¡Embúllate a escribir tu diario!
En estos momentos en que debemos quedarnos en casa, ¿por qué no escribir un diario personal? Cuando pase un tiempo y lo releas, te asombrarás de ver cómo eras y pensabas entonces.
Por Alicia Centelles
Fotos: Tomadas de Internet
¿No has pensado nunca en escribir un diario? Te aseguro que cuando te decidas a hacerlo, no te arrepentirás. Anotar — ya sea en un cuaderno o en un blog — tus vivencias diarias, tus más íntimos pensamientos, lo que sucede a tu alrededor día a día, puede convertirse en una forma de verter tus emociones, y al cabo de un tiempo, cuando lo releas, te asombrarás de ver cómo eras y pensabas entonces.
Independientemente de los beneficios de esa actividad (y créeme que son muchos los que enumeran los científicos), llevar un diario hará que mejore tu autoestima, reduzcas el estrés e incluso te ayudará a tomar decisiones cuando analices tus emociones, éxitos y fracasos. ¿Y hasta quién sabe si descubres que tienes dotes literarias que desconocías?
¿Sabes cuándo nacieron los primeros diarios? Pues te cuento que la costumbre de hacer anotaciones sobre la vida personal ya existía entre las antiguas mujeres japonesas, pero realmente los diarios personales “nacieron” en Europa en el siglo XIX.
Pero, en realidad, hay distintos tipos de diario. Entre los intimistas sobresale el famosísimo Diario de Anna Frank, en el que su autora anotó críticamente sus estados de ánimo e hizo descripciones exactas y críticas de su entorno y de las personas con las que vivió escondida en Amsterdam durante la Segunda Guerra Mundial. Estas páginas escritas por una adolescente judía son también un testimonio de los días terribles en que el nazismo se adueñó de varios países europeos.
Entre otros diarios con valor testimonial figuran el Diario de Campaña de José Martí, en el que poco antes de su muerte anotó no solo descripciones de la naturaleza de las montañas en Baracoa y parte de Santiago de Cuba, sino incluso recogió informaciones sobre las plantas medicinales de los parajes que recorrió y sus alimentos típicos; y el Diario del Che en Bolivia, donde el revolucionario cubano-argentino plasmó casi a diario las incidencias de su campaña guerrillera en esa nación sudamericana.
Por último, si decides empezar tu diario, ten siempre en cuenta lo siguiente:
· Debes buscar un cuaderno grueso, pues en él puedes incluir también dibujos, fotos, recuerdos… Además de la vida diaria, puedes anotar también tus sueños.
· No trates de escribir una obra literaria. El diario es una conversación contigo mismo(a), el lugar donde te expresas libremente. Mantén siempre la espontaneidad.
· Cuando te dispongas a escribir, busca el momento en que sepas que no te interrumpirán. Así que ¡a apagar el móvil y el televisor!
· Y muy importante: No olvides que no se trata de escribir sobre ti, sino desde ti.
Entonces, ¿a qué esperas para comenzar?