Chunga Maya
Por: Javier Gómez Lastra
La isla de Cuba, emplazada en el futuro lejano, pero con una clara extrapolación de los problemas sociales y económicos actuales, conforman las historias de Chunga Maya, libro merecedor del Premio Calendario 2016.
En el texto, publicado bajo el sello de la Casa Editora Abril sobresalen realidades y pesares contemporáneos en la Isla, como la moringa transgénica convertida en el principal alimento; nanobots transformados en nanobichos que, a forma de plaga, afectan la infraestructura tecnológica nacional y contra los cuales la única solución lo representan las molestas, obligatorias y continuas fumigaciones; el marabú mutante; el noni tornado en fuente de energía; la escasez crónica de proteína animal, que lleva a los habitantes a codiciar cualquier variante de carne; salarios insuficientes; reglas inamovibles; desinterés; apatía y una claria asesina que patrulla los mares cercanos y bloquea la nación impidiendo la entrada o salida de barcos o aviones al territorio, nutren los argumentos principales de los cuentos del libro Chunga Maya, de Alejandro Martín Rojas Medina.
El texto, aderezado con chispeantes puntos de gracejo netamente criollo y amoldado por narraciones de sobresalientes libretos, resulta entretenido, mientras invita a la reflexión sobre tópicos actuales, tratados a través de temas audaces y dinámicos, capaces de atrapar al lector desde las páginas iniciales y de principio a fin.
El autor igualmente superpone la literatura policiaca y la narrativa de aventura y suspenso, creando interrogantes que motivan e intensifican las ansias de seguir avanzando en la lectura.
Los marcos, tanto históricos como físicos de la trama, resultan puramente imaginarios pues alcanzan parajes ficticios que llegan al hiperespacio o la realidad virtual, pero con expresa verosimilitud del contexto actual cubano, destacando acciones que giran en torno a un abanico de grandes de posibilidades, impuesta por el desarrollo tecnológico, apto para penetrar y transformar «para bien las mentes de las personas» en aras de alcanzar una sociedad equilibrada y justa en donde las miserias humanas son erradicas de raíz, pues son condenadas a la pena máxima: la muerte.
