciencia?) se siga realizando, a pesar de que no puedas decir ciencias sociales sin decir ciencias, o que muchos de los problemas que ostenta la economía como área de estudio sean compartidos por muchas otras ciencias a las que no osaríamos cuestionar el título. Este artículo deKiko Llaneras en Jot Down me viene a la mente, o este otro más reciente del NY Times.

Y es que conforme avanza la ciencia económica, el objetivo de la misma no solo se va ampliando, sino que va echando aun más raíces por el resto de áreas de conocimiento. ¿Hasta que punto el comportamiento económico se explica en relación con la sociología o la psicología? o ¿hasta qué punto utilizamos la historia o la filosofía en nuestras argumentaciones económicas? Ya es imposible hablar de crecimiento económico sin meter el contexto institucional, sin introducir aspectos políticos y de derecho.

Hemos ido dejando atrás la conceptualización de la economía como una gran ecuación matemática a resolver para internarnos en un maravilloso mundo en donde un enfoque más abierto puede dar como resultado una fotografía mas realista y profunda de una realidad compleja. Pero, ¿Cómo debe ser la cámara para que se mantenga la profesionalidad y el carácter particular del fotógrafo economista?

Schumpeter intentó resumir de una manera amplia las cuatro herramientas que todo economista debe mantener, sea cual sea el ámbito de estudio sobre el que ponga el objetivo: La historia económica, la estadística, la teoría económica y la sociología.

Historia Económica

El desarrollo histórico de la economía es fundamental para el economista. En primer lugar, porque permite tener un “sentimiento” histórico que nos permita explicar la razón, es decir, las causas, del presente económico.

Las conceptualizaciones teóricas de entidades abstractas como son los modelos descriptivos generales nos permiten afianzar las tendencias económicas (las “leyes” que mueven el mundo), pero sin la historia y las contextualizaciones necesarias estas se vuelven meras quimeras, sobre todo en un mundo donde lo importante no es solo explicar dónde está el equilibrio, sino por qué no estamos en él. La dicotomía entre “historia y equilibrio” como método de explicación del devenir económico es muy interesante y bien valdría un artículo entero.

Un modelo aplicable a la historia actual tiene que ser capaz de “salirse” del equilibrio; de hecho, lo normal es que no esté en él. (Joan Robinson, 1962)

Pero Schumpeter nos daba una razón más: Permitía aunar en una misma rama la interrelación de la economía con el resto de ciencias a través de la experiencia histórica, en tanto en cuanto esta no pueda desligarse del contexto institucional y social. La historia es, por tanto, el canal por el que podemos observar (aunque sea en diferido), la compleja realidad que conforma nuestro mundo.

No en vano, y a falta de la capacidad de experimentación que ostenta el campo de la economía, todo estudio empírico queda relegado a la observación histórica (a través de los datos, sobre todo), y a falta de un poder de control sobre las condiciones socioeconómicas de cada ámbito de estudio, saber analizar y entender lo que “rodea” cada cifra numérica es fundamental.

Estadística

Para Schumpeter, la estadística es la herramienta necesaria para analizar los datos y poder interpretar la realidad económica que se observa a través de ellos.

Necesitamos la estadística no solo para explicar cosas, sino para saber precisamente qué es lo que hay que explicar (Schumpeter, HEA).

El correcto análisis de figuras estadísticas (como pueden ser gráficos o tablas) y el estudio y desarrollo de áreas como la econometría (para estudios más correctos y profundos) son una necesidad básica para una buena observación de la realidad. Entiendo que el correcto uso de la misma no es en ningún caso cuestión de debate.

Teoría económica

La necesidad de buscar leyes generales que nos permitan aplicar un cierto conocimiento a lo largo del tiempo y espacio (que se pueda aplicar, por tanto, a diferentes casos), es una necesidad para cualquier tipo de ciencia.

Estos conocimientos generales se esquematizan a través de modelos que ofrezcan una cierta representación de la realidad, mediante el uso de dos elementos fundamentales: Las hipótesis (que elige el propio teórico) y el desarrollo científico (a menudo inferencia deductiva a partir de las hipótesis o la observación inductiva a través de la experimentación).

La selección de estas hipótesis es justamente lo que acarrea la mayor parte del peso del debate económico. La forma en la que se comportan los individuos (racionalidad absoluta o límitada), la relación con el riesgo y la incertidumbre de empresarios y el proceso de inversión, la relación entre agregados macroeconómicos y realidad económica (¿Es permisible simplificar toda realidad a un individuo optimizador que represente al conjunto?), etc.

Y me gustaría añadir, que poco a poco el debate se va abriendo cada vez más hacia posturas de calado más filosófico (que por otra parte no deja de ser la base del pensamiento científico). Cuestiones como la ética, la libertad, la justicia, la figura del hombre en la naturaleza, la capacidad de obtener conocimiento del mundo externo… son elementos que acompañan de manera intrínseca (aunque a menudo no explícitamente), las hipótesis económicas. Muchas veces unas ideas se relacionan con otras, permitiendo que los conglomerados de economistas en torno a “escuelas de pensamiento” no se dispersen en base a la (por otra parte, necesaria) heterogeneidad.

La teoría económica, por tanto, es la capacidad de estructurar el pensamiento económico, es decir, explicar cuales son tus hipótesis sobre el funcionamiento del mundo, y saber cuales son los mecanismos por los cuales poder llegar a conclusiones válidas a través de ellas. Algo necesario para el debate y la “confrontación” de ideas. (Para una aproximación a qué son los modelos económicos os recomiendo un artículo propio más largo que os podéis descargar: ¿Qué es un modelo económico?)

Sociología

Al igual que la historia, la sociología nos permite contextualizar y entender la realidad económica respondiendo a la pregunta: ¿Por qué los hombres actúan en la forma en que lo hacen?

Así, nos permite añadir al análisis no solo el componente histórico de la economía, sino también el de la sociedad en su conjunto. Schumpeter añade este cuarto punto como aclaración, si bien personalmente se podría añadir al primero en un apartado más amplio que incluyera la amplia relación con el resto de ciencias sociales.

La historia, la sociología e incluso la política (como ente separado, en cuanto hablamos de las formas teóricas de la misma) deben aunarse para una mejor conceptualización del proceso económico, pasado, presente y futuro.

Pequeño gráfico propio con una representación de las diferentes relaciones entre herramientas

Conclusión

Keynes, en una magnifica cita que intento sacar siempre a relucir, resume casi perfectamente las cuatro herramientas básicas de todo buen economista:

La economía es la ciencia del pensamiento en términos de modelos [teoría económica], junto al arte de elegir el modelo más relevante [estadística], para el mundo contemporáneo [historia y sociología]. (Keynes en una carta a Harrod, 1938)

Es una descripción abierta, quizá demasiado, pero permite catalogar la ciencia económica en una perspectiva que va más allá del mero estudio de dinero o los recursos escasos, como a veces se define.

Obviamente, no es el uso de estas “herramientas” lo que define al economista (pues su uso es una necesidad del mismo), pero es una buena aproximación a lo que todo economista debería usar para mantener en buen puerto su óptica analítica, lo que, en palabras de Schumpeter “diferenciará al científico economista del resto de personas que piensan, hablan y escriben sobre temas económicos”.

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Analista económico. Editor de Econstuff y CaoticaEconomia.wordpress. Doctorándome en Economía. Miembro de Economistas Frente a la Crisis.