Carta del veintitrés de octubre
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La gran mayoría de veces estas cartas empiezan a escribirse sin propósitos claros, es una especie de recuento de pensamientos que no se dirigen hacia ningún lado, y que prometen ser muy “interesantes” en ocasiones, pero la realidad es que no lo son exactamente, así como tampoco la voz que escribe tiene un compromiso claro en sorprender. Sobre todo en esta semana tan matutina y llena de trabajo, nada cambia, las flores florecen, la neblina se mete a la sala. Nada espectacular, un poco de zig-zag, impresiones políticas (o imprecisiones) y esos descubrimientos que se hacen semanalmente, y yo con mi apreciación de niño hallo relevantes. A ver que.
Esta semana hubo vigilancia en la Asamblea Legislativa, mucha gente pendiente; quizás por lo pomposo del edificio, o el interés cívico en proyectos muy sonados, en fin: EL DRAMA, del Gobierno y PANIQUEO INSTITUCIONAL, a través del Gabinete. Es que para meter miedo, el PAC es muy bueno, recordemos a campaña política del 2018. Pero en esta ocasión se trató del trámite del presupuesto ordinario, en la Comisión Permanente de Asuntos Hacendarios, donde un grupo de diputaciones, insistió de forma sostenida en un recorte de ₡150 mil millones de colones… que no sabían ni de donde recortar. El show es tan magnánimo, que el Gobierno (PAC) asintió y dijo que estaba bien el recorte, y las diputaciones PAC, practicaron “filibusterismo político” en contra del recorte. Esta práctica trata de obstruir las discusiones que tienen plazo, para que se agoten las vías del adversario (en este caso el resto de la comisión que en mayoría apoyaban los recortes). En fin, fue un espectáculo y el Ministerio de Cultura y Juventud fue el más afectado, tanto así que días siguientes lamentó con “tono fúnebre” en redes sociales la decisión. Pero claro, ¿dónde había estado metida la ministra, y sólo para conmocionar aparece cuando ya le van a cortar el presupuesto?
Recordemos que la Cultura no es sólo la argolla del Ministerio; sino también la resistencia cultural que no la financia ni el Gobierno ni el Mercado, lamentable el recorte pero bueno, es momento de repensar como se invierten esos recursos y democratizarlos más. Las artes son generalmente pirámides políticas y con principios de “sucesión divina”. Espero no mal interpreten mi mensaje, lo digo y reitero por todas las personas trabajadoras del arte que conozco, y sé que no les han regalado nada y cada día luchan contra la precarización de su trabajo (que antes del recorte, ya era lamentable).
No pasaron ni dos días y la Asamblea Legislativa vota en segundo debate el proyecto de ley, denominado en la boca popular, “Ley de Pesca de Arrastre”, a la cuál todo el universo científico-técnico le ha dado rechazo, pero su principal impulsor, el diputado restauracionista, Melvin Núñez, y una cola extrade diputaciones, considera que la situación de abandono en Puntarenas es tan grave, que hay que darles trabajo. Este tema ya fue suficientemente discutido, sólo un comentario sano, sin ser aguafiestas: ante la idea ciudadana para que el Presidente Alvarado le otorgue un veto a la ley, primero, tiene 10 días hábiles, y aún dando el veto, la Asamblea Legislativa puede “resellarlo”, que significa reiterar el proyecto. Esto provocaría que igual se apruebe, entonces, estas estrategias deben ir al primer poder de la República Bananera, el Congreso.
Aprovecho la solemnidad de lo aguafiestas, para introducir un componente interesante que recientemente me ha llamado la atención: los esnobs y los noobs.
Quiero recalcar que conocí a los segundos por una confusión de cuál era cuál, sin embargo, con el paso del tiempo comprendí mejor su uso y flexibilidad a la realidad actual. Ambos forman parte del actual ecosistema digital, y de fijo que conocemos a más de una persona que es así.
Una persona Esnob, es aquella que imita las formas de conducta de gente de «clase alta», no formando parte de ella, y ve con desprecio a los de su misma clase, ya que se considera que forma parte según sus formas de conducta.
Frases como: «esa gente es un montón de chatas», o «yo a ese chinchorro no me mero»; son típicas de este tipo de personas. Los Esnobs padecen del síndrome de procusto, aquellas personas que le bajan el piso a personas que sobresalen. Porque claro, así como sucede con muchas cosas, los esnobs radicales, terminan siendo odiosos y «superiores morales», conforme van conociendo grupos y grupos.
¿Para qué nos sirve conocer esto? Primero para identificar a aquellas personas que son así, y es que claro, en la actualidad digital, es común encontrarse con mucha información que nos hace cambiar de parecer a diario, siempre hay que cuestionarlo todo y buscar más y mejor información de calidad. Un post de Instagram, puede ser estéticamente bello, pero tener mucha información falsa o no completamente cierta.
Es posible que hayamos pecado de esnobs, o normalizado estas conductas; es importante socializar con estas personas porque créanme, compartir con personas así, puede llegar a ser algo para lamentarse en un futuro.
Los noobs, son un tipo de persona que forma parte del ecosistema digital, y son altamente activos en redes sociales, sin embargo parecen ser “principantes” de todos los temas que discuten. También les llaman newbie, pero tienen la particularidad que se conforman en «colonias», y forman comunidades muy activas de mundo del hacking.
Eso en el mundo de las redes sociales, pero en verdad el término proviene del mundo gamer, sí, de los niños ratas. Y era una forma despectiva de llamar a lxs jugadorxs, que no sabía jugar e igual lo hacían, y no les importaba.
En redes sociales mutaron a los foros de discusión, y ese «no me importa nada, ni que piensen ni lo que diga», es su forma más común de aparecer. Además estoy seguro que son familia de los trolls, y de los spammers. Ya ni uso redes sociales, y sigo aprendiendo.
Esta semana hubo pesos por cargar, fue una semana densa, y llena de informaciones. A más de una persona espero alegrarle el día o actualizarle los conceptos de estas fechas altamente virtuales. Aire = Internet.
