Queridas (veinte) canciones

Pwanerd
Cartas sobre cosas que pasan
6 min readMay 26, 2019

¿Alguna vez viajaste en el tiempo gracias a una canción? Una situación, una persona, un año, una tarde: hay canciones que se pegan a un momento particular de tu vida y se quedan ahí. Y cada vez que suenan, sin importar donde estés, te llevan inequívocamente a pensar sobre lo que estaba ocurriendo mientras la escuchabas. Algunas son felices y otras no. Como todo.

(2005) Home — Michael Bublé: es sábado 04 de febrero de 2016, cumplí 15 años hace unos días y estoy entrando a mi fiesta; la organizamos a las apuradas, ese mismo día me peleé con mi mamá y con mi papá (porque para qué pelearse con uno solo cuando te podés pelear con los dos); tengo puesto un vestido a lo Marilyn Monroe, tengo el pelo corto y estoy usando brackets.

(2005) Feeling Good — Michael Bublé: es domingo 26 de mayo de 2019 pero también pasaron dos semanas después de mi fiesta de 15 y acabo de encontrar esta canción que era mucho más perfecta para ingresar; también es sábado 20 de diciembre de 2008 y estoy parada arriba del puente del Club Regatas del brazo de mi novio: tengo 17 años, estoy enfundada en un hermoso vestido verde y estoy a punto de entrar a mi recepción, pero van a cortar la canción por la mitad y nunca voy a saber por qué la cambiaron. Conocí la versión que hizo Nina Simone muchos años después.

(2007) Falling Slowly — Glen Hansard y Markéta Irglová: es 22 febrero de 2008, hace unas semanas que vengo hablando con un chico que me gusta y acaba de escribirme y acaba de decirme en el chat de Messenger que si esta canción no gana el Oscar va a prender fuego todo; yo no lo leo porque estoy mirando la ceremonia en la casa de una amiga; unos días después él me va a invitar a ver la película en su casa.

(1979) Hot Stuff — Donna Summer: es domingo 26 de mayo de 2019 pero también es cada vez que me siento a ver The Full Monty y Robert Baratheon, el señor Dashwood y Francis Begbie mueven las caderas mientras esperan cobrar el seguro de desempleo.

(2005) Wreck Of The Day — Anna Nalick: es domingo 26 de mayo de 2019 pero también es un mes después de que mi abuelo me regalara mi primera y única guitarra; es el resto de mi adolescencia donde me la pasé practicando el arpegio de esta y Catalyst, las únicas canciones que pude aprender sola, y sintiéndome un poco el desastre del título.

(2017) Visions Of Gideon — Sufjan Stevens: es sábado 24 de febrero de 2018 y estoy en el cine con una amiga a punto de ver Call Me By Your Name; el imbécil que se sentó al lado nuestro la insultó y no pude contener mi buen genio de responderle; también es 13 de mayo de 2018 y acabo de darme cuenta de que el amor se termina, son las nueve de la mañana y estoy parada en Avenida de Mayo de la línea C del subte, estoy llorando y luchando contra la contradicción horripilante que yace en mi garganta, esa mezcla de tristeza por un final y alegría por haber sido lo suficiente valiente de permitirme amar.

(1890) Suite Bergamasque: 3. Clair De Lune — Claude Debussy: es domingo 26 de mayo de 2019 pero es también cada vez que pienso en Atonement, en el amor trunco de Cecilia y Robbie, en las mentiras de Briony, en que necesito llorar y no hay mejor canción para dar rienda suelta a un catarro de lágrimas.

(2007) Elegy For Dunkirk — Dario Marianelli: es 08 de febrero de 2008 y estoy volviendo a ver Atonement en el cine porque ya la vi pirateada por ahí, estoy boquiabierta y maravillada por la escena; tres años después voy a aprender que eso se llama plano secuencia, y a partir de ahí, con nombre y apellido, la voy a defender como el mejor plano secuencia que vi en mi vida (vengan de a uno).

