Amar con misterio: El combustible que asusta

Carola Fernández
Carola Fernández

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Para el mes del amor he preparado columnas dedicadas a reflexionar acerca de los distintos “combustibles del amor”, aquellos elementos que si encontramos presentes en las relaciones, funcionan como un maravilloso factor protector …

no creo en los afrodiciacos ni recetas para la relación perfecta, pero en elementos que cuidan y enriquecen nuestros vinculos, ¡de todas maneras!

En esta columna, me referiré a uno de mis combustibles favoritos, y con peor fama (lamentablemente), se trata del MISTERIO.

Hace un par de días me encontraba con una pareja que llevaba 48 años junta, ellos lo decían con orgullo y ella con entusiasmo señalaba “y no sólo juntos, sino también enamorados”. Y la curiosidad, que no me la detiene tiene nada ni nadie, me hizo preguntarles ¿qué considerarían que ha sido importante para ello?, entonces él señala: “El misterio, nunca hemos sido el mundo absoluto del otro, siempre hay una parte que es un misterio… y si no hay misterio, lo invento”.

Quiero comenzar con este combustible del amor, porque es uno que da mucho miedo y no tiene muy buena fama que digamos. Cuando hemos crecido con el ideal de amor “romántico” y simbiótico, esto de valorar las áreas desconocidas en la relación, suele generar temor.

El misterio, ¿cómo lo entendemos cuando nos referimos a las relaciones de pareja? Y ¿realmente será tan importante como esta pareja señalaba?

Comprendamos “el misterio” como aquella área del otro que desconocemos, puede ser un porcentaje ínfimo en comparación a todo lo que ya conocemos de aquella persona que decide estar a nuestro lado, pero que ahí está, no sé lo que es, y no me ofendo por no conocerlo y el otro lo atesora y no lo muestra. Puede ser algo de su pasado o de su presente, y que posiblemente no guarda relación con el “nosotros” que hemos construido.

¿por qué es relevante el misterio?

Bien me lo señaló una sabia mujer una vez, “el interés del otro hacia uno, se cuida manteniendo el misterio”. ¿Acaso nos interesa ver un paisaje que hemos visto muchísimas veces?, yo creo que si lo conocemos por completo lo más probable es que nos deje de llamar la atención, pero si se que este paisaje guarda elementos que desconozco, por alguna extraña razón, aun que lo haya visto mil veces, seguirá manteniendo mi interés.

No tiene que ver con no ser auténticos, ni mucho menos con mentir, sino más bien con no querer tener bajo control todos los aspectos de la vida de la persona que amamos, permitirle la individualidad, dejar que nutra su propio mundo…y claro está, hacer lo mismo con el nuestro.

Sentir autonomía, “vida propia” como otros les llaman, no sólo mantiene el interés de nuestra pareja, a mi parecer, lo más relevante es que “oxigena la relación”, favorece un vínculo seguro en lugar de dependiente, en donde elijo confiar porque eres mi pareja, no porque maneje todas las variables de tu vida. Entonces la pareja se asemeja más a un “elegir estar juntos”, en lugar de una “posesión”.

Posiblemente, si lográramos dimensionar el modo en que la autonomía de la pareja fortalece el vínculo, veríamos lo destructivos que son los celos y la necesidad de control.

¿por qué mantener el misterio es más difícil ahora?

Basta con ver el impacto que tienen las redes sociales, estamos extinguiendo no sólo el misterio, sino también la intimidad en nuestras vidas. De pronto hemos normalizado manejar mucha información y los tiempos del otro. Así conocer a nuestra pareja se ve más fácil, pero al mismo tiempo, sentimos que la información que nos llega no es gracias a una relación íntima con esta, sino porque sencillamente esta circula con facilidad y eso nos genera un pequeño vacío también.

Y para complejizar un poco más las cosas, al manejar tanta información acerca del otro, nos sentimos con el derecho de controlarlo más. ¿Quién no ha escuchado a otros, o a si mism@, decir cosas como: “me dejó en visto”, “se conectó a tal hora y no me habló”, “estuvo en tal lado y no me lo dijo, lo vi en instagram”? Esto es triste, porque a diferencia de lo que algunos piensan, manejar más información acerca de lo que hace o no nuestra pareja no genera confianza, sino mayor necesidad de control. Porque la confianza- otro combustible del que escribiré en otra columna- depende de otras variables.

¿Cómo recuperar el misterio en la relación?

Algunos aspectos que me parecen relevantes acerca del misterio:

  1. Aprécialo: Difícil será cuidar el misterio, sino comprendemos el enorme valor que puede tener en nuestras vidas. Aceptando que nuestras relaciones no se nutren a partir del grado de información o control que tenemos, sino principalmente por el vinculo que construimos.
  2. Disfrútalo: Antes de contar todo lo que haces o mostrarlo en redes sociales, piensa si es necesario, y es más, aquello que es valioso y quieres cuidar, llévalo a la zona del misterio y verás cómo se disfruta de manera diferente.
  3. Respétalo: Si tu pareja no te trasparenta todo con lujo de detalle, no te asustes… observa qué está a la base de querer manejar tanta información, porque si aquello que te hace indagar tanto es miedo o inseguridad, el problema posiblemente no sea el misterio.
  4. Diferenciar: Cuidar los espacios del otro, no es sinónimo de infidelidad ni mentiras, más bien guarda relación con la confianza en la pareja y el respeto de su individualidad.
  5. Hacer actividades que te gusten sin tu pareja: hacer un deporte, una actividad artística, estudiar algo que te apasione, entre otras cosas, son formas prácticas de cultivar el misterio diferenciando nuestros gustos y pasiones.

Y tú ¿cómo cuidas “el misterio” en tu relación?

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Carola Fernández
Carola Fernández

Psicóloga Clínica, amante de la terapia Gestalt y Terapeuta Sexual.