Hombres que miraron al Sur
Cada 14 de junio, celebramos las convergencias de los nacimientos de Antonio Maceo y Ernesto Che Guevara, dos ejemplos de internacionalismo que nos mantienen en alerta para continuar frente a los nuevos desafíos.
Cada 14 de junio, celebramos las convergencias de los nacimientos de dos grandes luchadores por la independencia de Cuba y Latinoamérica. Dos hombres que miraron desde el Sur, la amenaza creciente del nuevo imperio en los Estados Unidos y pusieron su inteligencia y sus vidas al servicio de los desposeídos. Dos ejemplos de internacionalismo que nos mantienen en alerta para continuar frente a los nuevos desafíos en la guerra que nos imponen a pensamiento.
La primera carta conocida de José Martí a Antonio Maceo, tiene fecha 20 de Julio de 1882 y está escrita en Nueva York. La envía con Flor Crombet para tratar asuntos relacionados con un nuevo esfuerzo por reanudar la lucha por la independencia de Cuba. En ella le dice: “No conozco yo, General Maceo, soldado más bravo ni cubano más tenaz que Vd.- Ni comprendería yo que se tratase de hacer, -como ahora trato y tratan tantos otros-, obra alguna seria en las cosas de Cuba, en que no figurase Vd. de la especial y prominente manera a que le dan derecho sus merecimientos.”
Lo ratifica en el periódico Patria el 6 de octubre de 1893: “Maceo tiene en la mente tanta fuerza como en el brazo. (…) No se vende por cierto su palabra, que es notable de veras, y rodea cuidadosa el asunto, mientras no esté en razón, o insinúa, como quien vuelve de largo viaje, todos los escollos o entradas de él. No deja frase rota, ni usa voz impura, ni vacila cuando lo parece, sino que tantea su tema o su hombre. Ni hincha la palabra nunca ni la deja de la rienda”.
La proyección del Comandante Ernesto Che Guevara, desde que iniciara su periplo, por Sudamérica, junto a su amigo Alberto Granados, resultó determinante en la formación de un pensamiento revolucionario avanzado. La difícil realidad de nuestros pueblos del Sur, marcados por siglos de explotación debía ser cambiada radicalmente. Su incorporación a la expedición de Fidel, en el Granma, marcaría el derrotero definitivo de su vida, que se convertiría en legado para las nuevas generaciones de juventudes en todas las naciones.
Así lo explicaba Fidel, en la velada solemne como homenaje a la memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967: “Para un hombre como él no eran necesarios muchos argumentos. (…), le bastaba saber que había hombres decididos a combatir con las armas en la mano (…), le bastaba saber que aquellos hombres estaban inspirados en sentimientos genuinamente revolucionarios y patrióticos. Y eso era más que suficiente”.
Tomado de Tribuna de La Habana digital