(1972) Starman — David Bowie: estoy en Guayaquil al 50 viendo el exterior de un departamento que quizás voy a alquilar (no) y acabo de escribirle a un compañero de trabajo para decirle que su nombre suena en el inicio de un tema de uno de los mejores compositores de todos los tiempos.

(2016) The Ministry Of Defence — PJ Harvey: es 12 de noviembre de 2017 y estoy, muy a mi pesar, en un recital con muchísima gente, pero nadie me aplasta, nadie me toca, no entro en pánico y disfruto de uno de los mejores recitales (sino el mejor) que vi en mi vida, y lo disfruto realmente porque las canciones de PJ las encontré sola y no me fueron legadas por familia, amistades o amores.

(2013) Turn To White — She & Him: no sé ni qué día es porque estoy sumida en la tristeza pero es 2015, Odile está muerta, y por encima de la voz de Zooey Deschanel estoy haciendo mi propia canción lacrimógena sobre su deceso.

(1957) Dream A Little Dream Of Me — Ella Fitzgerald y Louis Armstrong: es 2015 y acabo de comprar un ukelele y estoy tocando esto todo el tiempo, muy orgullosa de lo rápido que puedo cambiar mis pequeños deditos de lugar, pero muy decepcionada porque no puedo retener los acordes en mi memoria.

(2014) La Vie En Rose — Cristin Millioti: es 2015 y lo único bueno que tuvo el final de How I Met Your Mother es que descubrí una versión hermosa de esta canción, que sólo dejo de tocar para volver a la querida Ella.

(2010) The Long Fall — Marlango: es 2010 y estoy arriba de un Costera Metropolitana yendo a La Plata para ver a mi novio, pero ya no confío en él y cada viaje, ya sea ida o vuelta, es un pequeño martirio que acompaño con la voz de Leonor Waitling.

(1997) En la Ciudad de la Furia — Soda Stereo: saco el CD de su caja y lo inserto en el reproductor del equipo que tenemos en el segundo departamento en el que vivimos con mamá, papá y la perra; estaba a una cuadra del anterior, también sobre la peatonal, tengo aproximadamente diez años y estaba descubriendo El último concierto, pero sólo el lado A, y durante muchos años no supe que existía el lado B, ni que la banda tenía otras (muchas, muchísimas) canciones; también es 20 de octubre de 2017, tengo 16 años y acabo de tener mi primer ataque de pánico en mi primera (y única) visita al Monumental mientras Cerati y compañía despliegan su magia en el escenario.

(2005) My Friend — Bang Bang: es miércoles 27 de octubre de 2010 y comparto una canción de YouTube en Facebook con la frase “me muero si alguien me la toca”; es jueves 28 de octubre de 2010 y me llega un mail con la canción grabada.

(2010) Autumn Leaves — Eric Clapton: es 17 de noviembre de 2011 y me llega al mail la canción grabada según la versión de Clapton, porque hay mil versiones más que se remontan hasta 1945.

(1964) I Want To Hold Your Hand — The Beatles: es domingo 08 de octubre de 2017 y estoy muy nerviosa en un estudio de grabación con una guitarra que no es mía, con el estómago retorcido de la ansiedad pero cantando como puedo una canción que va a ser un regalo de cumpleaños (gustó, creo; no desafiné, creo).

(1958) Blue Train — John Coltrane: son las doce del mediodía de todos los días en el trabajo y me pongo a tararear los primeros treinta y cinco segundos sin saber bien quién es el autor ni cómo se llama la canción.

(1977) Easy — The Commodores: es miércoles 25 de julio de 2018, estoy arriba de un taxi con un chico que me gusta y acabo de apoyar la cabeza en su hombro porque tengo mucho sueño, mucho alcohol en sangre, pero también porque quiero que me dé un beso y no sé cómo; afortunadamente me lo dio ese mismo día a la tarde.

Queridas canciones: gracias por estos recuerdos y por permitirme viajar en el tiempo con nada más que mis auriculares.

Una ñoñísima Delfina escuchando música en el stand de Guardianes de la Galaxia Vol. 2 en Arg Comic Con (2016)

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Pwanerd
Cartas sobre cosas que pasan

Pequeño espacio para ensayos, relatos, poemas y reflexiones.