Aniversario 150 del natalicio de Lenin
Este 22 de abril se cumple un siglo y medio de su nacimiento en la ciudad rusa de Simbirsk, hoy Uliánovsk.
El 22 de abril de 1870 nació en Rusia un hombre que marcó un hito en la historia universal: Vladimir Ilich Ulianov, quien pasó a la posteridad bajo el pseudónimo de Lenin, su nombre en la clandestinidad.
Considerado uno de los más geniales teóricos y políticos del mundo a través de los tiempos, Lenin con sus concepciones y acciones prácticas condujo a la creación de un partido de nuevo tipo. Su labor rebasó los límites de su patria, y lo convirtió en inspirador y jefe del movimiento comunista universal de su tiempo. El eminente pensador legó a toda la humanidad una doctrina revolucionaria, fruto de la aplicación consecuente del marxismo en nuevas condiciones históricas. Bajo su dirección, en 1917, triunfó en Rusia la Revolución Socialista de Octubre.
La mayor influencia recibida por el joven Ulianov en los albores de su vida proviene de su hermano Alexander, quien lo introdujo en la lectura de textos revolucionarios y contrarios al régimen zarista. Tal influjo le facilitó el ingreso en la organización La Voluntad del Pueblo, integrada por estudiantes de San Petersburgo, de carácter secreto y revolucionario.
Su hermano Alexander fue torturado y ahorcado por tomar parte en un atentado contra el zar Alejandro III. Sin dudas, este hecho debió pesar en la determinación de Lenin de dedicar su vida a derrocar al zarismo, lo que lograría algunos años más tarde.
Lenin fue uno de los más atentos discípulos de Marx, cuyas doctrinas estudió e interpretó hasta lo sumo. Sobre su figura expresó Fidel en ocasión de su centenario: «Nadie como él fue capaz de interpretar toda la profundidad y toda la esencia y todo el valor de la teoría marxista. Nadie, como él, fue capaz de interpretar esa teoría y llevarla adelante hasta sus últimas consecuencias. Nadie, como él, fue capaz de desarrollarla y de enriquecerla en la forma en que él lo hizo».
Sus posturas políticas le costaron la expulsión de la Universidad de San Petersburgo y el destierro a la aldea de Kukuschkinstoya. Por esa fecha abandonó el ejercicio de la abogacía, profesión que consideraba al servicio de los poderosos, y se dedicó a la escritura de su pensamiento en forma de folletos y pequeñas obras. Uno de ellos, Los amigos del pueblo, alcanzó gran difusión en 1894.
En 1895 creó el grupo «Unión de lucha para la emancipación de la clase obrera», cuyo objetivo era combatir la opresión y miseria a que el capitalismo sometía a los proletarios rusos. Ese mismo año marchó a Suiza y Alemania para intercambiar ideas con otros revolucionarios marxistas. Sin embargo, miembros infiltrados del Servicio Secreto Social Ruso lo delataron, y fue apresado al regresar a San Petersburgo y deportado luego a Siberia.
Durante el exilio pudo organizar en Minsk, el primer Congreso del Partido Socialdemócrata Ruso, clave básica para los acontecimientos de 1917. En esta época escribió también la obra Desenvolvimiento del capitalismo en Rusia (1899). En 1900 consiguió salir de Siberia y halló asilo en Suiza, donde fundó el periódico Iskra, (La Chispa), con la colaboración de Plejanov. También con él fundó la revista Vpiriod (Adelante).
La actividad de Lenin en Suiza fue incesante: impartía conferencias, escribía, organizaba el movimiento revolucionario y enviaba colaboraciones a periódicos de izquierda de toda Europa. Convertido en referencia de esta ala revolucionaria, sus trabajos circulaban clandestinamente de mano en mano entre todos los rusos de esa tendencia.
La apertura democrática de Rusia facilitó el regreso de Lenin y sus colaboradores al país. En esta nueva situación, se dedicó a la estructuración de un movimiento obrero y proletario. Sin embargo, un retroceso en la política provocó un recorte de las libertades y de nuevo la huída de Lenin, quien vivió de manera alternada entre Suiza, París y Londres. En esta etapa consolidó su amistad con Trotski, y escribió, en 1909, su mejor obra: Materialismo y empirocriticismo.
Con motivo de la I Guerra Mundial regresa a Rusia, de forma clandestina, en 1917. Tuvo una posición muy crítica hacia la guerra, considerada por él un enfrentamiento provocado por el capital y en el que los obreros morían por una causa absurda, ajena y explotadora.
Así, propuso un pacto con las izquierdas alemanas para no participar en el conflicto, al mismo tiempo que dirigió sus ataques contra el gobierno provisional del príncipe Lvov. En el diario Pravda publicó su programa, que incluía el fin de la guerra, el reparto de tierras entre los campesinos y el poder para los soviets.
Con la salida del libro El Estado y la Revolución, Lenin postula la dictadura del proletariado como herramienta imprescindible para acabar con la opresión del capital y del zarismo. Dos meses más tarde se produjo la Revolución de Octubre y le concedieron, por el Congreso de los Soviets, la presidencia del Consejo de los Comisarios del Pueblo.
La primera acción de este gran pensador fue declarar la paz, al romper los acuerdos tomados con Gran Bretaña y Francia. Más tarde promulgó decretos por medio de los cuales abolía la propiedad privada, nacionalizaba las industrias, creaba el Ejército Rojo y reconocía las diferentes nacionalidades insertas en el Estado Ruso.
Luego de trasladar la capital a Moscú, Lenin puso en práctica los principios económicos, sociales y políticos del comunismo. En consecuencia, hubo de hacer frente a movimientos opositores que intentaron desalojarlo del poder y contrarrestar la revolución.
El 30 de agosto de 1918 fue objeto de un atentado por parte de Fanny Roid Kaplan, socialista moderada, lo cual originó un amplio movimiento de depuración de las filas revolucionarias. Con la finalidad de integrar las diferentes nacionalidades del territorio ruso, Lenin proclamó, el 30 de diciembre de 1922, la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Gravemente enfermo, hubo de abandonar las tareas de gobierno a finales de 1922, y falleció de manera prematura el 21 de enero del año siguiente.
Tomado de: www.5deseptiembre.cu
